Casa de los Swan

Si de algo estoy seguro es que no la dejaría, no la dejare... al menos que ella algún día se canse de mi y me pida que me vaya de su lado. Pero de lo contrario no lo haría, nunca.... porque no soportaría estar lejos de ella, de su aroma, de su calor, nunca mas.

La acurruco aun mas en mis brazos, como protegiéndola de cualquier cosa... porque echaba de menos tenerla tan cerca, ver sus mejillas ruborizadas, sentir su respiración entrecortada, su aroma embriagador, pero sobre todo echaba de menos el sonido de su corazón.

Entonces me separo un poco, no demasiado. Solo lo suficiente para posar mi mano izquierda justo encima de su corazón. Y lo noto, lo siento latir....

Nos mantenemos en silencio. Solo soy capaz de deleitarme con el maravilloso sonido que produce, que cada vez se hace mas rápido...

- Estaré aquí el tiempo que tu quieras.. - murmuro entre la penumbra.

- Te Querré siempre - afirma.

- Para siempre... - le contesto - hasta que este maravilloso sonido se detenga... y aun después, te seguiré queriendo.

- Entonces... nunca más me vas a dejar - lo pronuncio bajito, tratando de convencerme de mis propias palabras, pero me lo habría prometido... - Estaremos juntos siempre, por toda la eternidad...

- Bella... - sé que hará oposición a la última palabra que he dicho, cambiaría "eternidad" por "vida", pero no quiero eso ahora.

- Shhh... - susurro cerrando los ojos, y acurrucándome en su pecho - Por toda la eternidad... - vuelvo a repetir, cayendo ya en sueño, mientras esa última frase se repetía una y otra vez en mi cabeza.

Me sumo en un extraño sueño, como el de tantas otras noches. A ratos me siento calmada y segura, recuerdo que Edward ha vuelto, que se quedará... pero en mis sueños algo se nubla, como si estuviera a punto de ocurrir algo que no puedo evitar, una amenaza para los dos...

Abro los ojos mientras suelto un grito, empapada en sudor. Palpo con las manos y sí, Edward sigue ahí.

- Shhh, Bella, ya está, sólo ha sido una pesadilla, ya está... - acaricia mi pelo echándolo hacia atrás, puedo ver un poco de dolor en sus ojos, quizás haya hablado en sueños.

Sollozo brevemente, y vuelvo a abrazarme a su cuerpo, aprovechándome de su baja temperatura. Todo estará bien. Todo estará bien.

"No dejare que nada nos separe" "Te eche tanto de menos" "Mis días sin ti fueron completamente oscuros"... pronuncia cada frase con arduo dolor, pero mas profundo es el que causa en mi...

Entonces pega un grito ahogado, me sobresalto un poco, pero solo un poco.. es algo que ya había estado esperando.

Calmo sus pesadillas, la acaricio mientras vuelve a acurrucarse en mi pecho y a conciliar el sueño..

- Todo estará bien - sentencio - esta vez no me iré a ninguna parte..

Vuelvo a apoyar la cabeza sobre la almohada y me muevo un poco sin dejar de acurrucarla entre mis brazos.

Suelto un suspiro y cierro mis ojos, pero solo para fingir que sueño... que Bella esta en mis sueños.

Cuando abro los ojos de nuevo, un poco de luz se cuela por la ventana. Giro la cabeza conteniendo el aliento, y veo que sigue ahí, más hermoso que nunca, con los ojos cerrados, fingiendo dormir. Me muevo lo más sigilosa que puedo, me acerco a su cara y lo beso. Al instante que nuestros labios entran en contacto abre los ojos y se gira hacia mí.

- Buenos días Bella.... - acaricia mi mejilla, sonriendo - ¿Qué tal has dormido?

Hago una mueca, y él también casi al momento de formular la pregunta.

- Mejor porque estás aquí...

Escucho un poco de ruído abajo. Charlie seguramente se ha ido, es un poco tarde. Y Martin debe tratar de prepararse algo. Me levanto de la cama y recojo mi pelo en una coleta.

- ¿Dónde vas? - pregunta palmeando la cama.

- Debería mirar cómo va todo abajo... - digo con poca fuerza de voluntad, si él me lo pide me quedaré toda la eternidad.

- Ven, acuéstate... - me indica el lugar en la cama, a su lado.

Sonrío, y vuelvo a tumbarme, ACOSTÁNDOME en la cama con Edward.

Spoiler:

Tanto he extrañado tenerla a mi lado que lo que menos quiero es separarme. Podría ser feliz teniéndola en mis brazos para siempre, perdiéndome en su profunda mirada, escuchando el latir de su corazón, disfrutando del colorado de sus mejillas al avergonzarse, pero sobre todo disfrutar de su compañía, tan única y autentica.

Acaricio su mejilla suavemente y atajo un mechón de su cabello que se deslizaba por su frente, lo vuelvo a colocar en su sitio y me agacho un poco para pensarla en la coronilla..

Entonces se produce un extraño sonido, aquel que también echaba de menos. Su barriga pide de comida, y por momentos se me había olvidado que ella necesitaba alimentarse, precisamente no de sangre, sino alimento de verdad.

- Creo que deberías desayunar - me reincorporo un poco..

- Puedo esperar...

- Anda Cariño - ayudo a que se levante - debes comer algo. Yo iré a casa.. - su rostro cambia de inmediato, se asusta - tranquila.. - me acerco y la envuelvo en mis brazos, acunándola - solo iré a dar una vuelta, me daré una ducha y volveré...

Camina hacia la puerta no muy convencida. Abre la puerta y antes de que salga la llamo.

- ¿Bella?...

- Si.. - me mira.

- Prometo que recuperare todo el tiempo perdido. Te Quiero.. Feliz mañana.

Abro la ventana y aterrizo en la fría hierba, me introduzco en el bosque y comienzo a correr...

(CONTINUA EN LA MANSIÓN CULLEN)

No puedo negar que siento miedo, temo que se vaya y no vuelva, como otras veces. Pero con miedo no se puede vivir... o trato de pensar eso.

Bajo las escaleras y escucho movimiento abajo. Charlie ha debido irse, por la hora, así que sólo puede ser Martin. Lo veo atareado en la cocina, con un paño al hombro y revolviendo cosas. Casi diría que está sudando.

- ¿Qué haces? - pregunto riendo y cruzando los brazos.

- Ah.. Bella. Yo... pretendía hacer el desayuno.

Miro la sartén al fuego, con las llamas demasiado altas y sin aceite. Me muevo hasta la cocina y apago el fuego antes de que se queme la olla.

- Anda déjame... - lo aparto y saco una botella de aceite, virtiendo un poco en la sartén - Yo lo haré.

Saco unos huevos y tostadas para calentar.

- ¿Qué tal? - pregunta mirándome y apoyándose en la mesa.

- Bien... mejor, de momento - muestro una sonrisa sincera.

- Ya lo veo... pareces contenta. ¿Hubo reconciliación?

- Eso creo... -murmuro bajito, sin mostrar mis temores.

- Que raro, no escuché nada por la noche - dice riendo.

- Oh no, no - me apresuro a decir - No de eso, quiero decir... Edward no es de esos - hago una pequeña mueca.

Edward no es de esos??!

- Vaya como son los hombres aquí...
- Que quieres decir? - dice rapidamente si darse la vuelta.
Me acerco a ella y me sitúo detrás de ella con las manos hacia atrás y me acerco más.
- Por que yo... - le susurro al oído - Si te quiero tanto...
Se sobresalta y yo me echo para atrás riendome.

- Mierda Martin!!!! - da un salto y se mete el dedo pulgar en la boca.
- Que te pasó?!! - me acerco rapidamente a ella.
- Alejate moustro!! - me grita teatralmente. - Me quemé el dedo!!
- Vamoos... - me trato de acercar y esta vez cede. Tomo su mano y la meto al agua ella con la otra mano apaga la cocina.
- Eres un tonto.. como haces eso?
- Por que he soñado tonteras y he amanecido hiperventilao y tú eres tan adorable...
- Sigues siendo un idiota!
Se aleja del agua, de mi contacto, abre el refri y toma unos hielos.

Me apoyo de nuevo en la mesa y la miro, tiene mejor semblante, pero como si no hubiera dormido nada...

- Gracias.. - murmuro todo triste.
- Ahh... no eres un idiota.. es que..
- Ya, está bien, te perdono, ven y abrazame. - Digo extendiendo mis brazos.
Ella duda pero se acerca y se pone al frente mio y lentamente apoya su cabeza en mi hombro, mientras sigue sosteniendo su mano con el hielo. La rodeo con mis brazos y a los segundos ambos suspiramos.. por la vida o por todo.

Lo abrazo, y siento que lo necesita, que está mal y no dice nada. Y recuerdo perfectamente que el día antes era él quien me consolaba a mí.

- No te creas que podrás librarte de mí porque Edward haya vuelto.. - digo separándome de él y levantando una ceja.

- ¡Noooo! ¡Dios! No me castigues así! ¡Líbrame de este mal! - lleva las manos al cielo teatralmente.

- Bobo! - le pego en un brazo,y recuerdo que me duele el dedo. Creo que es el mismo con el que me corté el otro día - ¡El desayuno!

Me muevo hasta la sartén y lo retiro del fuego antes de que se queme, está justo en su punto. Saco dos platos y sirvo para ambos.

- Bueno... ¿qué quieres que hagamos hoy? - pregunto sentándome a la mesa y tratando de animarlo.

- Quiero bailar, drogarme y terminando el día tirarme de un puente.
- Heyy!! calla!

Me siento y ella pone un plato delante de mi, un tenedor, un vaso de leche...

- No sé.. - miro el plato, y veo de reojo que ella se sienta al frente mio y que comienza a comer y que me mira directamente. - Deja de mirarme así mujer!
Se ríe, me gusta que se ría.
- Ya, dime que haremos hoy, no quiero estemos encerrados todo el día..
La miro y tomo el tenedor.
- Y Edward? No vendrá? - como un poco - Puedo ir a conocer tu lindo pueblo congelado solo, no hay problema.

- Me prometió que vendría... - digo mirándolo y masticando algo, no sé si para que Martin lo sepa o para convencerme a mí misma - Podemos hacer algo los tres.

- ¿Quieres usarme de preservativo? Ni de broma!

- Martin!! - le replico por su expresión, aunque entiendo lo que quiere decir, a mí tampoco me gustaba ir con una pareja a solas - No seas así, no somos de estar pegados todo el día... - pienso en realidad, hace meses que no lo veo, demasiados, cómo somos realmente cuando estamos juntos? - Podemos hacer muchas cosas.

Y entiendo que lo de "hacer cosas" en su mente no debe ser algo bueno, porque empieza a reírse.

- ¿Oye que te pasa que tienes hoy? - pregunto fingiendo enfado - Ni que hubieras estado viendo películas X.

- Si, vi una antes de levantarme, tendido en tu sofa, calientito...
- Oyee!!!
Comienzo a reirme y ella a los segundos me mira y esboza una sonrisa.
- Me gusta que estés bien..
- Gracias.. - se ruboriza.

Y creo que en cierta manera - y no de la mala manera - la envidio, eso de que uno de tus amigos, y ahora que ella es la única que está, que tengo como para desahogarme, está establemente de novia...
Siento con ansias sentir lo que ella siente, aunque se ve que tiene miedo, pero lo tiene a él, está presente al menos.
Marie, extraño a Marie, más de lo que puedo soportar.

- Bueno.. - suspiro dandome vuelta, - Iré a ducharme.

Sube hacia la ducha, y no puedo evitar verlo desanimado, demasiado, como si subiese las escaleras arrastras. Y no es que yo esté a las mil maravillas, aunque haya mejorado, pero no quiero verlo así. Nos lo habíamos prometido.

Cierra la puerta del baño y comienzo a escuchar el agua de la ducha correr.

- Lo siento Martin.... - murmuro acercándome al grifo - Pensé que no tendría que volver a recurrir a esto, pero... - sin pensarlo dos veces abro el grifo, y al momento escucho un grito escaleras arriba.

- BEEEEEEEEELLLAAAAAAAAAAA!!!! - me río mientras recojo los platos del desayuno.

Subo las escaleras y mi cabeza gira entorno a ella, quiero ir a verla, quiero saber que me quiere, más que él, más que a nadie.

Abro la ducha y me saco la ropa.

Me relajo un poco al sentir lo caliente del agua, cierro los ojos y me mojo el cabello.
Mierda!!!

- BELLAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!! - grito, una broma de mal gusto, una broma digna de la señorita Bella Swan!
salgo de la ducha, amarro una toalla a mi cintura, abro la puerta y bajo corriendo la escalera.

- Estás loca??!!! - digo acercandome a ella que salta por que seguramente pensó que yo no bajaría.
- Martin!!! - grita y se pone a reir al segundo. - Lo siento, no pude evitarlo!!
Entorno mis ojos y me acerco rápidamente a ella y la abrazo y me seco literalmente en ella, se pone a gritar.

La suelto y me acerco al grifo y lo cierro.

- Eres peor que yo... y eso que yo no soy la que necesita una ducha de agua helada... - digo mirandola.

- ¿Qué quieres decir con eso? - pregunto indignada, si era él el que se pasaba haciendo comentarios y viendo películas sabe dios a qué horas de la noche.

- Ya me entendiste, querida I-sa-be-lla.

-.- vuelta a empezar!

- Oye tú... deberías agradecerme.... - aún por encima que lo distraía y lo hacía reír, o bueno, lo distraía al menos.

- ¿Por ofrecerme una pulmonía cada día? No gracias! - y se prepara para subir las escaleras de nuevo.

- Si serás... - pienso en insultos o algo que le pueda decir pero nada me sale, en lugar de eso, tomo lo primero que tengo a mano y se lo lanzo.

Un paquete de harina. De pronto Martin se ve todo blanco, literalmente, se voltea y limpia la cara, dejando sólo los ojos libres de aquel polvo blanco.

- Pues me parece que vas a tener que volver a ducharte... - trato de mantenerme seria, pero estoy a punto de soltar una carcajada.

- Definitivamente a ti, el amor te hace mal!!!

Corro hacia ella, y me resvalo entre pies humedos y harina.. me volveré una masa en menos de un minuto.

Tomo un huevo y antes de que arranque la tomo le brazo y se lo reviento en la cabeza, lanza un grito.

- Estás loco!
- Con qué cara me dices eso? Mirame!! - río - Paresco un pastel!!!
Lanza una carcajada y mientras ella se toma el estómago y se retuerce riendose de mi, agarro otro huevo y saco un poco de harina que tengo en el pelo y záaaaaaas! el lindo cabello de Bella ahora parece un arbol de pascua mal hecho.

- Eso es trampa!! - me mira y hace una mueca, el huevo corre por su cara. - Huelo pésimo ahora!
Me pongo a reir y ella se ríe conmigo, miro alrededor, me miro a mi, estoy lleno de harina, semi desnudo y ella con huevo chorreandole en la cara.

- Me das miedo te juro...
- Por qué dices eso ridículo.
- Es que me imagino como te comportarías si hubiera habido una real reconcilación.......

Y el comentario que das me enfurece, es un maldito que no deja de hacerme rabir! ¿Quería pastel? ¡Pues con gusto!

- ¿Pero tú quién te crees que soy? - pregunto acercándome a él, con un par de huevos en la mano.

- Bella ni se te ocurra, el huevo con la harina hará una masa espesa - dice dando unos pasos atrás.

- ¿Acaso piensas que soy algún tipo de salida sexual o qué? - me acerco un poco más.

- No, no, que va... aunque tienes toda la pinta.

- Tuu.... - murmuro acercándome del todo, Martin da un paso hacia atrás y se resbala en el suelo.

Aprovecho y me lanzo sobre él, estampándole los dos huevos en la cabeza.

- A que siiii ehhh, mira lo que te hace la salida... - y comienzo a remover las manos en su cabeza, mezclándolo todo, literalmente haciendo masa de pastel, mientras él trata de sujetar mis manos.

Y lo más gracioso de todo, es que no dejaría que subiera así arriba, lo pondría todo perdido, tendría que lavarse fuera. Con la manguera.

- Eres una... - murmuro forcejeando con ella.

- Una qué ah? dilo!! - y trata de no reir, se debate entre mis manos que se resbalan en sus muñecas y sus ganas locas de pegarme en la cara.

- La más linda de todas, obvio....

- Eres tú el moustro!!! - al fin puedo tomar sus manos y que dejen mi cabello y mi masa de pastel.

- Cómo sabes que te iba a decir moustra?? - me pongo a reir y eso hace que se ponga más enojada.

- Demonioo!!! - se sienta sobre mi y eso hace que me duela una parte íntima muy importante en mi anatomía, doy un pequeño grito.

- Bella!! - me quejo y trato de ver si estan vivos con mi tacto. - Bájate porfa!

Se tapa la boca y se sienta cerca mio.

- Estás bien? Ohh Martín, lo siento..

- Si no puedo tener hijos por tu culpa, juro que te demandaré!! - me pongo en posición fetal por un momento, y mientras ella me mira asustada y yo sigo quejandome suavemente ( ahora de mentira ) voy agarrando la harina y esa mezcla asquerosa que calló en el suelo.

- Perdón, perdón!! - sigue medio conmocionada, sentanda en el suelo y yo trato de no reirme por su cara.
Levanto la mano ocupada por la mezcla perfecta y se lo lanzo en la cara.
- No puedes decir que no me lo debes. - la miro y me siento al frente de ella.

Me quedo con cara de pánfila sentada en el suelo de cualquier manera, con Martin enfrente sentado del mismo modo, sólo vestido con una toalla y todo blanco de harina. Vale, la situación era un poco rara, pero realmente me sacaba de mis casillas. Era como si siempre quisiera quedar por encima de mí, o a la inversa, quizás era yo quien quería eso. Qué más daba. Pero él no iba a ganar.

Quito restos de harina de mis ojos y miro alrededor. Piensa Bella piensa. ¿Una sartén en la cabeza? No, demasiado agresivo... ¿arrancarle los pelos de las piernas? Posible opción...

- Déjalo estar así Bella, realmente será mejor, o saldrás herida, aún más - se burla mirándome.

- Sí claro, mejor... - murmuro levantándome del piso.

Martin hace lo mismo y se levanta, creyéndose ganador, sacudiéndose un poco.

- Eh eh donde vas, no puedes subir así arriba - digo señalándolo.

- ¿Y qué quieres que haga?

- Mejor por qué no... - de la pelea hemos quedado justo al lado de la puerta principal, la abro de un golpe y aprovechando que lo he cogido desprevenido lo empujo hacia fuera y cierro rápido poniendo la llave.

- Bella esto no tiene gracia, ¡ábreme ahora mismo! - golpea la puerta.

Lo veo a través de la mirilla. Semi desnudo y enharinado, con huevos en la cabeza, y seguramente con bastante frío. Por no decir que cualquiera podría pasar por delante de casa y verlo. Pero le viene bien un escarmiento.

- Oh sí, ahora te abro! Cuando termine de ducharme! - grito para que me escuche y subo escaleras arriba.

Estaba siendo demasiado mala? Bueno, igual se lo merecía. Después se tomaría algo para el resfriado y listo, pero así se "enfriaría" un poco. Voy hasta mi cuarto y me quito la ropa, quedando sólo en ropa interior, y dejando la sucia en el suelo. Sino pondría todo perdido.

Mierda mierda mierda mierda mierda mierda mierda!!!

Grito su nombre, pero no me oye o mejor dicho, no me quiere oir. Esto se está pasando a otros límites.

Miro hacia arriba, su ventana, veo sombras, está arriba.

Doy vuelta la casa, tomando la toalla por si viene un viento y me arrebata lo único que tapa mi dignidad, y busco una ventana abierta, mis pies se pinchan con algo, comienzo a cojear y a respirar cada vez más seguido de pura rara.

Y por fin, una ventana que estaba fácil de abrir, sin el seguro, entro sigiloso, está arriba, siento el sonido de la ducha.

Camino a la cocina y no lo pienso dos veces, abro el grifo del agua, y como resultado...Bella gritando en un segundo.

Me voy al sillón, tal como estoy, un pastel en la cabeza y todo lleno de barro en los pies, prendo la tele.

De pronto el agua me sale tremendamente fría, congelada. Suelto un grito y me aparto evitando que el agua me toque.

Maldito Martin..., pienso para mí.

Extiendo la mano y toco el agua, sigue horriblemente congelada.

- MARTIIIIIIIIIIIIIIIN - grito para que cierre el grifo de una vez - CIÉRRALO YAAAAA!!!!!

Yo se lo hacía, pero no duraba tanto tiempo... Quedo un par de minutos más, y al ver que seguía igual de fría, decido bajar yo. Estoy tiritando, enrollo una toalla alrededor de mi cuerpo cuidando que no se me vea nada, y salgo del baño, con el pelo empapado y el agua chorreándome los hombros.

Bajo las escaleras farfullando mil y una maldiciones en voz baja, y al llegar lo veo sentado en el sofá, MANCHÁNDOLO TODO, y tan tranquilo viendo la televisión.

Voy hasta el grifo de la cocina y lo cierro.

- TÚUUUU!!!! - me acerco hasta donde está mientras él me mira divertido, y puedo asegurar que las ganas de estrangularlo en este instante son mucho más altas que las de distraerlo - ¡Te bañarás fuera! ¡Con la manguera! ¡Y sal de ahí YA!

Baja mojandolo todo y con una cara que en vez de irradiar frío, irradia calor de la pura rabia.
La miro por un pequeño instante, me "obliga" a salir fuera, pero es claro que no puede tomarme en brazos y llevarme, con el frío y el agua helada, aunque pensando, tampoco tengo mucha opción aquí, estoy convirtiendome literalmente en un pastel y comienzo -- aunque quiero disimularlo.. -- a tener un frío de mierda..

- Del amor al odio... - suspiro y cambio el canal.
- Deja de joder Martin!!!
- Dejo que te bañes con agua calientita si me prometes no ponerme agua helada cuando me toque a mi...
- No te meterás a mi ducha así.. - medio sonríe, medio que le hago una mueca. Se pone seria y evita un tiritón de cuerpo entero.
- No te bañarás con agua caliente entonces...

Gruñe y golpea con los pies el piso, evito una carcajada.

- Vamos que ya tengo frío.. - susurro mirandola.
Siento como se para detrás mio como si fuera a estrangularme o quizás solamente quiere esconder su cuerpo mojado de mi vista.

- Qué Mier...?... - Me di vuelta hacia donde viene el sonido de la voz..

Y las ganas de apretar su cuello aumentan, o de pegarle hasta que me canse, o ahogarlo con un cojín. Algo tengo que hacer, algo...

Martin se gira justo cuando estoy detrás de él, pero no mira hacia mí. La puerta de casa acaba de abrirse, y Charlie aparece en la entrada, mirándonos. Siento cómo mis mejillas enrojecen a pesar del frío. Miro de reojo el suelo de la cocina lleno de harina y restos de huevos, todo hecho un desastre. Yo medio desnuda. Martin casi desnudo.

- Pa-papá... - tartamudeo.

- Bella... - la voz apenas le sale, se siente tremendamente incómodo - ¿Qué significa ésto?

Me quedo petrificada. Porque no creo que se imagine nada raro, con restos de comida... ¿no? Pero qué ibamos a hacer, preparar un pastel cuerpo a cuerpo? Mis palabras se atragantan, y veo que Martin se levanta para hablar.

Me levanto del sofá y miro la escena surrealista en la que estamos, Charlie y su poker face y Bella en toalla, estilando y su cara.. parece como que Charlie de pronto se a convertido en Fredy Krueger, creo que en cualquier momento se larga a llorar y sube corriendo por que es claro que, no tenemos cómo explicar esto..

Trago saliva.

- Verá... - digo suavemente.
Charlie cruza los brazos y me mira, esperando a que hable.
No hay mejor como la verdad.
- Me levanté temprano, quise hacer desayuno, pero soy un desastre en eso, bajó Bella - Miro a Bella..
- Y como fue que terminaron así?
Ahora mira a Bella.

Me quedo sin saber qué decir. Osea no había pasado nada, pero tampoco iba a explicarle que anduve jugando con sus huevos, osea, que le estampé sus huevos. Huevos, sólo huevos. En su cabeza. Ufff... no podía ser tan estúpida.

- Bueno papá, yo es que iba a ducharme y... ACHÍIIIIIIIS! - solté un estornudo, y después otro.

- Te estás resfriando! - me dice Charlie.

- Si, mejor subiré a ponerme un albornoz, ya vengo - digo subiendo las escaleras.

- Sigue explicando jovencito... - escucho la voz de Charlie con Martin, mientras yo entro a mi habitación a ponerme una bata.

Spoiler:

Se salvó por un estornudooo?!!!!! Puedo estornudar yo también?

- Es todo mi culpa, comenzamos a jugar sanamente y así quedamos, Bella se fue a bañar para sacarse lo que tenía de harina y...huevo - lo miro fijamente, quiero que entienda que no es mentira - .. y yo le abrí el agua helada y bajó...

- No puedo entender que hayas hecho eso.. - dice serio - hablaré con Nora...
Que puedo decir?


Siento a Bella bajar, nosé si habrá oído pero.. es mi fin, vuelvo a Canadá, sin Marie... sin nada.