Casa de los Byrne

''Por fin en casa'' dijo mi padre nada más entrar por la puerta. Lo cierto era que aquel sitio parecía bastante acogedor. No parecía un mal lugar para empezar de nuevo. Dejé caer las maletas y me dirigí a la que a partir de ese momento sería mi habitación. Era perfecta.

No sabía muy bien que hacer en aquel momento. No conocía a nadie, aunque mi padre me había hablado de la existencia de más lobos. Tal vez intentara hablar con ellos. Por el momento decidí tumbarme en la cama para descansar de un largo viaje. Ya saldría después a buscar compañía.

Me desperté ya bastante descansada del viaje. Bostecé y decidí que ya era hora de salir a conocer mi nuevo hogar. Salí de la cama de un salto, me peiné y me cambié de ropa. En ese momento me di cuenta de algo. ¿Adonde podía ir? No conocía nada ni a nadie de aquel sitio, por lo que no sabía que hacía la gente para divertirse en aquel lugar. Tampoco quería salir más allá de La Push, ya que tenía la esperanza de encontrarme con algún lobo, aunque eso no se lo había contado a mi padre.


Entonces recordé un sitio que me había mencionado mi padre. Él me había hablado de un restaurante bastante buena. Tal vez fuera el mejor lugar para empezar. Salí de mi habitación y vi a mi padre sentado en el sofá viendo la televisión. Sonreí. Era típico de él hacer esas cosas.

-Papá me voy a conocer esto-le dije mientras me dirigía a la puerta.

-De acuerdo, pero no te metas en líos-dijo con una sonrisa.

Salí por la puerta y me dirigí hacia el restaurante, esperando recordar dónde me había dicho mi padre que se encontraba.

CONTINUACIÓN EN EL RESTAURANTE DE SUE