Casa de los Call

Corría en el bosque en 4 patas seguía el instinto de mi nariz, un olor dulzón empalagoso me guiaba, mi instinto me decía que debía acabar con ese ser, gruñí y seguí corriendo, mas rápido aun, los arboles pasaban a mi lado, casi rozándome pero los alcanzaba a esquivar, unos cuantos kilómetros mas y ya alcanzaba a ese ser despreciable, y allí estaba corriendo, escapando, su cabello cobre era lo único que se distinguía de su figura, enterré mis patas en la tierra y me impulse hacia delante, y lance una mordida que por pocos segundos casi le arranca el brazo, pero él era muy veloz, así que seguí avanzando, no me rendiría, volví a repetir mi hazaña de hace un momento y empuje con mi enorme lomo el cuerpo de Edward, haciendo que este cayera en la tierra y sin poder equilibrarme caí yo igualmente a su lado de espaldas y quedamos acostados uno al lado del otro. Edward fue mas rápido en levantarse, tuvo unos segundos de ventaja que aprovecho para abalanzarse sobre mi y empujar su cuerpo de roca contra el mio, haciendo que diera un grito de dolor, vi que él dio una sonrisa burlona y me levanto del suelo con toda su fuerza y me rodeo con sus brazos desde atrás de mi espalda, apretando las costillas y haciendo que se quebraran 3 o 4, haciendo que chillara de nuevo por el dolor, y me dejo caer, intente levantarme, pero las costillas rotas me lo impedían, me levante un poco y observe que ese ruin vampiro cogía un tronco del suelo y me iba a aplastar con el

-MALDITO VAMPIRO-Grite en mi cama empapado en sudor, había sido un sueño, menos mal, no dejaría que un chupa-sangre me ganara en una pelea, sacudo mi cabeza para quitarme los restos del sueño y me levante, fui hacia la ventana y observe el bosque que cubría la parte trasera de la casa, aun estaba oscuro, me fije en el reloj de una mesa que se encontraba al lado de la cama y marcaba las 2: 42 Am con un rojo que destacaba en la oscuridad, aun era temprano, me devolví a mi cama y me senté en ella, mirando cada objeto de mi cuarto sin verlo en realidad, aun tenia el sueño en mente, y diseñaba estrategias y ataques en mi cabeza en contra de los fríos parar entretenerme un rato.

Un sonido de unos aullidos se colaron en el silencio de la noche, no eran muy altos, y no decía que hubiera una emergencia, solo era un llamado para unirnos a los otros, mire el reloj de la mesita y marcaba las 3: 12 Am, había estado mucho tiempo ensimismado en mis pensamientos, y no tenia pizca de sueño, así que me quite la pijama salte fuera de la ventana, comencé a correr hacia el bosque, y cuando estuve resguardado en los arboles, solo por si acaso ojos trasnochadores, me convertí en lobo y comencé a correr en 4 patas, rastree a las únicas dos personas que se encontraban en fase y me dispuse a ir hacia ellas

-Mira quien a llegado- Rezonga Jake

-Hola hermanitoMe saluda Marie-Has respondido pronto....hey espera no vengas hacia aquí, nos dirigimos a la playa, estamos en una carrera, quien llega primero?-La ultima parte la pensó en tono de desafió, así que di media vuelta y comencé a correr en dirección a la playa, estábamos mas o menos a la misma distancia, así que estábamos por igual, me abalance hacia adelante y comencé a correr con todas mis fuerzas, ganaría la partida.

Continua en Playas de la Reserva

Estaba muy concentrado en el juego, ignorando por un momento mis pensamientos... De pronto siento a alguien hablar...
- Buenos días.. ¿Estas incomodo? - era Marie, me saludo mientras revolvía mi pelo cuando pasaba...
- Para nada... - Respondí sonriendole, Marie era una persona increíble, era muy simpática.... - Ella pasó hacia la cocina y yo volví a mi juego, por poco no me matan justo cuando Marie vuelve y se sienta a mi lado quitándome el juego y dándome unos bocadillos - Hora de comer - me dijo, y yo dándole un gran mordisco, tenía harta hambre, y tanta concentración en el juego me daba fatiga (?) ...
- Vale vale.. quita esa cara - me dice, al parecer mi cara reflejaba mis pensamientos, y ella lo había notado
- Que cara ? - dije entre algunas risas, haciéndome el loco

- De querer matarme.. - termino de tragar el trozo que me he metido a la boca - ya le he puesto pausa al juego..

Nos quedamos en silencio y terminamos de comer los dos grandes trozos de pan que he preparado hace un momento. Al final bebo del jugo de naranja y dejo el plato sobre la mesa, a un lado del mando del juego. Suelto un suspiro y me pongo cómoda sobre el sofá..

- ¡Que full estoy! - exagero y me llevo las manos a la barriga. La saco un poco para poder verme "gorda" no llego ni cerca.

- Y yo.. - Seth hace lo mismo - estaban buenisimos.. Gracias.

- No hay de que - le doy una manotada en el hombro y vuelvo a como estaba... no es que siempre me la viva de golpes con los chicos, son simples manitas de afecto y la forma de trato entre los miembros de la manada. - Oye, ¿sabes a donde se ha ido Embry? - pregunto mientras miro por el ventanal que esta tras de nosotros.

Continuación Bosques de la Push

Llegamos con Leah después de 10 minutos de caminata hasta mi casa y veo a Marie asomada por la ventana, cuando nos ve sonríe y nos saluda con un pequeño movimiento de la mano, le devolvemos el saludo y entramos a la casa

-Hablando del rey de Roma-Dice Seth, apenas damos el primer paso a la sala

-¿Qué?-Pregunte confuso

-Marie preguntaba que donde estabas, y acabas de llegar, te llamamos con el pensamiento-Sonríe por su broma y luego presta atención al juego que tenia en la Tv

-Acabamos de llegar de la guardia-Responde Leah tranquilamente y se sienta al lado de Seth cogiendo un mando del juego

-Y algo interesante?-Pregunta Marie quien se acomoda mejor en el sofá, quedando recostada sobre este

-Lo mismo de siempre, pero Sam quiere que vayamos a la playa esta noche para que Rachel ingrese a la manada

-Esta noche?-Marie lo piensa un momento-No es muy pronto?

-No lo creo- responde Leah- Se transformo ya hace mas de una semana, debemos integrarla a la manada y explicarle todo, TOMA!-Grito lo ultimo con una sonrisa mientras Seth veía la pantalla con tristeza

-Uhh, te gano tu hermana-Dije en tono de burla y Leah me mira desafiándome

-De seguro te gano a ti también-Me reto, cogí el mando de Seth y comencé a jugar

-Creen que vaya Paul?-Pregunta Marie de repente después de unos minutos

Nos quedamos callados un momento, la verdad no tenia la menor idea de donde se encontraba Paul en este momento y si le avisarían acerca de la reunión o algo, no había señales de él por ninguna parte

-No lo se-Responde al fin Seth-Espero que vaya, no seria lo mismo sin él, ademas que es parte de la manada y necesita apoyo y todo eso

-También espero que vaya-Suspira Marie

- También espero que vaya - Suspira Marie agachando un poco la cabeza...
- Pero... Alguien le habrá avisado ? - Al menos yo no lo he visto, y nose si estará enterado de la reunión de hoy.
- No se, ha andado tan desaparecido, que ni señas de vida a dado - me respondió Embry, y tenia razón, Paul no había estado por aquí de hace rato, y a decir verdad, creo que le haría falta compartir con nosotros y distraerse. Decidi dejar el tema ahí, talves a Marie no le acomodaba mucho.
Devolví mi vista a la T.V a ver como iban en el juego Embry y Leah... Y a decir verdad, a mi hermana le faltaba poco para ganar, y la cara de Embry al ver como le ganaban, estaba como para la foto... Bueeeno, no digamos que a mi me gusta que me ganen, y mucho menos Leah, pero ver a Embry que iba perdiendo era chistoso. De pronto Embry da vuelta el juego, e increíblemente le ganó a Leah en el último momento... Ahora si que la cara de mi hermana era de un total desconcierto, me reí por lo bajo.

Sin querer desvié la mirada de los chicos y mire fijamente el suelo. La verdad es que no quería seguir pensando en la posibilidad de ver a Paul nuevamente. Porque puede que no existiese ninguna. Él esta alejado de la manada desde la muerte de Amanda, la chica a la cual se había imprimado, y por mas que yo quisiese, resultaba imposible hacerle cambiar el animo, mejorar su entorno.. en pocas palabras hacerle feliz.

Alce la mirada y me encontré con los ojos de un hermano preocupado, sin necesidad de hablarlo, él y yo siempre hemos tenido esa especie de conexión en la cual nos entendemos con solo mirarnos a los ojos. Suspiro y le dedico una sonrisa sincera. Todo esta bien, o al menos eso debía creer..

Me levanto de sopetón y les digo a los chicos que me cambiare de ropa por una mas decente. Entro a mi habitación, enciendo la luz y voy directo al armario. Cojo unos vaqueros cómodos y una camiseta. Me quito la ropa que llevo puesta y me coloco la limpia. Unos calcetines y unas converse son suficientes. Cojo una chaqueta que haga juego del perchero y me la pongo. El invierno ha llegado poco a poco y seguro que hoy hara mucho frío.. aunque mi piel de unos 45 C° es capaz de soportar una helada.

Apago la luz y salgo de la habitación de vuelta al salón. Los chicos ya han apagado el televisor..

- ¿Nos vamos? - pregunto mientras acomodo las solapas de mi comoda chaqueta.

Guardamos el juego y Marie sale con otra ropa

- ¿Nos vamos? -

-Si, solo espera y agarramos algo para comer ahora, sera una gran noche-Sonrió y voy a la cocina, saco del refrigerador una botella de jugo, jamón, queso y unas salchichas, luego voy a la alacena y saco tres bolsas de pan, un varios paquetes de papas y unos doritos gigantes, meto todo en una bolsa y salgo de allí

-De seguro Emily llevara comida-Comenta Leah-Porque llevas tanto?

Pongo los ojos en blanco-De seguro no va a alcanzar y hasta tu vas a querer comer mas, nos vamos ya?

-Si, vamos-Marie comienza a caminar hacia la puerta

-Wuuuuuuuju reunión de manada-Grita Seth emocionado, yo rió y le revuelvo el pelo y salimos de allí para reunirnos con el resto en la playa, donde cada uno comenzó sabiendo la historia verdadera de la tribu

Continua en Playa de la Push

Confieso que quería estallar mientras Billy desenterraba fantasmas del pasado. La única fogata que de verdad disfruté fue la que había sido preparada en honor a mí. Era un mundo nuevo y me sentía extasiado de ser escogido para formar parte de algo exclusivo, tener poder. Pero ahora, justo en frente de la casa de Embry y Marie, tenía frío, me sentía vulnerable y me temblaban las piernas. Éso nunca lo mencionan en las benditas reuniones de la manada... los riesgos a los que corres por llevar esta sangre en las venas, que la fuerza tiene límites y andar en cuatro patas no soluciona muchos asuntos. Si no hubiese sido por la interrupción de esa niña Swan y su nuevo amigo, habría apagado el fuego a escupitajos.

Marie y Embry giraron al mismo tiempo cuando abrieron la puerta. ¿Esperaban que me les uniera a su cita con el televisor? Carecía de ganas de ver idiotas enamorados y menos cuando sabría que el tema a tratar sería la unión de Rachel a este círculo vicioso... Pero por otro lado Sam me reprendería y Emily intentaría llenar mi vacío con comida. No podría saltar por la ventana y huir de mi forma humana, estoy atrapado en ella.

Más gotas comenzaron a caer y me apresuré a entrar a su casa. Embry me acompañó con una mano en el hombro mientras Marie recorrió con la mirada todo mi trayecto hacia el sofá. Embry le lanzó una de esas miradas que siempre compartieron, ahí era donde te enterabas que eran hermanos. Llevé las mangas de mi abrigo hasta cubrir toda la palma de mis manos y crucé los brazos.

- Paul... ¿Tienes...frío?- dijo Marie casi susurrando intentando camuflar su voz con el sonido de la puerta al cerrarse.

Nisiquiera le miré.

- Bien.. - me respondí a mi misma y volví abrir la puerta que había cerrado hace segundos.. salgo de casa y bajo las escalerillas con prisa, enseguida pongo un pie en la tierra mis converse se llenan de lodo y mi cuerpo se empapa por completo del agua que cae a del cielo. La lluvia no ha cesado ni un poco, al contrario.. pareciera que no dejará de llover.

- Marie - escucho mi voz y me giro, es Embry quien esta en la puerta, recostado del marco - ¿a donde vas?..

- A dar una vuelta.. - respondo sin mas y vuelvo a seguir mi camino a ningún lugar..

- Es tarde - alza la voz para que pueda escucharlo, se pierde con el sonido de la tormenta - y lloverá mas fuerte. Vuelve dentro..

Ignoro lo que dice mi hermano y me adentro en el bosque para que ya no pueda verme. Camino a paso firme y rápido, quiero liberar mi mal humor y no pagarlo con nadie mas. Mientras mas camino mas me lleno de lodo, tanto así que hasta mi camiseta se llena de manchas marrones.

Siempre me ha gustado caminar bajo la lluvia, aunque esto ya no es una lluviecita cualquiera. Paul ha decidido ignorarme, y aunque pueda entender en la posición en la que esta, tampoco es para que me trate de esa manera.. siempre he sido una masoquista de primera. Supongo que hoy no es la ocasión..

Acelero el paso y estoy a punto de correr hasta al final convertirme en lo que una voz me detiene..

- Mierda. ¿A donde se ha ido Bella? Me dejo solo, la mato.. juro que la mato - y es esa voz irreconocible. Con ese toque y acento canadiense tan característico suyo, esa voz que me atrajo hace unos meses.. la voz de Martín.

Bajo la velocidad y entre el bosque, ya llegando a la orilla de la carretera siento su presencia, su olor que se confunde con el de lluvia, pero que aun así soy capaz de reconocer. Me acerco a paso lento, dudando... Bella lo ha dejado solo y entre la oscuridad de la noche veo a Martín debajo de un gran árbol en un intento vago de protegerse de la lluvia.. como si eso fuera posible.

Camino hasta donde esta y en cuanto me ve noto nuevamente en sus ojos ese brillo especial..

- Marie... - y sonríe con nerviosismo. Noto como su mandíbula esta tensa y tiembla sin cesar. Pobre, se debe estar muriendo de frío..

- ¿Quieres ir a casa?.. - extiendo mi mano esperando que la tome y vayamos dentro. Martín podría coger un buen resfriado.

Marie se había alejado en medio de la lluvia, preocupado entre a la casa y vi a Paul sentado en el sofá pasando canales sin verlos en realidad, me percate de que estaba temblando así que fui a mi habitación y lleve una cobija, se la tendí, y el me miro por un par de segundos y la cogió y se la coloco por encima de los hombros. No dijo nada, me senté junto a él.

-Quieres jugar Halo?-Pregunte lo mas suave posible, no sabia como iba a reaccionar, así que debía estar preparado

-Claro, cualquier cosa para evitar esta farsa-Dijo refiriéndose a los programas de televisión

-Claro-Me levante, conecte el juego, le pase un mando y yo cogí el otro y comenzó el juego.-Sabes donde se quedo Billy?, no creo que hubiera alcanzado a llegar a la casa con el clima que esta haciendo-Mire hacia la ventana un segundo y estaba completamente oscuro pero las gotas golpeaban fuertemente contra la ventana y un trueno recordó que el tiempo afuera no era de los mejores

-Vi que se iba con Sue-Respondió Paul con su atención en el juego

-Y los demás?-Intente hacer mas tema de conversación porque Paul se había quedado en silencio de nuevo

Paul dio un fuerte suspiro-Rachel se fue con su papá, obviamente-Rodó los ojos-Quien mas... Leah y Seth igual, Sam y Emily a su casa, y los demás imagino que igual-Termino perezosamente-Y hazme un favor, deja de estar preguntando estupideces, sabias donde se fueron todos porque estabas hay, y si no quiero hablar es mi problema, no el tuyo, yo solo quiero jugar, de acuerdo?

-De acuerdo-Convine, de seguro estaba siendo in comprensivo, pero no me gustaba verlos así, prefería al Paul molesto todo el tiempo que a este sin ganas de vivir.

Unos minutos después sonó la puerta que se estaba abriendo y en medio de la tormenta apareció Marie mojada de pies a cabeza escurriendo agua por todos lados, se hizo un poco al lado para que pasara alguien

-Tranquilo nadie muerde-Sonrió y a su lado apareció el chico que estaba con Bella cuando aparecieron en medio de la reunión. Acaso Marie conocía ese chico? ¿De donde?-Embry podrías traerme un par de toallas, las necesitamos-Me dijo en tono de broma, pero me levante inmediatamente

-Claro, claro, ¿quien es él?-Pregunto porque al parecer no iba a presentarme

-Oh si Martin-Se dirigió a él- Embry y Paul, chicos él es Martin-Hizo las respectivas señas con las manos y me gire hacia Paul, quien los veía de una forma extraña.

Fui por las toallas y volví lo mas pronto posible a la sala, donde se encontraban los tres sin decir palabra alguna, donde la tensión se sentía tal que se podía cortar con una cuerda, les entregue las toallas y mientras se secaban pregunte para cortar ese silencio incomodo

-Así que de donde se conocen?

El momento es justo como lo había imaginado en el camino de regreso a casa, tenso y mas que nada incomodo. Pero no podía dejar a Martín fuera, solo, en pleno bosque a la espera de su amiga que sabrá Dios que se habrá hecho.. él siempre ha sido excelente persona conmigo y traerlo a casa es lo mínimo que podría haber hecho.

Embry busca unas toallas, no las entrega y toma asiento al lado de Paul. Nos secamos un poco y Martín se cubre con la toalla, se esta muriendo del frío..

- Nos conocemos de Canadá - respondo a la pregunta - una larga historia..

- Si - sonríe él tan agradable como siempre - resulta ser que mi nana es prima de Charlie, el padre de Bella..

- Todos aquí sabemos quien es Charlie - dice Paul con tono brusco, todos nos quedamos un poco cortados.

- Es genial - dice Embry al fin para calmar la tensión - ¿estas aquí de vacaciones?..

- Mmm - se lo piensa un poco - algo así..

Mi hermano invita a Martín a tomar asiento.. me quito la toalla y la dejo sobre una silla de madera al lado del sofá.

- Iré por algo caliente.. - Aun mojada hasta mas no poder voy a la cocina y preparo café. En cuanto esta listo sirvo el contenido en cuatro tazas y las coloco sobre una bandejita. Las llevo hasta el salón donde están los chicos jugando a los videojuegos, Martín los observa - Aquí tienen - hago unas revistas a un lado y dejo la bandeja sobre la pequeña mesa. Cojo una silla del comedor y la arrastro al lado de Martín..

Si en algo no había cambiado era en ser cortante con cualquier persona nueva que conociera.

Canadá. La historia de Marie se partió en dos desde que fue a ese lugar. El tipejo ese no paraba de buscarle la mirada a Marie, y tan pronto la conversación se puso más tensa, un aullido que no había sido capaz de reconocer se elevó por los pinos de la reserva. Todos, menos el extranjero de mirada perdida, nos pusimos alerta.

- Ehh... ya vengo. Billy puede tener problemas con la ... lluvia- dijo Embry apresurandose a abrir la puerta.

- Te vas a empapar muchacho- dijo Martin- míranos a nosotros cómo acabamos- terminó de decir mientras agarraba la mano de Marie con delicadeza.

Embry pareció no escucharle y yo no tuve más remedio que tratar de ahogarme en el café.

Solo he venido a Forks por una razón: Marie, y agradezco a quien quiera que haya sido por mandar la tormenta.
Mientras prepara el café observo detalladamente el juego, debo aceptar que son muy buenos, aunque fácilmente podría ganarles, soy todo un campeón. Una que otra vez me distraigo en ver lo acogedora que es la casita, sencilla si, pero muy bonita.. igual que la dueña.
Marie regresa con los cafés y los deja sobre la mesa, busca una silla y la coloca a mi lado y toma asiento. Me estiro un poco, tomo la taza y enseguida le doy un buen sorbo. El liquido caliente baja por mi garganta y haciendo que me estremezca, realmente estoy congelado, ni siquiera siento los dedos de mis pies.. ahora si siento mis labios, eso es por el sorbo que he tomado. Marie toma la taza y bebe, el ultimo en hacerlo es el tío raro que tenga a un costado.. y en ese momento el hermano de Marie sale disparado por la puerta. Aquí como que a mas de uno le gusta jugar con el frío, van a resultar congelándose.

- Pfff que alivio... - se safa delicadamente de mi agarre y se frota las manos - con el frío que hace fuera nada mejor que un café.. - y vuelve a tomar.

- Te ha quedado delicioso - bebo un poco mas y la miro intentando encontrar su mirada - exactamente la cantidad de azúcar que me gusta.. ya veo que me conoces..

Supongo que en Canadá no tienen café, al tipo no se le ocurre más que glorificarlo.

Me estiré un poco y apagué la consola de juegos.

- Hubiese estado bien jugar un poco hombre! - replica el invitado.

Tomé mi taza vacía de café y me dirigí a la cocina mientras pensaba en qué le habría respondido. "No suelo jugar con perdedores", "Me sorprende que en Canadá sepan hundir algunos botones" "Se te daña la manicura"... Pero claro no había dicho nada.

- Tú si sabes por qué estoy aquí, no?
- A qué te refieres? Vienes donde Bella... eso lo sé
- Vamos no te hagas Marie...

El chirreo de una silla al correrse interrumpió la conversación. Era Marie alejándose de él, o ¿acercándose? Me apresuré a volver de nuevo a la sala. Él sostenía las patas de la silla de Marie que ahora estaba más cerca de él.

El tío vuelve aparecer en la sala en cuanto atraigo la silla en la que Marie esta sentada. Enseguida ella se aleja un poco, como temerosa.. no entiendo el porque de su actitud. Me confunde.

El chico vuelve a tomar asiento donde hace unos minutos había estado, se cruza de piernas, coge el mando de la tv y comienza a cambiar canales... tomo las manos de Marie, quien esta vez no pone resistencia alguna, pero observo como lanza una mirada fugaz a Paul y luego me mira..

- No me hago nada - aclara su garganta y sonríe a medias, se nota nerviosa.

- Entonces sabes porque estoy aquí.. - hablo en voz baja, aunque la verdad me da igual si nos escucha o no.

- No lo se.. - dice de nuevo.

- Estoy aquí por ti - y digo lo que había estado callando desde el momento en que pise su casa. Aprieto sus manos, las sujeto con fuerza y miro sus hermosos ojos marrones - porque te he echado de menos..

Canales en español, películas subtituladas, dibujos animados, cine francés, noticieros. Ninguna cosa podrían callar la conversación de al lado. No me contuve más y me entrometí en la telenovela vecina.

- Aquí es donde tú le díces cuánto lo extrañaste a él- le dije a Marie señalándolos con el control de la TV- Vamos no seas tímida, a mí me lo dijiste un par de veces.

El tipo envió su mirada hacia el piso y alzó una ceja.

- Bueno ahora sí. ¿Quén demonios eres tú pequeño indiesito?- dijo entre dientes luego de alzar la mirada.

No dudé en ponerme de pie, así como Marie no tardó en detenerme, con una mano me mandó de nuevo al asiento.

- Por favor no hagas esto Paul.. - es lo unico que soy capaz de decir con un hilo de voz..

Me siento en un extraña encrucijada.. nunca había estado en esta posición, a solas, frente a dos personas importantes en mi vida, porque por alguna u otra razón ambos lo son.. y por eso es que me resulta tan difícil el estar así.

- ¿Hacer que? - bufa desde el mueble. Noto en su rostro la inquietud que hay dentro de él. No entiendo.. no se porque hace esto. ¿No que no le importo?.

- Yo soy quien debe decir algo.. - aclaro mi garganta y tomo una bocanada de aire - Martín.. - lo cojo de la mano y busco sus ojos, finalmente me con su mirada - ¿recuerdas el chico del que una vez te hable?..

- Por supuesto, por el que sufrías, aquel que te dejo de querer.. claro que lo recuerdo, me lo contaste una de las tantas noches en el parque..

- Es Paul - digo sin mas en un intento de no recordar esos días junto a él - él es ese chico...

Más rápido que el aleteo de un colibrí me puse en pie de nuevo y frené la mano de Marie. Llegué a pocos centímetros de el aparecido ese.

- Tu no sabes abosulatemente nada de todo lo que pasa por aquí. No tiene idea del montón de cosas que se me ocurre podría hacer para que se trague sus palabras. El abecedario entero podría bajarle por la garganta en algunos segundos- le hablé pausado y con los dientes juntos, las fosas nasales abiertas y los ojos fuera de su órbita. La temperatura se elevó inmediatamente en mi cuerpo.

- Vaya que la gente si se alarma cuando le echan en cara sus errores. Adelante, demuestremelo- dijo poniendose de pie.

Marie se puso a la defensiva y se paró en frente de Martin.

- Paul por favor, han sido suficientes los errores- vociferó Marie apartandome del camino.

La respiración salía por mi naríz casi ardiendo, tenía los puños cerrados y mi pecho subía y bajaba por su propia voluntad.

- Que jamás diga que el pasado que compartimos no fue un bonito rompecabezas. Y no trates de meterle piezas que no encajan- terminé de decir luego de empujar a el canadiense con el hombro.

Acabé la frase con el estruendo de la puerta, corrí algunos metros más hasta acabar en cuatro patas.

Sale de casa y nos deja a solas. De repente me siento un poco mareada y decido tomar asiento. Martín se sienta inmediatamente a mi lado..

- ¿Estas bien? - pregunta preocupado..

- Esto no esta bien.. - murmuro - no se suponía que debía ser así.

- No importa - pasa su brazo por mi espalda y me atrae a su cuerpo para abrazarme - las cosas pasan como tienen que pasar..

- No quería - apoyo mi cabeza de su hombro y mi boca hace contacto con su cuello húmedo, en cuanto vuelvo a hablar las palabras salen entrecortadas por lo pegada que esta mi boca de él - no te mereces esta escena, ni siquiera vale la pena..

- Me gusto conocerlo - dice unos segundos después - ahora se quien es la razón de todo..

- Yo te quiero Martín - y en ese momento levanto mi cabeza, aparto unos mechones del cabello de mi rostro y lo miro fijamente - y agradezco que estés aquí, lo valoro muchísimo, te valoro a ti - se atragantan un poco las palabras, tomo aire y vuelvo hablar - pero no se si eso pueda cambiar las cosas..

Sus palabras me hieren pero por otra parte me alivian, ¿o debo decir me consuelan? Aprecio mucho su sinceridad, por eso siempre he dicho que es una buena chica, sin duda..

- Entiendo - digo al fin, después de un tiempo en silencio meditando lo que ha dicho - se por lo que estas pasando, no te preocupes.
- Nunca he querido hacerte daño - hace un gesto lleno de tristeza, como queriendo llorar..
- Eyy - me acerco y la abrazo, no me gusta verla así - no he dicho que lo hicieras.
- Pero se que es así - murmura entre sollozos - eres muy bueno para merecer esto que pasa.
- Y tu eres muy buena para llorar y sentirte mal - me separo de ella y seco de su rostro dos lagrimillas que escaparon de sus ojos. Suspiro y la miro fijamente - tomate el tiempo que necesitas.
- Estoy tan confundida - suspira y se estruja los ojos - entre lo que quiero y lo que merezco..
- He estado en esa posición. Te entiendo, puedo esperar.
- Gracias - se limita a decir y me vuelve abrazar..

Es el ser mas comprensible que he conocido jamas. No puedo hacer mas que darle las gracias y lanzarme a sus brazos y sentir su calor, o no tan calor, ya que aun ambos estamos húmedos por el agua de lluvia..

- ¿A donde fue tu amiga? la chica esta, Bella - digo con un poco de indiferencia..

- Con Jacob..

- ¿Quieres pasar la noche aquí? - pregunto y me deshago de su agarre - vale - me rio a medias - no pienses mal..

- No lo hacía..

- Si claro - y ambos reímos a la vez - quiero decir, aun llueve, es tarde, no sabes el paradero de tu amiga y así no te dejare ir, es mejor que te quedes.

- ¿Tu hermano estaría de acuerdo? - enarca una ceja, ese gesto que haces cuando tiene dudas..

- Seguro Embry no tendrá problemas - le aseguro y cojo sus cachetes entre mis manos y juego con ellos, es una manía que tengo desde que le conocí.

- Entonces acepto, me quedo a pasar la noche.. - dice al fin.

Martín se tumba en el sofa, toma el mando y comienza a cambiar de canal hasta parar en su preferido, videos musicales, voy a la nevera cojo dos cervezas bien frrías y vuelvo al salon, me siento a su lado y le tiendo una, me mira de reojo con picarida..

- Se cuanto te gustan - me adelanto a decir.

- Estas son las mejores que he probado en Estados Unidos.. - destapa la suya y le da una buena tomada.

En ese momento la puerta se abre. Volteo a mirar quien es..

(Continuación del Bosque de la Push)

Luego de escurrirme por la ventana de Sam y ponerme unos pantalones ligeros había llegado al porche de la casa de Marie. La puerta siempre estaba abierta. Giré la manija con cuidado tratando de no dejar entrar las últimas gotas de lluvia del día. La cerré con el mismo cuidado sin levantar la mirada. Lo que gané fue la atención de dos pares de ojos, al parecer sedientos según lo decían las botellas encima de la mesa.

- Buenas- digo alzando ambas cejas por igual.
- Ha..ha..has vuelto- alcanza a decir Marie mientras trata de apartar la cerveza de su lado.
-¿ No me ofreces una?- mi pequeño paseo había aumentado mi cinismo.

Marie nos lanza un par de miradas y se va directo a la cocina. El chico canadiense sigue sin dirigirme la palabra, pero no duda en tratar de intimidarme tomando la botella con ira.

Me ha sorprendido su regreso, había salido hace unas horas por la puerta con tal actitud y de tal manera que no me esperaba su regreso. Y sigue existiendo esa escena incomoda.. aun así me levanto y voy a la cocina. Abro la nevera, saco la botella, cierro la puerta y vuelvo al salón..

Martín se mantiene sentado mirando la televisión mientras que Paul sigue de pie sin expresión alguna. Le doy la botella y le da un sorbo..

- Y bien... - inhala una bocada de aire y lo exhala al instante - ¿he interrumpido algo? - pregunta con el mismo cinismo.

- No.. - digo de inmediato, no vaya a ser que Martín vuelva todo mucho mas incomodo de lo que esta - solo conversábamos- agrego - y decidimos tomar unas cervezas..

- Pero si tu no tomas.. - espeta Paul y se ríe.

- Las personas cambian - digo con doble sentido y doy un buen sorbo de la cerveza.