Casa de los Swan

Escucho el coche de Edward alejarse y aún sigo inmóvil en mi sitio. Paso la mano por mi frente, me siento sudorosa y agitada, pero mi temperatura corporal era normal. Había sido mi decisión, de los dos, pero no podía evitar sentir pánico. ¿Qué dirían los demás? Ni siquiera estaba segura de que Charlie me dejase. Realmente aún no había cumplido los 18. Si me paraba a pensar todo lo que iba a suceder este mes, sólo tenía ganas de meterme bajo las mantas y aparecer en Navidad. Iba a casarme, y ya me quedaba apenas un mes de "vida", imaginaba que sería muy pronto. O quizás nos casásemos después de mi conversión... no, pero así no habría posibilidad, no podría disfrutar de él siendo humana. Boda... esa palabra aún me hacía sentir escalofríos.

Suelto una bocanada de aire, e inspiro con fuerza, como si no hubiese suficiente oxígeno en la habitación. Busco el móvil tendido sobre la cama y lo observo unos minutos, con el número de Jake en la pantalla. No me atrevía a pulsar el botón de llamada. Se merecía que le contase lo que acababa de suceder, y más aún después de esta noche... pero... no tenía el valor suficiente. Sólo de pensar en el dolor que le produciría me hacía tirar el móvil de nuevo sobre la cama. Lo peor de toda esta historia, es que nunca todos podríamos ser felices.

Me digo a mí misma que lo mejor será ocupar la mente, los Cullen ya estarán seguro planeando un enlace épico en mi contra, y lo mejor será que me ponga a limpiar. Me pongo a recoger la ropa de toda la casa, toda la que encuentro, y hago una colada. Después friego la cocina, y cuando Martin termine limpiaré el baño. Espero que aún me queden suficientes tareas hasta que llegue la noche.

Me recuerdo que debo dejar agua suficiente para que Bella tome una ducha. Ni siquiera se cuanto tiempo ha transcurrido desde que entre, pero si el suficiente para que el agua no salga con la misma presión.

Cierro el grifo y me seco con la toalla. Trato de no hacer demasiado chiquero, pero para un hombre eso es algo casi imposible. Paso la toalla por mi cabello haciendo que se despeluque, envuelvo el pedazo de tela rara alrededor de mi cintura y salgo de la habitación rumbo al piso de abajo.. donde escucho a Bella mover unos peroles y me le quedo mirando al momento que esta a punto te agarrar el bolso que contiene mi ropa sucia..

- Mas vale que dejes eso donde estaba..

Me mira y enarca una ceja.

- No seas tonto, puedo lavarlo por ti..

- Negativo - me aproximo y arrebato el bolso de sus manos. La verdad no me molesta que lave mi ropa, solo no quiero que vea una cosa que tengo dentro..

Y de un momento a otro sonríe y luego ríe, me mira divertida y vuelve a enarcar una ceja.

- ¿Escondes algo dentro, Martin?.. ¡Vamos! puedes mostrarlo..

- No Bella, son cosas personales - abrazo el bolso para protegerlo y me siento sobre el sofá..

Se sienta sobre el sofá abrazando el bolso como si fuera un bebé. Y debía saber que a terca no me ganaba nadie, y que mi empeño en no pensar en mi futura boda me hacía tener la mente ocupada en cualquier cosa. Y esa cosa ahora era su bolso.

- Está bien, voy a darme una ducha - miento, no sé si mal o bien, pero subo escaleras arriba.

Cojo una toalla y algo de ropa para hacer un poco de tiempo, y pasados unos minutos vuelvo a salir de mi cuarto. Bajo las escaleras de puntillas, Martin ha encendido el televisor y no parece darse cuenta de que estoy de vuelta. Procuro hacer el mínimo ruído posible, y cuando llego hasta su espalda, diviso el bolso a un lado del sofá. De un manotazo lo cojo y doy pasos atrás para poder abrir el bolsillo exterior, antes de que él pueda arrebatármelo.

- Ajá! - le digo sacando el paquetito - Así que esto era lo que escondías...

Tenia mucha vergüenza, pero para no pasar por estúpido rápidamente me levante y le arrebate de sus manos el paquete de preservativo. La verdad es que no me importaba que vieran ese tipo de cosas, pero con Bella si.. y no es porque no tuviéramos la confianza suficiente, pero igual eso eran cosas de hombres.

- Un día me veras hurgando tu gabinete de ropa interior nuevamente- pongo cara de sádico y luego me carcajeo por la cara de pocos amigos que ha puesto - si que sera divertido.. - digo mas para mi y vuelvo a tomar asiento, guardando el paquetico dentro del bolso nuevamente..

- Ya lo hiciste una vez, que lo hagas nuevamente no pasa nada.. - me saca la lengua - ¿Ya usaste uno de esos en Forks?.. ¡Esoooooo Galan!..

- Calla Bella - me cruzo de brazos - eres imposible..

- Tú sí que eres imposible - le respondo con una sonrisa de medio lado.

El resto del día transcurre sin sobresaltos. Le ofrecí a Martin ver una película para estar entretenidos, él parecía que también tenía cosas en la cabeza que deseaba no pensar. En lugar de una vimos dos, por el mero hecho de no hacer otra cosa, hasta que Charlie llegó y me dispuse a preparar la cena. Empané los filetes nerviosa, trataba de que no se me notase demasiado, pero tenía miedo de que en cualquier momento Edward apareciese por la puerta y fuese a pedirle a Charlie mi "mano" oficialmente.

Cuando terminamos la cena enseguida recogí y limpié todo, cuanto antes pasara este día mejor, aunque sabía que no me libraría por siempre. Nos quedamos viendo una serie los tres en el sofá, me recordaba a las noches de hace tiempo con Charlie, sólo que incluyendo a Martin, y mi estado de nerviosa comprometida.

Edward no da señales, en otras circunstancias lo llamaría pero decido no hacerlo, quizás Alice le esté ya tomando medidas o algo así. Me voy a dormir sin su beso de buenas noches... pensando que faltaba un día menos para ser una mujer casada, y una futura vampira.

Me levanto, desayuno y me pongo a hacer las cosas de casa. Estaba faltando mucho y más a clases, pero al fin y al cabo poco importaba, pues nunca me iba a graduar, o no como humana. Martin está pendiente de una serie de tv, y me ayuda a limpiar un poco la cocina mientras charlamos de todo y de nada. Tengo la mente en otra cosa, Edward no me ha llamado aún, y anoche no vino, no sé si deba preocuparme o dejarlo estar.

- ¿Y tu novio, como es que no se pasa hoy por aquí? - pregunta Martin poniendo la mesa, ya es casi la hora de comer y Charlie debe estar al llegar.

- Está ocupado - digo sin más - Pásame la ensalada.

Mientras termino de preparar todo escucho el coche de Charlie enfrente de casa, y segundos después ya en el porche.

- Mmmm, qué bien huele ese pollo - comenta nada más abrir la puerta - Hola chicos.

- Qué pasa Charlie - Martin se sienta en su silla y le da un bocado a un trozo de pan.

- ¿Está lista la comida? - pregunta dejando su chaqueta y la pistola en el perchero.

- Un minuto - le digo, pongo el fuego máximo a la sartén y enseguida termino.

Nos servimos y empezamos a comer, ninguno de los tres somos de hablar demasiado, aunque parece que encajemos a la perfección, pues nos sentimos cómodos así, tanto si hablamos como si no. Aún no hemos terminado la comida cuando escucho el ruido de un coche que me es muy familiar. Oigo cómo se apaga el motor y siento cómo un trozo de pollo se atasca en mi garganta. Edward está aquí, y a juzgar por el ruido entrará por la puerta principal. Con Charlie. Para hablar. Bebo medio vaso de agua a toda prisa para ayudar a que el pollo baje y no me ahogue.

Si es de hablar de comodidad no me he sentido así de bien en otro lugar. Aunque Charlie nunca ha sido un hombre de muchas palabras, con las pocas que dice basta.. y por lo visto le caía bien, eso era importante a la hora de vivir bajo un mismo techo. De todas formas yo trataba de ayudar en lo posible para un hombre y de mantener a Charlie en buen humor, al fin y al cabo esta era su casa y en cualquier momento podría sacarme a patadas...

Noto en un momento del almuerzo como Bella se ataruga y enseguida toma el vaso de agua, me aproximo para ayudarla..

- ¿Estas bien? - pregunto y comienzo a darle por la espalda, como se le hace a los bebes cuando se ahogan con algo.

- Si.. - dice sin mas y bebe otro sorbo.

En ese momento suena el timbre y Bella se pone de pie, dejándonos a ambos en la mesa. Seguro que es Edward quien toca.

En cuanto aparco el coche escucho claramente tres corazones latir y tres ligeras respiraciones al otro lado de las paredes de la casa Swan. Me bajo y camino hacía la entrada, toco el timbre y escucho unos pasos, una respiración mas cerca y un corazón, mi preferido.

La puerta se abre y me topo con su hermoso rostro, el que ahora se encuentra completamente pálido tras verme. Me acerco rápidamente a Bella y la tomo entre mis brazos..

- ¿Estas bien? ¿Que sucede Bella?.. - me deshago del agarre pero sujeto una de sus manos.

- Estoy bien - asegura pero no le creo del todo - Hola.. - saluda y me da un abrazo que no dura mucho..

- ¿Quien es Bella? - es la voz de Charlie quien nos interrumpe, hago la vista a un lado y observo su figura asomarse a través del marco de la cocina - Ahhhh... - dice sin mas en cuanto se percata de mi presencia.

Trato de comportarme lo más normal que puedo, aunque sé que la bomba está a punto de explotar. No puedo evitar sentir vergüenza, ¿qué pensará Martin de mí al saber que me caso? Que me caso.... Tomo aire y sólo rezo para que Charlie se lo tome del mejor modo posible.

- ¿Qué tal Charlie, Martin? - pregunta Edward educado, siempre con una sonrisa.

- Bien - responden ambos, y antes de que se sepa nada la situación ya se ve algo incómoda.

- Me gustaría hablar contigo Charlie, ¿podrías sentarte? - y ahí viene.

- Supongo - dice poniendo cara extraña.

Noto cómo mi corazón empieza a latir desenfrenado, Charlie va hacia el sofá y Edward también, Martin no sabe si irse o quedarse. En un movimiento histérico cojo la pistola de mi padre y la guardo en uno de los cajones. Vale, más que un movimiento histérico había sido un movimiento estúpido, puesto que Edward no podía morir. Pero más valía prevenir.

Edward palmea el sillón a su lado, indicándome que lo acompañe. Voy hasta donde está con los pelos de punta.

Noto su nerviosismo y por cierta parte me hace gracia, pero lo que no, son los pensamientos de Charlie. "Ahora que estará tramando este Edwin". Vale, nunca ha sabido decir mi nombre correcto.

Bella se sienta a mi lado y tomo una de sus manos para entrelazarlas con la mía, se puede decir que ahora somos de la misma temperatura, puesto que esta helada del miedo..

- Queremos hablar contigo.. - comienzo diciendo para enseguida captar la atención de Charlie.

- ¿Que sucede? - pregunta de inmediato.

Bella me mira de reojo y traga grueso..

- Tenemos algunas noticias - agrego.

- Pues soy todo oídos - suelta una bocanada de aire pero no se relaja por completo..

- Tal vez no estemos haciendo esto de la manera correcta, o no lo estoy haciendo - comienzo a decir - porque de lo contrario, tendría que haber hablado primero contigo. - me mira sin entender de que hablo - Se que te he decepcionado y que quizás las cosas no sucedieron como lo esperabas, pero amo a Bella mas que nada en el mundo Charlie y ella siente lo mismo por mi, no hay nada mas que quiera que pasar el resto de mi existencia a su lado, por lo que vengo a pedir tu bendición para casarnos...

Noto cómo mi corazón late desenfrenado, la cara de Charlie es todo un poema, se ha vuelto tan pálida como la de Edward mismo, y tras unos segundos que parecen eternos, su cara se enciende tanto que hasta yo puedo notar su color. Mataría por saber qué está pensando en este momento.

- Tú - se levanta de un golpe y señala a Edward con el dedo índice como acusándolo - Sabía que no podía fiarme de ti. ¿Cómo has podido...? Si sois unos críos.

Es cuando veo dónde se detiene su mirada cuando me doy cuenta de lo que está pensando. Y lo peor... es que sería la reacción de todos en cuanto lo supieran.

- Papá no - niego con la cabeza algo avergonzada - No estoy... embarazada.

- Que no estás... - empieza la frase con tono enfadado, pero hace una pausa y repasa lo que yo he dicho - ¿No estás...? - vuelvo a mover la cabeza de lado a lado, con la mirada gacha, seguro Edward lo está pasando de vicio - Bueno, es algo - y mientras vuelve a sentarse, noto cómo recupera el tono normal de su rostro - ¿Entonces...?

No puedo evitar que me cause mucha gracia lo que se paso por su mente. ¿Un embarazo? semejante desfachatez, ¡como si eso fuera posible entre Bella y yo!..

- Te parecerá precipitado - hablo nuevamente - pero ambos estamos preparados para pasar el resto de nuestras vidas juntos..

- De Bella no lo dudo - responde de inmediato - siempre fuiste demasiado madura para tu edad - ahora le habla a ella - ¿Estas segura que quieres hacerlo?..

Bella asiente y baja la mirada ruborizada, luego mira fijamente a su padre..

- Lo estoy Papa - dice segura - quiero casarme con Edward, pero no sin antes recibir tu bendición y saber que todo esta bien..

- ¿No puedo hacer nada para cambies de idea? Bella... eres muy joven - me dice.

- No papá, lo haría igualmente en unos años, sé que siempre estaré con Edward.

- ¿Entonces por qué no esperamos un poco? - vuelve a insistir.

- Ahora es el momento - y aunque él lo desconozca, lo es, por demasiados motivos.

- Y dices que no estás... - niego con la cabeza reprimiendo una sonrisa - Bueno.

Todo queda en silencio por unos minutos. Edward parece divertirse con lo que Charlie piensa, pero yo no me entero de nada y eso me frustra. No quiero casarme en contra de su voluntad.

- Eres mayor de edad - dice al fin - Supongo que oponerme sólo empeorará nuestra relación. Pero... - hace una pequeña pausa - Antes debes hablar con tu madre. La llamaré hoy mismo para que venga a pasar unos días a Forks.

Seguro que Renee no pondrá "pero" alguno, porque por algún motivo Bella siempre ha sido mucho mas madura que su propia madre y eso es algo que ella misma reconoce.

- Esta bien, llámala cuando quieras - dice Bella - pero que sea pronto.. - agrega.

- ¿Por que tanto apuro? - pregunta enarcando una ceja.

- La boda sera en unos días Charlie - soy yo quien habla esta vez - Alice se puso como loca al saber la noticia, y ya esta casi todo listo..

Charlie de nuevo se queda pensando, y Edward se ríe esta vez ni siquiera puede reprimir una carcajada. Mi padre lo mira escéptico, como si imaginara que le lee los pensamientos.

- Creo que todo esto me ha cogido de sorpresa, necesitamos consultarlo con la almohada - dice él.

- Cuando me despierte seguiré queriendo a su hija, y al otro día, y al siguiente, y al siguiente también. La fecha no cambia nada jefe Swan - le explica Edward.

- Bueno, llamaremos a tu madre, y veremos qué dice ella. Siempre le han gustado las bodas - dice irónicamente, y acto seguido se levanta del sofá, haciendo una invitación a Edward a irse - Creo que ha sido más charla de la que puedo soportar por hoy, deberías irte a casa chico.

- Por supuesto - Edward se levanta y yo con él, como un resorte - Pero recuerde que debe ir buscando un traje elegante.

Hasta se permite bromear, era el colmo. Yo aún estaba presa de una taquicardia, me parecía raro que lo hubiese aceptado tan tranquilamente.

Bella me acompaña hasta la salida y recuesta la puerta a su espalda..

- No ha sido nada drástico - comento con una sonrisa en mis labios, Bella me mira de mala gana - Charlie no esta enojado contigo Bella - le aseguro - se puede decir que esperaba algo así, mas sin embargo esta claro que lo hemos sorprendido..

- Aun tengo los nervios a flor de piel. - se acurruca en si misma, me acerco y deposito un beso en su frente - ¿ya te vas?..

- Estacionare el coche mas adelante para que Charlie no pueda verlo, te veo arriba...

Desaparece tras la puerta y camino hasta el coche, enciendo el motor y lo hago rodar unos kilómetros adelante donde pueda quedar bien aparcado. Cojo el pequeño paquete de la guantera y lo guardo en uno de mis bolsillos de la chaqueta. Me adentro en el bosque y en segundos ya estoy frente a la casa de Bella, camino hacia un lado y trepo la ventana, me siento en la silla de escritorio a esperar...

Cuando vuelvo a entrar en casa veo a Charlie colgado del teléfono.

- .... No pasa nada, sólo Bella tiene algo que contarte, y creo es mejor que sea en persona. Sí, está aquí - me pasa el teléfono.

- Hola mamá - digo al coger el auricular.

- ¿Bella? ¿Estás bien? ¿Todo bien con Edward? - hace una pequeña pausa, la mantenía bastante al día, nos cruzábamos emails a diario, pero obviamente palabras como "vampiros" y "matrimonio" no estaban incluidas en los correos - ¿Tomas precauciones?

- Estoy bien mamá - ladeo la cabeza - No estoy enferma, ni pretendo escaparme de casa, sólo quería contarte una cosa y ver qué te parece.

- ¿Tanto como para que tenga que ir a Forks? - pregunta con algo de preocupación.

- Podría ir yo a verte, pero no sé si pueda.

- Está bien, está bien. Mañana mismo cogeré el primer vuelo que pueda. Phil no podrá ir, tiene trabajo. ¿Estás segura de que estás bien?

- Que si - repito, no puedo imaginarme su cara cuando le cuente la verdad - Trae ropa formal - se me escapa sin querer, a lo que se hace un pequeño silencio; mi corazón late con fuerza, no sé si habrá captado la indirecta.

- Mañana nos vemos, te quiero cielo - y acto seguido cuelga el teléfono.

Me quedo mirando el aparato unos segundos, hasta que reacciono y cuelgo.

- ¿Qué ha dicho? - pregunta Charlie con las manos en los bolsillos.

- Mañana estará por aquí.

- Ajá - puedo ver que se le escapa una sonrisa de medio lado, hay algo en esto que le parece demasiado gracioso - Prepararé una bandera blanca.

Ruedo los ojos, Martin ahora baja las escaleras. No me di cuenta cuando había desaparecido, seguramente al ver el "tono" de la conversación subió a mi cuarto para darnos espacio.

- Así que... te casas - me dice con gesto extraño.

- Eso está por verse - añade Charlie, subiendo escaleras arriba.

No he podido evitar escuchar la conversación, porque desde un principio me había parecido extraña. Por eso es que Bella estaba muy distraída y nerviosa últimamente, algo se traía en manos.

- ¡No me lo puedo creer Bella! - exclamo al momento que Charlie hacer sonar la puerta de su habitación aun sin poder creerlo. ¡POR DIOS! TAN SOLO TIENE DIECIOCHO AÑOS, es una cría.

- Supongo que si - noto como se ruboriza y desvía la mirada al suelo..

- Esta bien si así lo quieres.. te apoyo - me acerco a ella y poso una mano en uno de sus hombros en señal de apoyo - espero sea una gran boda, aunque viniendo de ti me espero algo sencillo. - bromeo un poco y ella sonríe.

- Gracias Martín - dice muy sincera - y si es lo que quiero..

- Por cierto, ¿seré yo el padrino? mas vale que así sea - agrego antes que diga otra cosa..

Bella había tardado unos minutos en subir, entabló una conversación con Martin la cual no sé cómo termino.. no quise hurgar en el tema, al fin y al cabo el hecho de que pudiese leer mentes no me daba motivos para estar en todo. Puedo evitar algunas cosas siempre que quiera..

Se acerca a mí con cautela y me mira con esos ojos llenos de luz..

- Perdona la tardanza - se sienta al pie de la cama, frente a mí - Martin no dejaba de decir cosas - sonríe - es un loco perdido..

- Aunque te parezca un poco raro me gusta su compañía para ti - es mejor que la de Jacob, pienso en mis adentros. - parece buen chico.

- Definitivamente lo es..

Busco su mano derecha y la tomo entre las mías, acaricio su torso y alzo la mirada para toparme con la suya.. me sigue observando de esa manera que solo ella sabe, sonrió a medias por lo que ahora mismo pasa por mis pensamientos, cosa que Bella no tiene la menor idea de que es..

- ¿Nunca imaginaste como seria todo si te fuera conocido hace más de un siglo? - cuestiono la pregunta de repente y la tomó por sorpresa, antes de responder me dedica una sonrisa y una mirada llena de dudas..

- Muy diferente - responde tras varios segundos - pero estoy segura que el sentimiento seria el mismo..

- De eso no hay duda, pero como tú dices, habría sido diferente..

- ¿A qué diferencias te refieres?.. - se interesa.


Y antes que diga o pregunte otra cosa suelto su mano y me levanto lentamente, aunque parezca tonto de mi parte siento nervios, nunca antes he hecho algo asi, siquiera parecido.

- Hace un siglo se debía hablar con los padres de la novia antes que con ella para poder contraer matrimonio, se cortejaba a la mujer por así decirlo - hablo sin dejar de mirar sus perfectos ojos - quizás te fuese robado un beso en alguna de nuestras citas, pero entonces me habría arrodillado ante ti - hago la misma acción - te ofrecería un anillo - busco entre mis bolsillos la cajita que había sacado hace unos minutos del coche y la tiendo sobre sus manos ya abierta, sintiendo su cálido tacto - y te habría dicho: Isabella Swan, prometo amarte todos los días de mi vida.. y aunque ya aceptaste casarte conmigo ¿podrías aceptar este anillo digno de ti?..

Y mi cuerpo se convierte en una explosión de sensaciones. Siento cómo se me corta el aliento y no puedo respirar, pero a la vez mi corazón late desbocado, como si quisiera correr hacia esa pieza de plata que brillaba casi tanto como la propia piel de Edward al sol. Y no entendía el por qué de esta reacción, ya había aceptado que nos casáramos... pero ahora era como más real, era como la escena deseada por todas, una escena que nunca me había planteado, que no había soñado, porque simplemente, la perfección de Edward jamás podría caber en la mejor de las imaginaciones. Y por más que el anillo brillase no podía dejar de mirar sus ojos, centelleantes y eufóricos, nunca conseguiría entender por el que él me eligió a mí, a una humana mediocre. Jamás podría ser lo suficientemente buena para él, ni siquiera acercarme a lo que se merecía, pero si a él el matrimonio lo hacía feliz, a mí también. Había sido una idiota en dudar, ¿qué importaba lo que opinaran los demás? Tenía claro que en mi vida, pasara lo que pasase, sólo podría estar Edward.

- Si... - murmuro segura - Si quiero - y el torbellino de emociones me espesa la boca y me vuelve más idiota, ahora no era el momento de decir sí quiero... - Sí lo acepto, te acepto, siempre - con delicadeza toma el anillo y lo coloca sobre mi dedo anular, produciéndome una corriente eléctrica a medida que se desliza, hasta dejarlo finalmente en su lugar.

Su sonrisa se amplía al máximo, mostrando sus dientes perfectos, y en menos de dos segundos me toma en brazos y me alza por los aires, para terminar pegándome a su pecho, sin dejarme tocar aún el suelo aproxima sus labios a los míos, y vuelvo a perderme. Cierro los ojos y me dejo llevar por su contacto, su aliento nubla todos mis sentidos, y mi pecho se convierte en mariposas ascendentes en cuanto su lengua entra en contacto con la mía.

Dejo ir el momento y me pierdo en sus labios, en su lengua, en esa maravillosa sensación que solo sus besos me producen. Deposito lentamente su cuerpo sobre el piso pero sin dejar de besarla, el ambiente poco a poco se va volviendo mas caluroso, nubloso e intenso..

Bella pasa sus manos a través de mi cabeza y los coloca alrededor de mi cuello, pero no duran mucho tiempo en el sitio, siento como descienden lentamente por mi cuellos, clavícula hasta llegar a la camiseta.. es entonces cuando capto sus intenciones.

Con suma delicadeza tomo su rostro entre mis manos y aparto mis labios lentamente de los suyos, clavo mis ojos en su mirada excitante y a través de ellos puedo notar que los míos están por estallar de puro deseo.

- Por favor Bella.. - me limito a decir mientras abrocho el botón que ella se ha encargado de desabrochar. - esta noche no - agrego antes que reclame y diga cualquier cosa..

Tardo unos segundos, quizá un par de minutos, en recobrar la compostura y hacer que mi respiración vuelva a su estado normal. Me separo y me siento en la cama para tranquilizarme, pero en seguida echo en falta su contacto, así que tomo sus manos y hago que se siente a mi lado sobre el colchón.

- Está bien... - murmuro sin más bajando la mirada.

- En casa todos están eufóricos con la noticia - comenta cambiando de tema, colocando un mechón de cabello tras mi oreja.

- Alice desde luego - dudaba que Rose lo estuviera tanto - Por cierto... se supone que yo deba hablar con ella o algo, para ver qué planean, no es que yo quiera elegir nada... pero temo que se exceda.

- Los excesos son su fuerte - se ríe Edward - pero todo estará perfecto, confía en su buen gusto.

- Aún así, me apetece verla, hace días que no voy a tu casa - veo cómo su mirada cambia, frunce el ceño y aparece un gesto de.... duda?

Había olvidado contarle a Bella lo sucedido hace unos días, y con eso me refiero a la noticia de Bree, al nuevo miembro de nuestra familia.. por ese motivo he dudado en llevar a Bella a casa, la pequeña no esta aun en posición de tratar con humanos, seria demasiado doloroso para ella.

- No te he dicho algo.. - hablo con calma, el rostro de Bella se torna confuso y a la vez muestra interés por saber..

- ¿Que sucede? ¿Ha pasado algo malo a alguien? ¿Todos están bien?..

- Si cariño - le tranquilizo un poco, - todo esta bien, es solo que... - y comienzo a contarle todo, desde como Rosalie encontró a Bree hasta el momento actual de la nueva residencia de ella junto con sus padres adoptivos por así decirlo. Bella se queda callada mientras le cuento cada detalle, sonríe al decirle lo dulce que resulta ser esta chiquilla..

- Tengo ganas de conocerla - dice al final.

- Eso no pasara ahora Bella, sabes que es peligroso - aun con su mano entrelazada a la mía comienzo a dibujar pequeñas caricias.

- Entonces puedo esperar, pero no para ver a tu familia - se queja - hace mucho que no voy, dirán que no estoy interesada en lo mas mínimo por la boda.

- No seas tonta Bella, por supuesto que no piensan eso - y eso era cierto, dicho por alguien que puede leer las mentes.

- Echo de menos a Alice, quisiera hablar con ella - y pone ese tono en su voz de suplica, al cual no logro resistir demasiado. - ademas, dijiste que están en la Cabaña - agrega resultando victoriosa..

En eso si tenia razón,ellos estaban a varios kilómetros de la casa, por lo que el olor no llegaría a las fosas nasales de Bree. Bella no correría ningún riesgo e iría a hablar con Alice de los planes.

- Esta bien - digo al fin convencido - pero vamos ya antes que lleguen..

Bella se levanta enseguida y saca ropa limpia del armario, desaparece tras la puerta y en menos de un minuto regresa completamente vestida. Coge una chaqueta y se la coloca, me levanto y camino hacia la ventana.

- Buscare el coche que aparque a un kilómetro, te espero fuera - y sin mas desaparezco por el ventanal. Me adentro en el bosque y en segundos ya estoy en el coche, recojo a Bella en la entrada de su casa y partimos en dirección a la mansión..

(CONTINUA EN CASA DE LOS CULLEN)

Mientras Edward conduce de regreso a casa no puedo evitar pensar en todo lo hablado con Alice.

Flashback
- Y con esta de la cintura... listo - Alice suelta la cinta métrica que rodeaba mi cadera y anota la medida en el papel donde había tomado las demás - Hoy mismo mandaré las medidas para que retoquen el vestido y llegue perfecto. Aún no me puedo creer que no quisieras ver el catálogo - hace un pequeño puchero.

- Seguro que el que has elegido será perfecto - añado colocando mis manos en los bolsillos, sé que a Alice todo esto le hace mucha ilusión.

- Oh Bella, si lo será. Ese día será increíble - sonríe y me toma por los hombros - Por cierto, Jass me ha dicho que él y Emmett planean una escapada para Edward, ya sabes, a modo de despedida. He pensado que tú podrías venirte a casa con Rose y podríamos hacer algo de chicas.

- Claro - trato de mostrar entusiasmo, la idea de pasar una "noche de chicas" con Rose no terminaba de encajarme, pero además estaba segura que me someterían a todo tipo de torturas como manicura, pedicura y todo lo que terminase en ura. Pero era algo implícito para la boda - ¿Cuándo sería?

- Mañana por la noche, el día antes de la boda debes estar descansada. Más teniendo en cuenta que Edward no pasará toda la noche fuera, así que volverá a pasar la noche a casa. Podreis dormir juntos - me guiña un ojo.

- Ah - siento cómo las mejillas se tiñen de rojo, así que ésta era en realidad la finalidad de la fiesta de pijamas; pasar el resto de la noche con Edward. Nunca creí pensar esto, pero gracias Alice.

- ¿Bella? - la voz aterciopelada de Edward me despierta de mi ensimismamiento, cuando parpadeo ya estamos enfrente de casa - ¿Estás bien?

- Eh. Si, estoy bien.

- Había pensado... ¿qué te parece el próximo domingo? - me quedo perpleja.

- ¿La boda?

- Claro - reprime una sonrisa de "qué si no".

- ¿No es un poco precipitado?

- Como tu conversión - gruñe por lo bajo, después toma mi mano y deposita un suave beso en el dorso, provocándome un leve cosquilleo - No disponemos de mucho tiempo Bella. Deberías ser vampira en no más de 20 días...

- Ya, claro... - pensándolo bien, calculo los días que me quedan. Faltan 5 días para el domingo, después de eso tendría 15 días para disfrutar de mi "matrimonio" antes de pasar por la conversión. Cuanto antes... mejor - Me parece bien.

Edward sonríe, y después apaga el motor.

- Entra, debes descansar. Tu madre llegará por la mañana.

Sólo pensarlo me entra el pánico. Decirle que me caso, y además en 5 días. Alice dijo que ya había encargado todo, y que en máximo 3 días llegarían a la casa todos los arreglos. Como no duermen, seguramente tendrá las invitaciones diseñadas y encargadas, y a partir de mañana todo Forks sabría de la gran boda.

Noto en su rostro por unos segundos el temor junto a la tristeza y poco a poco intenta hacerla desaparecer. No se me escapa el detalle, su tristeza y preocupación también es la mía, aunque lo mio sucedió hace muchísimos años, entiendo lo que puede llegar a pensar o sentir por el hecho de tener que separarse de sus padres..

Me acerco en un momento y deposito un beso en su coronilla, me quedo rozando su frente por unos segundos, inhalo su delicioso aroma, me concentro en escuchar el latido de su corazón y vuelvo a pensar que echare de menos ese sonido...

- Te veo por la mañana.. - murmuro al separarme y la miro directo a los ojos. - descansa Bella, te espera un bonito día..