Palazzo dei Priori

El olor de la sangre azota ahora mis sentidos, aunque sea de animal, sigue siendo sangre, y trato de concentrarme en otra cosa que no sea ese olor a óxido y sal, aunque no termino de conseguirlo. Camino hacia uno de los sofás, y me siento descargando todo el peso de mi cuerpo, los pequeños tacones ya empiezan a hacerse insoportables.

Edward y Alice no están lejos, beben disimuladamente de su copa, aunque no están cómodos obviamente. Demetri merodea alrededor. Todos esperamos la llegada de Aro, que debe estar haciendo algo importante. En realidad sólo quiero que todo este paripé se acabe, y aclarar de una vez lo que tenemos que hacer, sea lo que sea.

Spoiler:

No aparto mi mirada de ella.. aunque no estemos del todo cerca, al menos con mirarla, puedo estar un poco mas tranquilo. Saber que esta bien.

Todos esperamos la llegada de Aro. La poca paciencia que me ha quedado luego de todo se va consumiendo.. no puedo seguir con esta incertidumbre de no saber lo que pasara.

Nuestras miradas se entrelazan, y en silencio le hago saber cuantas son mis ganas porque todo acabe, por tenerla a mi lado en estos momentos y para siempre.

El tipo se acerca y me mira directamente a los ojos, y es inevitable no sentir terror.

- Dinos qué clase de ser eres

- No lo sé- digo mientras en mi cuerpo se esparce una sensación de terror.

-Dinos qué clase de ser eres - dice un poco más enojado, pero no sabia la respuesta.

-Le digo la verdad, no sabemos que somos- Intento sonar segura, pero mi voz se quiebra.

El tipo, se acerca cada vez más y con más ira, mientras que mi cuerpo empieza a temblar más, siento que es el fin.

-Le dice la verdad- dice Nahuel mientras que el voltea a verlo- No sabemos que somos.

- Bueno, entonces tendremos que averiguarlo - digo sonriendo.

Doy unos pasos cerca de ellos, y la guardia se mueve acompasada conmigo. Rápidamente Chelsea atrapa al niño, y yo me acerco a la chica.

- Tu nombre es - pregunto de manera rotunda.

- Camila - dice aún dudosa.

Extiendo mi mano, y aunque trata de evitar el contacto, consigo atrapar la suya, viniendo a mí todos sus pensamientos, presentes y pasados. Su madre, su padre, su extraña condición, su curación acelerada, su recientemente descubierta pasión por la sangre humana.

- Vaya - digo sin soltar su mano - Efectivamente no sabes lo que eres... - y mi mente viaja más rápido, buscando más señales de esta especie extraña, no es un vampiro pero tampoco un humano, es como si tuviese lo mejor de cada raza, y no dejaba de preguntarme qué ocurriría si tratásemos de convertirla de manera definitiva.

Sin dejar de mirar sus ojos, extrañamente humanos a pesar de haber probado la sangre, aprieto un poco con mi uña afilada sobre su muñeca, a lo que la niña responde con gesto de dolor. Aprieto un poco más, y deslizo el dedo sobre el brazo con la suficiente presión, haciendo brotar una línea de sangre, a lo que suelta un quejido y el hermano se revuelve.

Aparto mi mano, y veo con mis propios ojos cómo la cicatriz en un par de minutos se cierra automáticamente.

- Interesante - digo mientras llevo el dedo a mi boca, rozando con la lengua ese manjar rojo que no podía desperdiciar.

Al contrario de pensar en ellos como una amenaza, mis planes viajaban más allá, cuantos más aliados mejor, ya imaginaba una buena parte de mi guardia formada por estos extraños mestizos, que podían hacerse pasar por humanos pero tenían poderes ocultos.

- Chelsea querida, explicales a estos jovencitos quienes somos los Vulturis y cuáles son las normas a cumplir, allá donde estén. Después acomódalos en una habitación - de la que no puedan escapar, me aseguro - y mañana hablaré con ellos. Van a sernos muy útiles en en Forks.

Sin más con las órdenes establecidas, regreso de nuevo a la fiesta.

Han pasado los minutos y todo sigue igual, Bella sentada a un lado de Demetri, Alice a mi lado.. el ambiente aunque parezca estar relajado a mi se me hace un poco tenso. No soporto ver a Bella tan cerca de Demetri..

Mi mirada no se separa de la suya, las mantenemos unidas en la distancia.. y la siento cerca aunque este lejos.

En un momento escucho los pensamientos de Aro tras la puerta. Dos guardias abren el gran portal y entre el jefe Vulturi con mucha elegancia.

- ¿Me he perdido de algo? - pregunta de aquella manera tan característica en él. Con una doble intensión.. y se acerca a nosotros.

Y es así como nos dirigen a la habitación, ella observándonos fijamente, mientras que Nahuel, queda un poco hipnotizado por el lugar.

Caminamos varios minutos, observando las paredes del Palazzo, viendo aquello cuadros que se encontraban en todo el camino, dando un poco de vida al lugar. Al final llegamos a un pasadizo donde habían varias puertas, la tercera esta abierta, y al parecer era para nosotros.

-Pasen- nos ordena, y espera a que estemos dentro, para luego retirarse.

En la habitación, se encuentran dos camas, y varios cuadros, no hay mucha luz al parecer, parece como la celda, solo que mucho más cómoda. Nahuel, lo primero que hizo fue ver los cuadros, mientras yo, revisaba poco a poco el lugar. Dándome cuenta que en la entrada, habían dos guardias cuidándonos, para no poder escapar.

-Cam, ahora? ¿Cúal es el plan? - pregunta sentándose en la orilla de la cama.

-No lo sé, yo...

-¿Quiénes eran ellos? ¿Qué quieren?- me mira fijamente con un poco de preocupación y terror.

-No lo sé, pero no nos harán daño...

-¿Cómo sabes? ¿Viste como nos trato la rubia?

-Él solo quiere saber que somos, vamos ¿acaso no quieres saber que somo?

-Sé lo que somos..

-¿Así? ¿Qué somos?

-No somos humanos - sonríe de oreja a oreja y me acerco a golpearlo levemente en el brazo.

-Ehhh, hay que agregarle algo de positivo..

Nos quedamos conversando, sobre que haríamos luego de esto, y esperamos que nos dejen en libertad al día siguiente..

Al retirarse Aro, la formación de la guardia se rompe, algunos de ellos regresan a su entrenamiento, otro irían a vagar por los limites del palacio. Chelsea acompaña a nuestros nuevos invitados hacia sus aposentos y dos guardias mas van tras ellos para cuidar de ella, por las dudas.

Yo decido ir a vigilar lo que hacia Adrien, no tenia intncion de ir hacia la fiesta, a no ser que fuera solicitada mi presencia, seguia enojada con esa inutil humana... Aun no entendia porque fue inmune a mi don. Nadie nunca lo ha sido... Eso de verdad era un asco.

Llegue a la habitación de Adrien y lo vi tirado en la cama como si nada....

- Linda existencia la tuya- me dirijo al él muy seria
- Jane ! te hacia en la reunión con los cullen- estaba sorprendido por mi reciente llegada
- Ni me hables sobre eso, o te juro que acabare con alguien esta noche...
- Ey que es ese mal humor

yo no contesto y me adentro mas en su cuarto, cerrando la puerta para no ver a toda la guardia revoloteando cerca.
Me dispongo a revisar los libros que tiene por todos lados de su habitación, y tomo el que esta en la mesita de luz, obviamente era el que estaba leyendo.

- Vampiros... ¿ Mitos o Realidades ? - leo el titulo en la portada, y me rio por lo que ha elegido

- Ese tío esta mal de la cabeza, dice que los vampiros no existen, que todo es un mito para darle miedo al pueblo.

- Quieres que le demos una visita así publica un segundo libro ? y mi sonrisa de niña mala sale a relucir

- Eso estaría mas que bien ! - y por su cara se que le ha gustado la idea de hacer esa visita, pero sabe que no podemos salir en estos momentos del palacio y menos que menos, viajar a Estados Unidos.

- Estará en mi lista de pendientes - le digo para animarle, no se por que pero a este chico le he tomado simpatía

- No demasiado - murmura Demetri, Aro se acerca a él y roza su espalda con los dedos, en un gesto muy rápido. Lo hace muy a menudo, y empiezo a saber por qué es. Me habían hablado de su don.

- Y bueno, ¿os gusta la fiesta? - pregunta sonriendo y juntando las manos - Es en honor de Isabella, me gusta mucho esta chiquilla, podría quedarse un tiempo en Palazzio, ¿no?

Mi cara se vuelve más blanca de lo normal, miro a Edward de reojo.

- Bueno, en realidad nos gustaría volver a Forks, es nuestro hogar - responde Edward.

- Entiendo. Pero Isabella vino aquí por sí misma.

- No sé si estoy completamente de acuerdo en eso - Edward mira a Demetri, que parece tener muchas cosas que decir pero deja que Aro hable.

- Bien. Entonces no demoremos más esta conversación. La situación es la siguiente: tu novia es humana y conoce nuestro secreto, tú estabas entre nuestras filas y sin más desapareciste desobedeciendo tus órdenes. Explícame si hay alguna solución posible que no implique terminar con la vida de ambos y puede que la de vuestra familia.

Y me pone en la situación mas difícil, en la que pensé que nunca estaría. ¿Como podría existir con el recuerdo, con la conciencia tan sucia, con el dolor si por mi culpa a algún miembro de mi familia le llegase a pasar algo?. ¿Como podría existir sin Bella?. Eso ni siquiera es una pregunta.. porque simplemente no existiría, moriría con ella... pero esa tampoco es una opción. No dejare que por nada ni por nadie le arrebaten su vida, su felicidad..

Así que de un momento a otro todo llega a mi mente demasiado rápido.. sin siquiera darme tiempo a razonar.

Prefiero una eternidad a su lado que una vida sin ella.

- Solo pido tiempo - digo sin mas. Bella me mira de reojo, confundida.. y Alice abre los ojos como platos. Ha tenido una visión, Bella y yo, juntos... ella es la única que sabe lo que sucederá, y ahora yo también.

- Aunque el tiempo es eterno, joven Cullen - responde Aro - la vida de Isabella no. Cada segundo que pasa en ella es un segundo más que debería estar muerta. Estamos haciendo una pequeña excepción, en vista de sus incipientes cualidades. Pero el tiempo se ha acabado. Hace demasiado.

Y la frialdad de sus palabras hacen que me vea con una soga al cuello, que cada vez que respire sienta que será la última vez que lo haga. Miro alrededor y veo que la mayor parte de los invitados miran hacia aquí. Me pregunto si sería así de fácil, un movimiento de un segundo y mi cabeza se despegaría de mi cuerpo. E imagino que Edward no se quedaría quieto. No podía permitirlo.

- Haré lo que sea - murmuro segura.

Entonces Alice extiende su mano hacia Aro.

Justo en el momento adecuado vuelvo a tener la misma visión que ya he tenido un par de veces.. Bella y Edward juntos, ambos vampiros.. Y tengo el presentimiento de que eso ocurrirá pronto, muy pronto. Saldremos de esta, lo sé.

Extiendo mi mano hacia Aro. Primero me mira extrañado y luego la coje, intrigado.

- Interesante.

- ¿Esta prueba es suficiente para que podamos irnos, Aro? - le miro directamente a los ojos.

- Mmmmmmmm... no lo sé. Tengo que pensar.

- Por favor. Deje que Edward y Alice se vayan, os lo suplico. - Bella parece que está a punto de llorar, pero contiene sur lágrimas - Haré todo lo que quiera, déjenlos ir..

- Yo de aquí sin ti no me voy - le susurra mi hermano al oído.

Adrien me caía bien, pero cuando salia su lado inmaduro me sacaba de quicio, y por no usar mi don en èl lo dejaba hablando solo y partía, hacia donde ? no sabia, pero mientras sus chiquilinadas no me siguieran estaría bien

- Cuando cambiaras. digo enojada.
- Ey, no recuerdas, nosotros no cambiamos

Me doy vuelta rápidamente y salgo de la habitación. Al salir me topo con un guardia, con su choque me tira al piso.

- Perdone señorita Jane, no alcance a verla.
- Donde están tus reflejos, vampiro inútil - me levanto rápidamente y ahora el caído es el , pero por supuesto no por voluntad propia, si no por mi don.

- Espero que esto te enseñe a fijarte con quien te metes. y así marche. Iria a la reunion donde estaba el amo Aro, queria enterarme por cuenta propia el destino de esa humana que tanto protegían los cullen.

Y eso si es cierto, no me iría a ninguna parte sin Bella, pues ella es la única razón por la que estoy aquí, la única razón por la que existo.

A pesar de que los pensamientos de Aro sean un poco tormentosos, se que nos dejara ir. Por supuesto pondrá sus condiciones, y esta vez.. estoy dispuesto a aceptarlas. Todo sea por no perderla.

Entonces sujeto la mano de Bella, cálida y suave como siempre. Me mantengo firme y clavo la mirada en Aro..

- Esperamos por tu decisión Aro.. - digo, y solo quiero salir de aquí con Bella a mi lado.

Me estaba aproximando y pude escuchar a Edward Cullen dirigiéndose al amo
- Esperamos por tu decisión Aro.
Que había pasado acá ? ahora se suponía que estaban contemplando la idea de dejar viva a esa humana, de no castigar a los Cullen ?
Y yo pensaba que no le regalarían ni un minuto mas a este clan que violaba nuestras leyes, pero claro para Aro su objetivo seria otro, él era un cazador de talentos, adoraba descubrir dones e Isabella Swan prometía ser una adquisición extraordinaria una vez que se convirtiera.

De pronto recordé que Edward podía leer mi mente, no creo que lo que que yo pensara lo tomara por sorpresa, pero ante la duda obligue a mi mente a pensar en otra cosa, a prestar detenidamente atención a que Aro hablara. Y con la mente fija en eso entre al salón donde se encontraban todos.

Noto el brazo de Edward tenso a mi costado, como si estuviera escuchando algo que no le era agradable. En ese instante Jane pasa por nuestro lado con mirada maliciosa. Era curioso, casi podía ver el mal inyectado en sus ojos, a pesar de su aparente cara de inocencia. Un escalofrío me recorre, al pensar que para ella soy claramente un objetivo a batir. Jane se coloca a un lado de Aro, donde también está Demetri. Y no sabía si era cosa mía, pero sentía que todos en aquel gran salón estaban pendientes de las próximas palabras.

- Podeis volver a Forks cuando deseis - se pronuncia al fin, Marco y Cayo aparecen también tras su espalda - Dentro de exactamente un mes, Bella deberá ser vampira, o no quedarán de los Cullen nada más que su recuerdo.

Me quedo petrificada. Nos podíamos ir. Tan simple como eso. Bueno, no tan simple. Mi vida tenía las horas contadas.

- Vámonos - Edward aprieta mi brazo, y tira de Alice también, que asiente lentamente.

Me dejo llevar por ellos, medio tropezando con mis todavía altos tacones, y salimos los tres de aquella sala, aún en shock, dejando atrás a una gran cantidad de Vulturis, dispuestos a todo a la mínima orden de Aro.

- Voy a por las cosas de Bella - dice Alice, y tras un soplo de aire desaparece por el pasillo.

- Todo va a estar bien - Edward acaricia mi mejilla, pero puedo ver un gesto de dolor inmenso en la mueca que hace con su boca.

Me limito a quedarme en silencio, observando uno de los grandes cuadros, mientras Edward rápidamente compra tres billetes de avión de vuelta a Forks.

- Hermano.. - escucho la voz de Cayo a mis espaldas, una vez que los Cullen abandonan el salón de tronos.

Puedo adivinar que Demetri, y posiblemente la mayoría de la guardia hubiese deseado que los matase allí mismo. Pero el que algo quiere... debe esperar.

- Si hemos dejado pasar tanto tiempo, un mes más no nos hará daño. Bella será una vampira, o a cambio nos descargaremos con los Cullen. La palabra de los Vulturi será cumplida, de un modo u otro - sentencio.

- Tendremos que vigilar bien sus movimientos - Cayo agudiza la mirada, no se fiaba demasiado de ellos.

- Tranquilo hermano - coloco mi mano sobre su hombro - Ya he pensado en algo - Y si me disculpais, tengo una última cosa por hacer. Avisad que traigan ya a los humanos.

Abandono el gran salón, esperando que para cuando vuelva todavía quede alguna presa viva para mi propio disfrute. Esquivo a los Cullen, no quiero que teman otro encuentro, todo llegará en su día. Subo hasta las habitaciones custodiadas, donde esperan los dos extraños hermanos.

Abro la puerta sin más, y los dos se sobresaltan. Indico a los guardias de la puerta que pueden retirarse unos minutos.

- No vengo a haceros daño - digo sacando un par de billetes del interior de mi chaqueta, después los tiendo sobre la cama en la que se encuentran - Mañana mismo volveis a Forks. Debeis lealtad a los Vulturis, ya que os permiten vivir a pesar de vuestra extraña condición.

- Gra..gracias - dice la niña, un poco confusa todavía.

- Pero por supuesto, las oportunidades no son gratuitas, vuestra existencia no es en vano.

Los miro fijamente, y empiezo a explicar lo que tengo pensado para ellos.

Desde hace tiempo permanezco en tercer plano,no me involucro mucho con los guardias, estoy al tanto sobre los temas y cotilleos por mi doncella. Estoy solo para las ordenes de mis amos, no quería volver a salir lastimada de nuevo y tras la larga meditacion,no establezco lazos con los guardia, me limito a las ordenes.
Pero vijilo de cerca sus paso vago como un autentico fantasma por palazzio. Pero esa fiesta y tener a ella, por allí mebpicaba la curiosidad.alli estaba guapissima, y bailando junto a él. Sentía irá rabia, que tenían todas que yo no lograba darle.......
Sali de allí y me fui de caceria necesitaba ahogar mi dolor.

En el mismo oocal de siempre busque mí presa... Allí sentado al fondo en la oscuridad estaba el, de pelo negro, guaperas... Siempre intentaba que su rostro el de mi presa fuese parecido a él...
Ma cerque

Con mi don pronto lo tendría bajo mis piernas ahogando mi rabia y sed.

_ Tienes fuego_ saqué un cigarrillo y aloje en la comisura de mis labios y me acerque a su encendedor, guiñando le._ Gracias.
_Quieres una copa_ suspiro al verle atrapado en mí seducción.
_Si estaría bien, El coktel de la casa._ se dirijio al camarero y pidio mi copa, su semblante era semejante, de todos los tipos que matada.este sin duda era el que mas se asemejaba.
_A aquí tienes preciosa_ y rozo mi mano, sentí escalofrios, .
_ Gracie_ tome el primer sorba y deje que un poco de cktel resbalase por el filo de mi labio superior, y sensualmente limpie con mi lengua.

Despues de una aburrida conversación.. Todos igual son como aves en celo enaeñando su gran plumaje y desmostrando lo que vale... Me aburría.
_Te vienes a mi apartamento, te are pasar una noche inolvidable_, y le bese el cuello, su piel se estremecio y suspiro e inpiro produndamente, se término de un sorvo el resto de su copa. Y caminamos por las oscuras y frias calles. Seguía cob sus papurrachadas de egocentrismo.
_ YO ,YO POR QUE YO, HERMOSA...._ bla bla.
Al torcer la esquina lo empotre de un golpe seco contra la parez, le dolio jimio, sus pupilas dilatadas me decia q sentía el algo q no terminaria la coñe culminandose!! Q yo no seria otro trofeo quellenar su historietas.
_ Esta sera tu ultima noche estupido_ estaba furiosa, me ardia el pecho._ Nunca mas trataras de hacer me daño, te ame, viví pir ti....._ por un segundo creí que tenía enfrente a Demetri_ y me lo pagastes con tú indiferencia .

Me limito a mantener la boca cerrada, para no resultar miedosa, o para evitar que el vómito ascienda por mi garganta. Simplemente cierro los ojos y dejo que Edward me coja, instantes después siento como si viajara en un tren a toda velocidad, el aire me roza las mejillas y hace que mi pelo vuele hacia atrás. Por un momento me permito el lujo de abrir los ojos, y veo como una rama de un árbol ha estado a punto de darme en toda la cabeza. No digo nada y vuelvo a cerrar los ojos, a menos que quiera desmayarme.

Continúo así hasta que noto que el paso de Edward se va desacelerando poco a poco, y se detiene por completo.

- Espera - le digo cuando hace el amago de soltar mis piernas para bajarme y ponerme en suelo firme, creo que ahora mismo mis piernas no van a funcionar.

Cuando creo que puedo caminar decentemente, yo misma me bajo, tambaleándome como si todavía caminase en tacones.

- ¿Estás bien? - pregunta Edward tratando de no mostrar una sonrisa.

- Mmm - asiento con la cabeza, y miro al frente. Ya estamos en el aeropuerto, y en unas cuantas horas estaríamos de vuelta en Forks. La cuenta atrás ya había comenzado.

Nahuel ya estaba hechado sobre la cama, mirando el techo en busca de alguna respuesta a todo lo que nos esta pasando. Me acerco a él y hago exactamente lo mismo, pensando en que pasaría luego..
En eso abren la puerta, no asustamos, pero luego los guardias saliero y lo unico que se quedo en la habitación, era ese extraño vampiro de ojos rojo, que ya nos habiamos encontrado con él, nos dio algunas indicaciones, teneniamos que hacer cosas por él. Nos dio una misión y dos pasajes a Forks.

Continúa en Casa de los Newton

Salío el montruo que habitaba en mí interior ví el pavor y terror en sus ojos, temblada, inspiraba rapidamente, intentaba safarse de mí, aprete fuerte los colmillos y deje escapar un voraz gruñido que a kilometros se oiria seguramente.Un problema apareció de repente la oscuridad.
-Que haceis aquí, este es mi territorio, Fuera - grito un pobre vagabundo, de ropaje viejo y mal oliente.
Le dí una patade en seco que se incrusto en la fachada de enfrente, creo que murío de ipsofacto. Cayó al suelo como una fragil pluma que se desprende del plomaje en pleno vuelo.
Mi compañero que todabía lo mantenia con vida agarrado por el pecho con un solo puño, se orino en cima, y al percatarme salieron de mi ser, carcajadas sonoras y malevolas.
-Quién eres que quieres- valbuceaba...
-Tu peor pesadilla- y le mostre mis colmillos que apesar de ser la noche oscura brillaban por un rallito de luz que se colaba en el callejon.
-Te puedo dar dinero, lo que me pidas- tartamudeaba- pero no me mates, tengo mujer e hijos- eso me hacia mas fuerte.. la suplica es lo que más me satisfacia de mis presas, esa cara desencajada, ojos saltones y las medias palabras, disfrutaba en esos instantes...
-No me importa tu mujer ni tus hijos- respondí con voz ronca- eso da valia de la clase de hombres que eres. LE are un favor matando te.
-No porfavor - comenzo a llorar, no sabía el estupido que ese estado me daba más placer....Podria alargar la noche más, pero tenia que haceres y no podia posponerlos.
Incline su cuello más, el chillaba más, se me escapaba mas de una carcajada. Sin mediar palabra con él ante sus suplicas, ya estaba succionando ese elixir tan valorado para los de mi especie. Ese que nos hacia grandes y rejuvenecer en cierta medida, era otra cuando culminaba mi caceria con una presa más su suplica. Se cayo al suelo como plomo, ya sin vida, ya no era nada solo un guiñapo..
De una patada lo revoloteee hacia el vagabundo, me vino bien que apareciera, sería como una pelea.. Con final trajico-Ja Ja...

Caminé hacía palacio, con paso firme pero lento, no fuese que la noche tragera más alegrias... con presa.

Isabella se había ido, y Alice con ella. Era una pena, no me caían del todo mal, quizás con una moral algo inflexible pero entretenidas al fin y al cabo.
Me retiro de la fiesta sin mediar palabra con ningún guardia, y al llegar a mi habitación veo una carta sobre la cama. La abro, y leo despacio.

Querido Demetri,
Me ha surgido una misión... Otra vez. Me temo que estaré algún tiempo ausente.
Te amo y te echaré de menos.
Nico

Últimamente pasaba a menudo, Nico desaparecía durante semanas... Y yo empiezo a creer que es para alejarse de mi poco a poco, para abandonarme cuando menos me lo espere. En el fondo somos iguales, pero en el fondo yo también la quiero más que a nada en el mundo.

Guardo la carta junto a las otras... Son ya demasiadas. Miro por la ventana y sólo se dislumbran las estrellas de la Toscana y los árboles de los bosques cercanos, la ciudad amurallada y... huelo a Heidi. Esta a punto de cruzar las puertas de palacio me dice mi don pero no me muevo.
¿Qué puedes hacer cuándo has elegido a una mujer y ya no esta? ¿Te vas con la otra? No. Esperas a que vuelva.