Casa de los Swan

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No puedo creer que lo esté haciendo. Coloco el auricular cerca de mi oído derecho, de nuevo aturdida por el propio sonido de los latidos de mi corazón.

Un tono, dos tonos...... Demetri me mira sonriendo, parece estar divirtiéndose con todo esto.

- ¿Qué quieres? - responde de un modo un poco brusco, diría yo, no parece gustarle demasiado Demetri, pero sin duda es él, es su voz, es mi... es él.

- E...Edward.... - pronuncio su nombre de un modo extraño, no siento dolor, sólo alivio, porque lo estoy escuchando, al fin tras tres meses, de nuevo su voz me calma, aunque ni siquiera me hable a mí.

Siento cómo se le hiela el aliento al otro lado, en seguida me reconoce. Quisiera decirle tantas cosas, que por favor vuelva, que sé que no me quiere, pero puedo cambiar, puedo hacer lo que él quiera, puedo ser mejor...

- ¿Ed cielo quién es? - escucho una voz femenina a su lado, demasiado cerca, y el corazón se me para.

Otra. Con otra mujer. No eran los Vulturis, no era por mí, o no de modo directo, era... era que estaba con otra.

- ¿Bella? - lo escucho pronunciar mi nombre, pero no respondo, únicamente la voz de aquella chica retumba en mis oídos.

¿Bella? ¿Qué haces llamando desde este número? ¿Estás con Demetri? ¿Qué hace ahí? ¿Bella estás bien?

Todo suena demasiado lejos, como un eco. Aparto como a poco el teléfono, petrificada, creo que ni siquiera consigo llorar. Es el golpe final, el golpe de gracia, lo necesario para que de una vez fuese consciente, que él no va a volver, que ya nunca más habrá un "nosotros", que ahora será él y otra...

Dejo el teléfono encima de la mesa, sin colgar, todavía escucho su voz hablando, lejana. Y siento como el agujero en el pecho ahora es inmenso, mucho peor que antes, pero también siento que es algo que no va a cerrarse, que se quedará así para siempre, dejando un vacío en mí. Me siento, creo que en el mismo suelo, no lo sé, sólo sé que duele, que no debería haber llamado, que ojos que no ven corazón que no siente, en este caso oídos que no escuchan... no hacen sufrir.

Estoy tan cansada de estar aquí.
Acechada por todos mis miedos de la niñez .
Y si tienes que marcharte
Desearía que directamente te vayas.
Porque tu presencia aun permanece aquí.
Y no me quiere dejar sola.

Estas heridas no parecen sanar
Este dolor es demasiado real.
Hay demasiadas cosas que el tiempo no puede borrar .

Cuando llorabas yo secaba todas tus lágrimas.
Cuando gritabas yo peleaba contra todos tus miedos.
Y he apretado tu mano por todos estos años.
Pero igual todavía tenienes todo de mi.

Solías cautivarme.
Con tu luz resonante.
Pero ahora estoy atada a la vida que dejaste .
Tu cara aparece en los que fueron alguna vez sueños placenteros
Tu voz persiguió toda la cordura que me quedaba.

He intentado con todas mis fuerzas convencerme de que te fuiste .
Y aun así todavía estas conmigo
Estuve sola todo este tiempo.

Oigo la voz de Nico a lo lejos y algo en mi se enfurece. No entiendo porque me provoca celos que le llame cielo, que esté tan cerca de él, no soporto el simple hecho de que quizás yo no soy su favorito. De que puede sustituirme... Pero lo cierto es que nunca podré decirselo, nunca podré admitirle que creo que me estoy enamorado. No con el significado que le damos, que estoy enamorado de verdad. Como lo está Isabella de Edward... Pero eso me lo tendré que callar, no sería justo hablar. La traicionaría, y a mi también.

Mientras el va hablando a mi se me parte un poco el alma al verla así. Sentada a los pies del sofá, viendo como lagrimas saladas corren por sus mejillas. Parece que cada una de ellas la quema. Sus ojos brillan, pero no de felicidad brillan por lagrimas... Brillan porque es su última luz. Se apagan lentamente se apagan...
Cojo el teléfono, súbitamente me dan ganas de pegarle un puñetazo al vegetariano que rompe sus principios. Que ni siquiera se da cuenta de lo que hace... Del daño que provoca. Que se esconde en cuanto las lagrimas cubren el rostro de Isabella.

-Vete a la mierda Cullen.-Digo secamente y cuelgo el teléfono. Ni siquiera se merece que ella llore, se merece un derechazo en la mandíbula.

Ella parece no oír nada, sigue mirando al vació como si se encontrará en un agujero negro, dónde sólo tiene cabida el vació. Me agacho junto a ella y la abrazo otra vez, la acuno en mi regazo y sigue llorando, parece más aliviada. Tal vez dejarla llamar haya sido demasiado.
Pero espero que Edward entre en razón y se largue de Volterra, venga aquí, la convierta y deje de dar por culo a los Vulturis...

-Lo siento...-Digo en su oído.

De nuevo siento el frío del abrazo de Demetri, pero más frío siento por dentro. No sé qué decir, más bien no puedo decir nada... Las palabras se me agotan en este caso.

Necesito a Jake, necesito contarle lo que ha pasado, desahogarme pero... no puedo hablar, no tengo fuerzas.

Demetri vuelve a abrazarme y se separa un poco, agachado a mi lado. Lo miro a los ojos buscando respuestas, tratando de encontrar algo que me ayude a despertar, que me haga creer que es una pesadilla. Pero los malos sueños no duran tanto, esto era un cuento sin final, donde sólo podía sufrir.

Coloco los brazos sobre mi estómago. Me siento desprotegida, abandonada. De nuevo. Una y otra vez, su recuerdo me golpea, como una manera de recordarme que sigo viva, que no lo olvidaré nunca. Pero no me gusta que me vean así, sólo cuando estoy sola puedo mostarme tan miserable como él me hizo sentir.

- No... pasa nada... Yo sabía... - es lo único que consigo decir.

Bueno Nico había hecho la misión por mi. No sabía si tenía que quedarme allí para que se desahogara o volver a Volterra. Pero si la dejaba sola era capaz de hacer cualquier locura...

Tal vez Edward apareciera aquí y me plantara un puñetazo, o accediera a convertirla. Pero lo mejor es que supiera la verdad... Pero no de mis labios.

-¿Me crees ahora cuando te digo que no es único?-Intenta hablar entre hipidos.

-Es único para mi...-Suspiro.

-Isabella no estoy aquí para que me demuestres nada ¿sabes? Ya te lo he dicho antes.-Parece no fiarse.-¿Tan importante es ese Cullen para ti?

-Si...

-Vale, vale... No hay manera de convencerte de que hay cosas mejores por las buenas, así que por las malas.-Me mira confundida y sin darle tiempo a reaccionar la beso. Un beso dulce, tierno. Y tengo que admitir que sus labios saben bien.

No me da tiempo a reaccionar siquiera, cuando acerca más su rostro y me besa a la fuerza, haciendo que el llanto cese. Sus labios son fríos, pero a la vez cálidos, me recuerdan tanto, tanto... y por un momento creo que es él, que viene a convencerme de que nada ha pasado, que todo es como siempre, que me quiere y estará a mi lado, que no se alejará de mí... su aliento me eriza la piel, cierro los ojos y lo veo. En cada forma de su cara, en sus pómulos, en sus ojos, en sus labios, Edward ha vuelto por mí...



Entreabro la boca y dejo que me bese, quiero que se lleve todo el dolor que hay en mí, mientras esté conmigo, nada más me importará... Levanto las manos y me aferro a su nuca, sujeto con fuerza los mechones de su cabello.

No sabes cuánto te he echado de menos, Edward...

Abro los ojos y me separo bruscamente. ¿Qué he hecho? Demetri sonríe mientras me mira. No es él, no es Edward, se ha ido, no va a volver. Y los labios de Demetri podrían recordármelo, pero NUNCA, nunca sería lo mismo, porque aunque fuera un vampiro, no eran los suyos los que buscaba, de los que quería consuelo.

- ¿Qué has hecho? - digo levantándome, enfadada.

- Demostrarte que hay vida más allá del Cullen.

Y sin saber por qué, me enfurezco. Porque sé que hay vida más allá de él, aunque me cueste aceptarlo. Pero eran los labios de Edward los que quería, no los suyos, no tenía derecho a robarme ese beso.

- Creía que eras él, te habría empujado si no fuese así.

Demetri suelta una carcajada.

-Creía que eras él, te habría empujado si no fuese así.

No puedo evitar soltar una carcajada. Se miente más de lo que yo podría mentir.

-Venga ya, eso no te lo crees ni tu. Sabías que era yo y no tu vampiro.-Está furiosa, rabiosa pero en el fondo sabe que tengo razón. Por Satanás que tozuda es está humana...

-¡NO TENDRÍAS QUE HABERLO HECHO!-Sonrío. Me vuelvo a acercar.

-¿Y si lo vuelvo a hacer que? ¿Que me vas a hacer?-Me mira ceñuda, pero se destensa un poco.

-En el fondo no te ha molestado que haga eso si te ha recordado a el. ¿O me equivoco?-Permanece callada mirándome fijamente. Y en ese momento me doy cuenta de algo, un olor extraño, ardiente. Como si un humano se metiera vodka por los ojos. ¿Que coño...? Se lo comentaría al maestro.

-¿No vas a decir nada?-Es mi último alegato. Si con esto Edward no la convierte habría que aplicar el plan B, aunque no creo que ese le gustara mucho al ex-Cullen...

Llegando a casa de los Swan vi un coche desconocido aparcado en frente. Que raro, tal vez el invitado vino en un auto de alquiler.

Estacioné, bajé del coche y me acercaba a la casa cuando algo me crispó los nervios. Mi instinto me decía que algo no iba bien.

En vez de golpear la puerta me asomé por la ventana. Y ahí estaba, un hombre guapo vestido de traje, todo redundante. Lo único importante era que se trataba de un vampiro. Mi primer impulso fue meterme dentro de la casa y atacarlo, pero eso sería demasiado peligroso para Bella.

Tomé unos segundos para observar lo que ocurría. Ella parecía estar bien, no parecía sentir miedo, ni él trataba de atacarla. Hacen un llamada. Cortan. Siguen hablando y de repente... Se besan?!!!! Pero que es esto?!!!!!!

No sabía que hacer así que sólo me quedé allí, impotente y con el corazón roto. Nunca obtendría su corazón, siempre había alguien por encima mío-. Y aparentemente el fetiche de Bella son los vampiros...

Estoy furiosa, no sé qué es lo que pretende este Demetri Vulturi, pero me saca de quicio. Y aunque no pueda negar que el beso...

No podía creerlo. Mirando hacia Demetri, a sus espaldas, veo en el reflejo de la ventana a... ¿Jake? ¿Qué diablos hacía aquí? Y... ¿qué era lo que había visto?

No, no, no podía pasar esto. Jake no podría entrar, Demetri no podía verlo. Eran enemigos, mataría a Jake, y no podía permitirlo.

- Espera aquí. Había quedado en darle clases a la hija de la vecina, debo avisarla para que no venga.

- ¿Qué? - pregunta sin entender mucho.

- ¿No querrás otra niña humana aquí no? Ahora vengo.

Salgo por la puerta delantera, un poco nerviosa. Creo que me ha creído, aunque notaría mi nerviosismo. Camino hacia un lateral de la casa, pasando por la ventana donde yo había visto a JAke, miro hacia dentro y Demetri está apoyado en la mesa de la cocina, mirando no sé que. Continúo andando hasta el otro lateral de la casa, donde no hay ventana, y lo veo, agachado contra el suelo, con la mirada perdida.



- Jake.... - las lágrimas comienzan a salir de nuevo, necesitaba estar con él, hablarle, pero en sus ojos veo que está raro, creo que ha visto.... lo de Demetri.

- ¿No deberías estar dentro? - pregunta con un poco de furia en su mirada.

- ¡Jake no es lo que crees! - lo que necesito ahora no es que se ponga así...

- ¿El qué no creo Bella? ¿Sabes qué? Da igual. No tienes por qué explicarme nada - dice levantándose, dispuesto a irse, herido.

- Jacob por favor - tiro de su brazo para que no salga a la calle, quedando más pegada a él - Es un Vulturi, son peligrosos. No pueden verte, te matarán si descubren lo que eres.

- ¿Y entonces qué hacías tú...? - no termina la frase.

Bajo la mirada, como cada vez que hablo de Edward, aunque sean pocas.

- Creía que Edward estaba en peligro. Pude llamarlo y... bueno, él ahora está con otra... - trato de no derrumbarme de nuevo - Demetri se aprovechó de la situación...

- ¿Demetri es el que está dentro? Pues ahora mismo veremos.... - vuelve a caminar de nuevo, y noto cómo arde su piel. Debe controlarse.

- Jake por favor! - trato de hablar lo más bajo posible - No puedes exponerte! Te lo contaré todo cuando se vaya, te lo prometo, pero ahora debes irte, ve al bosque, haz tiempo. Te llamaré al móvil en cuánto se vaya.

- ¿Y crees que te dejaré sola con él? - pregunta aún enfurecido.

- Por favor, Jake. Tengo que volver o sospechará. Espera mi llamada. No entres, por favor. Piensa en la manada, piensa en mí. Nos pondrás a todos en peligro - me acerco a él y lo abrazo, lo más fuerte que puedo, necesito que me haga caso.

Y me voy casi corriendo, de nuevo a mi casa. Hemos hablado bastante bajo, y apartados de donde estaba Demetri, así que no había posibilidad de que nos escuchara. Entro dentro y sigue en la misma posición, suspiro aliviada, NO nos ha visto [queda claro no?xD].

Demetri arruga un poco la cara.

En está casa apesta, no se a que huele pero me entran unas ganas de matar, desgarrar y morder incontrolables.
Isabella sale corriendo por yo que sé que razón, tampoco importa demasiado aunque hay algo sospechoso. Está nerviosa, se le acelera el pulso y mira a todos lados. Vuelve a los pocos minutos y ese olor, otra vez.

-Isabella pero se puede saber a ¿que ... mier-rectifico-... huele aquí?-Desvía la mirada otra vez y se hace la loca.

-No se de que hablas.-Y cuando noto el olor alejarse otra vez unas luces de neón se encienden en mi cabeza. ¡¿Como no lo había recordado antes?! Aro me dio informes sobre ello, pero no menciono nada de que también estuvieran en Forks, ni tan sólo sopese el hecho de que tal vez me toparía con alguno. Licántropos. No los había olido nunca por eso no lo reconocía.
Y Edward decía que estaba segura... Lo que me faltaba por oír... No podía entender como en este pueblo perdido de Washington se podían concentrar tanto sobrenatural...

-Mira tengo prisa, así que bueno me voy. Ah pero recuerda lo que te comente... Tal vez sea lo mejor para él y para ti...-Baja la mirada otra vez, creo que me odia por haberla besado pero que más dará. Tampoco es que mi vida dependiera de una humana. Además lo iba a admitir, en el fondo le había gustado y no me había aprovechado. Podría haberme apartado y pegarme un bofetada o algo así. Pero casi me arranca un mechón de pelo. Me toco el pelo involuntariamente al recordarlo. Me acerco un poco a ella y le doy un beso en la mejilla. Se sonroja, me hace tanta gracia que lo haga.-Si cambias de idea ya sabes dónde encontrarme.-Digo guiñándole un ojo.

Voy hasta mi coche y vuelvo a sentir ese olor pero lejos. Hoy no era el día de buscar problemas, pero otro día vendría por aquí a pasármelo bien. Me subo al coche, hago que ruja el motor del Alfa Romeo y salgo de ese pueblo con dirección a Port Angeles. En 4 horas estaré de vuelta en palacio.

CONTINUA EN VOLTERRA, PALACIO DEL PRIORI.

Quedo desconcertada. Realmente hablaba en serio, lo de mi... conversión. Quizás fuera lo mejor para los dos, lo sería si realmente me quisiera, si no estuviera... con otra. ¿Pero qué sentido tenía, convertirme para no estar con él?

Trato de despejar mi mente, pero estoy demasiado confusa. Jake, jake... tengo que llamarlo. Busco mi móvil y marco su número, descuelga pero no dice nada.

- Jake... puedes venir. Por favor.

- Ahora voy - dice bastante poco convencido, y cuelga.

Me muevo a lo largo del salón, esperando.

El telefono sonó:

- Jake... puedes venir. Por favor.

- Ahora voy

Entré y ella estaba esperandome en el sillón. con cara de compungida.

-Bueno, escúpelo, quien es ese??? es tu visita? por ese me dejaste plantado???

-No Jake, apareció de sorpresa. Yo ni lo conocía hasta hoy.

-Vaya pues si así tratas a un desconocido... Bueno y??? para que vino??

-Pues, quería hablarme sobre Edward... y... mis opciones...

-Que opciones??? La noté aún mas incómoda... de que hablas Bella???

Suspiro una y otra vez. Sé que no va a entenderme, pero ni siquiera he pensado nada, igualmente no le gustará lo que me ha dicho Demetri.

- Bueno ya te había hablado de los Vulturis... son como la realeza vampírica, hacen cumplir las normas entre todos los de su raza, y bueno, según me habían contado no eran demasiado "buenos"....

- Si, si ya sé, ahí es donde está Edward.

- Pues ese es el punto... En realidad no sé qué pretendía este... Demetri. Vino a confundirme, a hablarme sobre las opciones...

- Bella no entiendo lo que quieres decir, explícate bien! - estaba bastante molesto, podía verlo.

- Bueno... sólo te diré lo que él me ha dicho, no es lo que yo piense... dijo que quizás lo mejor, para todos, sería que... bueno... me convirtieran ellos en vampira...

Miro hacia el suelo incómodamente, esperando su reacción. Únicamente está pensando en Demetri, creo que ni siquiera se ha dado cuenta de cómo estoy yo, de lo que he pasado, de la conversación con Edward....

:dfduujj:

-Para todos?!!!! Para quienes???? para ti no lo creo, y ciertamente tampoco para Charlie y Reneé, y tampoco para mi, aun que no creo que te importe demasiado... y si es bueno para los vampiros, tu no les debes nada a ellos. Es mas, uno de los suyos destruyó tu vida, te expuso al peligro de ser su novia y de conocer su mundo, y luego te dejó tirada como un trapo. Asi que dime Bella, te parece que eso sería lo mejor??

Sus palabras me hieren, como si yo ya hubiese tomado la decisión, como si fuera cosa mía. No aguanto más y me derrumbo, me encojo sobre el sofá y rodeo las piernas con las manos, mientras rompo a llorar.

- Edward está con otra Jake - suelto sin más, siendo consciente de mis propias palabras, y de lo que dolían.

- ¿Qué dices? - seguía enfadado pensando en lo de antes, ¿que no se daba cuenta?

- Lo llamé desde el móvil de Demetri. Está con otra mujer - sollozo - así que no te preocupes, no hay nadie a quien le interese que sea vampira....

-Lo importante y lo que me preocupa es que te interese a ti. Ese tipo no se merece tus lagrimas Bella, no te merece y, aun que te duela oirlo, te ha dejado. Debes hacer de tripas corazón y seguir adelante. Pretende que ellos no existen. Será lo mejor para todos...

Ella no me respondía... solo lloraba...

-Yo... lo siento mucho, no te quiero lastimar. Es que me dolió mucho verte con esa cosa y me mata la idea de perderte. Comprenderás que no podríamos ser amigos si tu fueras uno de ellos. No podrías ver a tu familia y a tus amigos... no es la vida deseada para nadie Bella... entiéndelo, sácalo de tu cabeza y mira a tu alrededor. El mundo no empieza ni termina en los Cullen. Estas rodeada de gente que te quiere, que se desvive por verte feliz, y yo soy uno de ellos. Yo... yo te amo...

Por un momento me lo imagino. Imagino a Demetri convirtiéndome, que hiciera lo que tuviese que hacer. Despertando al mundo vampírico, moviéndome igual que uno de los Cullen, corriendo de la mano de Edward, siendo feliz... y sí, sería la decisión que tomaría. La que en otro momento, aceptaría sin dudar.

Pero aunque me doliese, tal como decía Jake, Edward me había dejado, y no iba a volver, jamás lo vería de nuevo... Tenía dos únicas opciones, o morir, no convertirme, sino dejar de vivir por completo.... o seguir adelante. No iba a negar que lo pensé muchas veces, demasiadas diría, la idea de suicidarme se me presentaba cada noche tentadora, antes de comenzar las pesadillas. Pero si moría de ese modo, Charlie se quedaría sólo, nunca se recuperaría, no podía hacerle eso.... ni tampoco a Jake.

- Yo... yo te amo... - escucho sus palabras finales, y me quedo más desconcertada aún.

Sabía que... bueno, quizás, Jake sentía por mí algo más que amistad, pero todo este tiempo, sólo fuimos eso, tampoco intentó otra cosa, pensaba que... a lo mejor ya no seguía interesado. Pero escuchar esas palabras me lo habían recordado de nuevo, y no sé qué contestarle. Al menos, el llanto ha cesado.

- Jake no... tú sólo... estás confundido... - susurro.

- No Bella - se acerca más a mí, y con su mano retira algunas de las lágrimas de mis mejillas - no estoy confundido...

Mi corazón late deprisa. Siento que es demasiado por hoy, que en cualquier momento me dará un infarto.

- Jake yo no... no sé... sabes que yo... Edward... no..... necesito tiempo...

No pude evitarlo. Lo sentí como una bofetada. Que tenia este chica a caso?? amaba romperme el corazón??? Lo pisoteaba una y otra y otra vez... Siempre soy yo el que esta allí para recoger sus pedazos, soy yo el que nunca la deja, el que vela por su seguridad y su felicidad. Él la desprecia, se marcha y se olvida y ella lo sigue vanagloriando...

-Bueno Bella, si quieres tiempo lo tendrás. Siempre hago lo que tu quieres. Quieres que me marche y lo hago, quieres que me quede, también lo hago. Decide tu por todos nosotros. Decide seguir torturandonos, mostrando ese aspecto de muerto vivo que nos rompe el corazón. Lo único que te importa es él. No importa cuan miserables nos haces a los que verdaderemente te queremos.
Y lo peor de todo, es que sin importan cuanto me rechaces, cuanto me hieras, yo sigo aquí, firme a tu lado, dándote todo lo que él te negó. Supongo que en ese sentido soy igual que tú. Me aferro a algo que evidentemente no puede ser...

Quizás sí estaba siendo demasiado egoísta, pero me encontraba demasiado mal como para hacer otra cosa. De nuevo hoy, me había roto en pedazos,¿no podía verlo? Yo no podría querer así a nadie.

Y me duele verlo así, que me haga sentir culpable de cómo se siente, porque seguramente lo sea, pero no sé qué hacer al respecto.

- Lo siento... - susurro, y las lágrimas comienzan a brotar de nuevo - Siento mucho hacerte esto... tienes razón, te hago daño, y no quiero eso. Yo... bueno Jake. Eres libre para irte cuando quieras, para... dejarme con mi amargura. No tienes por qué atarte a una miserable. Estoy siendo demasiado egoísta, y tú te mereces ser feliz... No voy a buscarte más, si es por tu bien, y es lo que quieres, no... no te haré más mal. Eres libre para irte - hago como que indico la puerta, y algo de nuevo se me rompe por dentro.

Pero no puedo hacer otra cosa, si él ahora quiere más de mí de lo que puedo dar, si siendo mi amigo sufre más que cualquiera, no puedo impedirle que se vaya, que trate de buscar su felicidad, lejos de mí. Quizás, en un día cualquiera, lo había vuelto a perder todo, ahora, incluso a Jake.

-No entiendes nada... to me siento atado a ti como tu te sientes atado a él... por el bien de ambos esperemos que no sea así siempre... Me voy a casa, creo que necesitas reorganizar tus ideas. POR FAVOR si vuelve a aparecer ese vampiro no te quedes sola con él. LLamame aun que sea para que estemos alertas. Ah, por cierto, no me contestaste si era tu huesped¿?

-Eh??? no no, es un pariente de Charly, llegará en un rato...

-Pues ve a arreglarte entonces que se va a asustar si te ve de este modo!!

-Si, me voy a dar una ducha...

-Bella, disculpame si te hice sentir mal. Yo te quiero y quiero solo lo mejor para ti. Llamame si me necesitas...

No sé qué más puedo decirle, no quiero hacerle daño, pero también, y extrañamente, lo necesito. Me levanto y voy hasta la puerta, donde Jake ya está de pie dispuesto a salir.

Veo la tristeza en sus ojos, y me duele, porque él siempre está para mí, y nunca miro qué es lo que él necesita. Estiro mis manos y lo abrazo. Entierro mi cara en su hombro, escondiéndola. Quizás sólo necesitaba eso, un abrazo, yo sí lo necesitaba....

- Perdóname Jake. De verdad, lo siento... no quiero que te alejes de mí.

Me siento avergonzada. Han pasado más de 4 meses desde que Edward me dejó, sé que no me quiere, incluso que está con otra, y aún así sigo negándome a aceptarlo, por alguna extraña razón. Bueno, extraña no, porque aún lo quiero, y sé que eso seguirá siendo así pase lo que pase...

Pero no puedo dejarme morir, si dejo que Jake salga por esa puerta, que posiblemente se enfade y tarde en volver, que me abandone, también, entonces sí que nadie podrá levantarme, vivir no valdrá la pena, simplemente porque no hay nada que quiera vivir.

Me separo un poco de él, trato de no agachar la mirada y busco sus ojos. Los veo brillar, por una vez en mucho tiempo, y acerca su rostro un poco al mío. Me da miedo que algo pase, no estar lista para ello, porque no lo estoy, pero tampoco quiero perderlo... Y un calor me invade de pronto, no es cosa mía, creo que es su cuerpo, desprende unas especie de radiación que hace arder mis manos, aferradas a su espalda todavía.

- Bella.... - susurra cerca de mi rostro, y no sé qué hacer. Tengo miedo....

Acerco un poco más mi barbilla a la suya, y no sé si es él, o soy yo, pero en un pequeño roce, nuestros labios casi se juntan. Lo beso, pero no en la boca, sino en la comisura de los labios, justo al lado.

La tenía tan cerca. Era mi sueño hecho realidad. Ella avanzó hacia mi y yo, instintivamente copié su movimiento. Un Beso a medias...
Debo ser idiota por lo que pienso hacer. Mi mas profundo deseo, pero no quería que fuera así. Ella debia quererlo tanto como yo, no sólo aceptarlo... Tomé su cara entre mis manos, le di un beso en cada mejilla, la abracé y le dije:

-Tomáte tu tiempo Bella, yo estaré aquí para esperarte...

Me da dos besos en la mejilla y se va. No sé si vuelva hoy, o mañana, solamente sé que estoy mucho más confundida de lo que ya estaba. Quedo parada en la puerta de la entrada, hasta que el "tic" del reloj de la cocina me hace reaccionar. Giro la cabeza y miro la hora. Se supone que debería haber salido hace 30 minutos si quería llegar a tiempo a recoger a Martin. Aún no he salido, y ya voy con retraso. Y por encima, con mi camioneta, que no pasaba de 70 km/h.

Subo a mi cuarto desganada, pero a la vez apurada, apenas tengo tiempo de tomarme una ducha rápida, ponerme una camiseta fresca y salgo con el pelo aún mojado. Meto las llaves y un par de cosas en el bolso y salgo hacia el aeropuerto de Port Angeles.

CONTINÚA EN OTROS ESCENARIOS-PORT ANGELES

Aparcamos en una casa blanca, no muy grande, rodeada de arboles, con un bosque al lado
de la casa... En realidad todo el pueblo contenía un constante follaje verde, todo
verde y con frío, mucho frío.

- Esta es mi casa... – suspira y apaga el motor.

- Es horriblemente pequeña!! – digo irónicamente, - Apuesto a que dormiré en el
sillón! – digo riéndome.

- Apuesto a que si! – dice bajándose rápidamente de la camioneta.

Me bajo como puedo - entre la mochila y la maleta -, ella avanza casi sin animo a la
casa, pareciera como si estuviera acostumbrada al frío.

Paso por el asfalto y mis pies resbalan, en un segundo tengo todo el trasero mojado y
adolorido, murmurando malas palabras por lo bajo me levanto y de mala gana veo como la
chica se tapa la boca para esconder la risa.

- Anda, apurate que se hiela la casa!

- No sé cómo aguantas el frío! – digo cuando paso a su lado para entrar a la
casa.

- Qué, en Canadá no hace frío?

- Claro que si, pero aquí es húmedo y helado, creo que el clima de aquí es
anormal! – dejo la maleta en el pasillo, el pequeño pasillo. No me quito la chaqueta
de cuero, ni los mitones. La casa contenía el mismo frío que había afuera.

- Quieres un chocolate caliente?

- Un capuchino puede ser?

Se ríe y yo me contengo, comienzo a tener mal humor, aunque ella sea amable, siento a
ratos que no quiere que la molesten mucho, que quiere estar sola.

- Tengo chocolate y café, el simple café de tarro, elige.

- Chocolate.

Me siento en el sillón, ella pone el agua al fuego, se acerca y enciende la chimenea.
Se sienta a mi lado.

- Y.. qué haces aquí? Osea.. digo.. no por que eres una molestia ni nada – se
precipita a decir – digo que.. por qué quisiste venir a este pueblo...vacaciones?

- Suelo tomar vacaciones con el sol pegado en el cielo, aquí creo que sería
difícil, da la impresión de que siempre está nublado... bueno, em.. he venido por una
chica, verás, estoy.. o estaba.. con ella.. y nosé.. bueno, es complicado.

Y su discurso me suena demasiado, porque es un poco lo que yo hago, sólo que yo sigo aquí, esperando inútilmente, que algo ocurra.

- Te entiendo - veo cómo me mira, buscando también una especie de "explicación" a mi comportamiento, a mis ojeras, a lo que sea; y aunque no lo conozco, me siento como obligada a responderle del mismo modo que ha hecho él - Yo bueno... mi novio está con otra, muy lejos; bueno, mi ex-novio - hace una mueca - Y mi mejor amigo... está un poco enfadado conmigo. Mi vida es un desastre - afirmo asintiendo con la cabeza, como si nada.

Martin suelta una gran carcajada, no entiendo que fue lo que le hizo tanta gracia.

- Te ríes de mis desgracias, entiendo - sigo asintiendo con la cabeza, como si fuera lo más normal.

- Me río de la cara que pones xD. Hablas como si fuese el fin del mundo y estuvieras esperando que llegase el día final.

- Como si lo fuera - suspiro, y me da la sensación de que me entiende.

De pronto me doy cuenta y escucho el pitido del agua hirviendo. Mierda! Me levanto casi corriendo y sin querer me resbalo y me caigo de culo, como Martin había hecho antes. Él no se aguanta la carcajada y estalla de nuevo.

- ¿Ee... estás bien? - dice medio riendo.

- Si.... - me levanto, aunque me he dado un buen golpe en el muslo derecho, un moratón más para mi colección - Debes saber eso de mí. Soy un peligro público, para mí, y para la humanidad.

Martín todavía continúa riéndose, mientras yo vierto el cocholate y lo preparo para que esté listo en unos minutos. Vuelvo de nuevo al sofá.

- Y la chica esa... - vuelvo de nuevo al tema, lo que sea para no pensar en mí - ¿Es de aquí de Forks?

- Eso creo, o al menos me habló de esto...

- Bueno... es un pueblo pequeño. Todo el mundo se conoce - digo mirándolo, esperando que diga el nombre.

- Se llama Marie, es morena, y así como de piel dorada.

Y no me hace falta más descripción. Claro, Marie, de La Push, Jake me había dicho que se había ido una temporada a Canadá. Martin venía de Canadá. Blanco y en botella.

- Creo que sí la conozco... vive donde mi mejor amigo, es más, son muy amigos.

Se levanta mientras yo me quedo en silencio, paralizado por la sorpresa, qué pueblo
más pequeño.
Entra de nuevo a la sala con ambas manos ocupadas por las tazas de chocolate caliente.

- Mierda!! – grito y me levanto de golpe.

- Que?! – grita mirando alrededor y al mismo tiempo exclama afligida.

- Ohh lo lamento!!! Dame eso. – tomo las tazas y las dejo en la mesa de centro –
Ven.

Tomo su mano y la llevo mientras sigue quejándose hacia la cocina, doy el agua helada
y sumerjo su mano en ella.

- Te duele mucho?

- Me acabo de quemar con chocolate caliente, que crees!?

- Bueno, al menos mantienes el sentido del humor! – trato de sonreírle... –
Espera aquí, no saques la mano del agua.

Me voy a la sala, me saco los mitones mojados y la chaqueta, me quedo con la camisa
cuadrilles, tiro las cosas al sillón y vuelvo de un vuelo. Ella hacía una mueca, se
veía adorable.
Meto mis manos con las de ella en el agua, busco donde está la quemadura.

- Qué mierda te pasó? – pregunta entre riendo y entre haciendo mueca de dolor.

- Lamento que te hayas quemado Bella, pero es que... no puedo creer que conoces
a Marie, y oh me hiciste ver que está tan cerca que no puedo creer que quizás la vea
ahora.... pronto...

Nuestras miradas se encuentran, y le sonrío, me agrada, y es linda, muy linda.