Casa de los Call

- Creía que habías decicido mantenerte firme, ya sabes, luego de lo que pasó la última vez que tomaste un par de estas- le respondí alzando la botella simulando un brindis.

Marie se sonrojó un poco pero se mantuvo callada. Puse la botella en la mesa y me tumbé al mueble haciendo saltar a Martin un poco. Estaba dispuesto a hacerlo enojar. Darle una de esas lecciones que estoy abierto a dar en cualquier momento.

- Me disculpo por lo de hace rato- tomé un sorbo- Marie sabes cómo me pongo cuando se meten con algo que de verdad me importa- termino de decir.

- No te preocupes Paul, estoy segura que Martin también siente lo que dijo.- habló Marie luego de tomar de nuevo su cerveza.

- De ninguna manera- dijo el pequeño Canadiense acomodandose más fuerte en el sofá.

Dibujé una gran y falsa sonrisa y cruzé la pierna. No me iba a mover de ese sitio hasta que el tipo se fuera. Sé lo sonsa que se pone Marie con un porcentaje de alcohol en su sangre.

Sabes cómo me pongo cuando se meten con algo que de verdad me importa. Pues bien, supongo que esta puede ser una señal positiva, o puede que negativa.. de esas que te dejan plenamente confusa y te preguntas ¿Que demonios quiere lograr diciendo eso?. Eso es justo lo que me pregunto..

Y el momento cada vez estaba mas incomodo. No se que podría hacer o decir para aliviarlo, pues obviamente Martín no aguantaba a Paul y viceversa, y por supuesto esta no es la ocasión para que se lleven bien. Me temo que nunca habrá una.

Pero lo cierto es que a ninguno de los dos los quisiera perder, Martín se ha vuelto una persona importante en mi vida, de esas que deja huellas, y Paul es... ¿puedo decir el amor de mi vida?, suena algo soso, pero entonces diría que es esa persona la cual entra en tu vida y nunca sale de ella..

- Oye Marie.. - escucho la voz de Martín que me trae de vuelta al momento, me toma de la mano y tira de ella para hacerme reaccionar - estoy aquí - dice sin incluir a Paul.

- Oh lo siento.. - me disculpo y bebo otro sorbo, el ultimo. - ahora vuelvo - Me levanto y voy a la cocina por otras tres cervezas. Antes de regresar tomo una bocanada de aire y la mantengo en mis pulmones el mayor tiempo posible. Vuelvo, las destapo y entrego una a cada uno.

- Hagamos algo divertido - propone Paul, se levanta y se pierde en el pasillo que da a las habitaciones..

- ¿Que pretende? - pregunta Martín apenas desaparece - es incomodo..

No respondo. Paul enseguida vuelve con un juego en mano, uno que ha estado debajo de mi cama desde hace mucho, al que solemos jugar toda la manada cuando estamos reunidos y listos para divertirnos. Se trata de una ruleta en la cual hay preguntas algo calientes e incomodas, quien no la responda, debe cumplir un reto que le ponga la otra persona.

- Pues bien.. - se sienta de golpe nuevamente y pone el tablero sobre la mesa - hora de jugar..

Su presencia me incomoda hasta mas no poder, pero no por eso me hará sentir cortante, al contrario, eso es lo que quiere lograr y por supuesto no lo conseguirá. También soy capaz de sentir la incomodidad de Marie, no es para menos, mas aun con un tipo tan déspota y cínico como lo es Paul.

Desaparece y vuelve con un juego en mano, lo deja sobre la mesa y se sienta de la misma forma tan irritante de hace un rato. Saca el juego de la caja y la coloca en el piso, dejando el tablero y unos dados sobre la mesa..

Marie se anima un poco y se levanta para poner una silla al otro extremo, Paul se sienta en el suelo y me quedo en el sofá.

- Paul, ¿me pasas la caja? - se la entrega y ella comienza a leer las instrucciones del juego..

- Sera interesante - comento en cuanto termina. Cojo la botella y bebo una buena cantidad.

- Se tiene que responder cualquier clase de pregunta - avisa Paul - cualquiera que sea - y mira a Marie de reojo..

Estiré las piernas debajo de la mesa y comencé yo el juego.

- Sería bueno que llamaramos a Embry, Jake, Rachel.. incluso Bella- dice Marie al son de los dados al caer.

- Ya vendrán... ¡Seis!- le respondo- Giro la rueda hasta llegar a la sexta casilla- ¿Te gustan los tríos?.

Marie frunció un poco la boca y Martin arcó una ceja. Yo ni me moví, era fácil la respuesta.

- No, soy suficiente.- respondo entregandole los dados a Marie que aún se debatía en a quién dirigirle su mirada, al final se concentró en el tablero.

- Ocho- dice a bajo volúmen- Uno, dos, tres...- va contando hasta llegar a la octava casilla- El siguiente al turno debe proponer un reto.

- Supongo que ese soy yo- escupe Martin aún con la mirada de Marie fija en la ruleta.

En ese mismo instante me dieron ganas de partir el juego en 15 trozos, quemarlo y luego enterrar sus cenizas. Me dediqué a tomar otro sorbo de cerveza.

La cara de Paul es todo un poema, no puedo evitar reír un poco.

- A ver.. - me lo pienso bien, comenzaremos con algo suave - Marie te reto a...

- No seas cruel - avisa y se ríe tímida.

- Te reto a ... - miro la cara de Paul que espera una respuesta - beber toda una cerveza.

- ¿Fondo blanco? - inquiere y asiento - vale, voy por ella...

Se levanta y va a la cocina, vuelve con una cerveza en manos llena hasta el tope. Nos la muestra para que no quede duda que no hará trampas y alza para beberla toda..

Voy hasta la cocina muy aliviada, es un reto complicado pero fácil, máximo podría ahogarme con tanto liquido espumoso.

Una gran cantidad de cerveza comienza a descender por mi garganta y trato de tomarla con calma aunque resulta un poco difícil. Dejo que fluya poco a poco y cuando ya le queda poco la dejo caer de golpe hasta terminarla..

Hago una mueca con la cara, estoy embuchada por tanta cerveza pero lo he logrado. Muestro la botella y ambos sonríen...

- Bravoooo - me aplaude Martín y se ríe - esa es mi chica, sabía que lo harías...

Tomo asiento y Paul carraspea..

- Es tu turno chico - dice a quien ya ha tomado los dados y esta listo para tirarlos.. Estamos todos atentos al resultado.

- !Cinco! - suelta de golpe y mueve la ruleta los cinco puestos correspondientes. Lee la pregunta en voz alta - el siguiente a lanzar los dados formula una pregunta caliente.

Martín mira de reojo a Paul y viceversa. No puedo evitar reírme, esto se comienza a poner divertido..

Tenía que calcular la pregunta milimétricamente. Algo que lo hiciera quedar como un zapato delante de Marie.

- ¿A cuántas te has llevado a la cama?- digo sin más. De inmediato Marie desdibuja la sonrisa que tenía y clava la mirada en el canadiense. Él comienza a parpadear en exceso.

- Las instrucciones decían que podía negarme a responder y cumplir algún reto... pues vale. Este es el momento indicado.

- Debe ser un número muy avergonzante- le digo con el ánimo de hacer más tensa la pregunta.

Marie se paró y como un rayo fue por otra cerveza a la nevera. Ambos sabíamos que le había disgustado la evasión. Cuando ella se nos unió de nuevo Martin logró responder.

- Bien, no las he contado. Han sido.. varias- trata de convencernos sin una respuesta concreta.

- Qué tan 'varias'? - le cuestiona Marie con los ojos ya algo entrecerrados. Era de esas fáciles de embriagar.

- No lo sé, he dicho que no las he contado. Es más, en este momento sólo se me ocurre una en especial- termina de decir lanzando una mirada de pícaro.

- Mi turno- digo lanzando los dados con brusquedad.

- ¡Cuidado indio! Vas a sacarle el ojo a alguien con eso- argumenta Martin.

- Dos... El número de mujeres que yo me he llevado a la cama- termino de decir susurrandole al oído a Marie.

- Han sido tres- me dice apartandome hasta de su aura.

- No pequeña, son dos. Uno y uno dos. ¿Se te han subido las cervezas a la cabeza que no cuentas bien?- responde Martin sin saber de lo que habla.

Corro el par de casillas que me tocan. El siguiente al turno puede disponer de 7 minutos a solas contigo.

- ¡Has hecho trampa pequeño pocahontas!- me grita Martin tratando de estrujarme por los hombros. Sólo logró moverme algunos milímetros.

- Como digas...- respondo diplomáticamente.

- Supongo que esa soy yo.. - digo un poco cortada. A Martín no le sentara bien nada de esto, pero es un juego al fin y al cabo.

- Hora de irnos Marie - Paul se pone de pie y me tiende la mano mientras mira de manera "sobrada" a Martín quien ha puesto cara de pocos amigos. No es para menos..

- Cuenta los minutos - le digo y cojo la mano de Paul.. Martín asiente y se sienta de golpe en el sofá.

- Dispones de mi.. ¿a donde vamos?.

Se me pasó por la mente correr hacia los árboles y transformarnos, tomar un paseo desapercibido por el canadiense, pero correría el riesgo de que leyera mis pensamientos. Que corroborara que la mitad de mmi cerebro estaba dedicada a no olvidar a Amanda.

- Sólo a tu habitación, no te extrañes.- seguimos nuestro camino por el pasillo.

- Hacía mucho no jugaba eso, ahora recuerdo por qué... Menudas situaciones en las que nos pone...- continúa diciendo aún sin soltar mi mano.

No sé s fui yo o ella quien aseguró la puerta pero tan pronto entramos me senté al borde de los pies de la cama y Marie casi encima de su almohada.

- Te ves bien con esa blusa- traté de romper el hielo señalando una prenda al azar sobre la silla de enfrente.

- En realidad es de Emily- responde girando los ojos- Me la ha prestado la última vez que terminé desnuda en el bosque...

¡Vaya que no se nos ocurría nada qué hacer en 7 minutos mejor que discutir!

- Te debe quedar mejor a tí- dije tratando de arreglar el asunto.

- Uhhmm... ¿Qué haces aquí Paul?- escupe al fin esa pregunta que sabía tenía ganas de hacer desde que entré hace rato.

- Estamos... jugando, pasando el rato...- trato de evadir la respuesta porque nisiquiera yo sé cómo terminé en estas.

- Okay, supongo que han pasado los minutos suficientes, jamás dices nada.- dice paseandose hasta la puerta.

- Pasaste días persiguiendome y ahora que dispones 7 maravillosos minutos conmigo decides huir... ¡Bárbaro!- dije derrumbándome en la cama.

La perilla no sonó al girar, significaba que aún estaba dentro.

- ¿Para que quedarme? - me giro y él esta tumbado en la cama - ¿para escuchar y recibir lo mismo de siempre?..

Se vuelve a sentar y se cruza de brazos, hay algo extraño en su mirada, ¿brillo? no creo, no puede ser eso. Hace un gesto que no logro descifrar. Me acerco un poco pero conservo la distancia, tomo la misma posición que el.

- Puede que no recibas lo mismo..

- Entonces aclárate - bufó sin alterarme demasiado, solo quiero aclarar cosas - ¿no te das cuenta que cada vez que queremos hablar me terminas haciendo daño? - no dice nada, solo baja la mirada - te diré algo.. - vacilo - aunque no creas entiendo por lo que estas pasando, se lo que es perder a esa persona que tanto se quiere, pero yo también tengo sentimientos Paul, sabes lo que siento y no es justo que tenga que soportar no solo el hecho que ames a otra persona, sino que tenga que soportar tus desplantes cada vez que se te antoja..

- No te quiero hacer ningún maldito desplante.- la tomé por los hombros pero sin mucha presión- ¿Que no te das cuenta que lo único que pretendo, además de no dejar que ese estupido que está allá afuera trate de aprovecharse de que estás a tu límite en el alcohol, claro que quién sabe qué demonios habrás hecho con él cuando estuviste en su casa... es tratar de que todo salga bien?

- Pues no lo estás...-intenta decir pero le interrumpo.

- Tengo que lidiar con la idea de que el plan que se supone estaba dictado para toda mi vida, destinada a ser muy larga por la maldita sangre que corre en nuestras venas, se ha quebrado y se supone que de alguna manera debo escribir el destino aunque no tenga la cabeza para eso, es como mi historia pero sin mí- suelto un poco de aire- Y disculpa si me he pasado de los 7 minutos pero lo único que quería esperar sucederia era encontrar algo de normalidad, pero disculpame si aún pienso en ella, como tú piensas en el estúpido que está escuchando detrás de esa puerta.

-E..e..está todo bien-responde Martin sin despegarse del otro lado.

Marie abre la puerta haciendole perder algo el equilibrio y sale sin más al pasillo. Tal vez pueda arrepentirme de lo que cruza por mi mente, pero tan pronto Martin trata de halarla hacia la sala, sintiendose su lazarillo, la tomo del otro brazo y la traigo hacia mí como esos viejos pasos de baile con un pequeño giro. Y sin pensarlo le doy un corto beso en los labios, esa sensación que no era extraña pero que aún lograba estremecernos desde adentro.

Solo soy capaz de sentir como me toma de un brazo y luego esa maravillosa y única sensación al besar mis labios, aquella que por mas que quisiera olvidar no podía.

Al separarnos quedo completamente desconcertada. ¿en verdad me beso? ¿es esto lo que estaba buscando durante los siete minutos?. Hay muchas preguntas que quisiera hacerle, pero este no es el momento. Lo miro llena de confusión y en sus ojos noto un brillo, aquel que no había visto desde hace mucho.. una ráfaga fugaz de esperanza invade mi corazón pero enseguida desaparece cuando caigo en cuenta de a quien tengo atrás..

Me da vergüenza mirarle, así que me giro y camino rápidamente de vuelta al salón..

- Sigamos el juego, ¿quien quiere mas cervezas? - ambos dicen "yo" así que voy a la cocina, busco unas tres mas y vuelvo a salón, ambos están sentados en los mismos lugares de hace un rato.

Me siento y les entrego las botellas a cada uno. Martín toma los lados y los tiende frente a mi..

- Es tu turno.. - dice y bebe un sorbo.

Cojo los lados y los lanzo. Uno.. Dos.. Tres..........

- Cinco - digo en voz alta y muevo la ruleta el numero de casillas correspondientes..

- ¿Te has enamorado alguna vez? - lee Paul con cuidado y enseguida me arrepiento de que lo haga.

Mierda.. ¿Por que mentir?. Es obvio, todos lo saben..

- Si - bebo un sorbo - por supuesto que si.. - afirmo al final.

El juego había sido una completa locura. Paul se había aprovechado de unas cuantas preguntas de las cuales estaba seguro que obtendría una respuesta que elevaría su ego, mientras que Martín intentaba en lo mas mínimo mantener la guardia baja y soportar los comentarios de Paul. Yo me encontraba en medio de dos personas maravillosas, preguntándome en el fondo que cojones hacía con ambos en el mismo lugar.

- Ya es tarde - me levanto de golpe y todo me da vueltas, siento como unos brazos me sostienen e impiden que caiga directo al suelo - Guaaaaao, creeeeeo que las cervezas hicieron su trabajo - se me escapa un hipo seguido de una carcajada..

- Sera mejor que te lleve a la cama - escucho la voz de Paul, aquella que reconocería donde fuese.

- Yo puedo hacerlo Paul - esos brazos me siguen sosteniendo, deben ser los de Martín - sera mejor que te vayas..

Trato de abrir los ojos pero todo me da vueltas, trato de zafarme del agarre pero no me dejan..

- Qhuiero ni cama - pido como niña pequeña, soy consciente que la lengua se me enreda, pero no soy capaz de articular una palabra coherente - pod favorrrr..

Unos brazos me cargan y segundos después escucho una puerta abrirse - te veo mañana Marie, pórtate bien - escucho su voz al despedirse y por una fracción de segundos deseo que no se vaya..

- Lo hareeeee - respondo como puedo y luego siento la calidez de mi habitación. Segundos después siento frío en mi cuerpo y luego calorcito. Intento abrir los ojos pero no soy capaz, los vuelvo a cerrar y no me acuerdo de mas..

Cojo una cobija en su armario y cubro a Marie del frío, por unos instantes me detengo a observarla hasta que escucho el sonido de una ventana chirrear. Antes de salir de la habitación deposito un beso en su coronilla y antes de cerrar la puerta me detengo a apagar la luz.

Vuelvo al salón, donde sigue puesto sobre la mesa el juego con el que nos hemos estado distrayendo unas horas. Cojo la caja y lo guardo dentro, dejándolo nuevamente en el sitio del que Marie lo había sacado. Saco mi iphone del bolsillo del vaquero y pongo una música de fondo en volumen escuchable pero bajo para no despertarla.

Llevo las botellas vacías a la cocina y limpio como puedo toda la reguera para que así no tenga que hacerlo mañana. De solo imaginar la resaca que tendrá siento mucha compasión. Me río solo mientras tarareo la canción nueva de Alejandro Sanz..



Trato de no pensar demasiado en lo sucedido esta noche, al final terminaría por afectarme como siempre. Tengo que admitir que Marie ha sabido comportarse, palabra la cual Paul ni siquiera tiene consciencia que existe, es obvio que el comportamiento en él no existe...

Termino de limpiar todo y me tumbo en el sofá. Miro a través de la ventana y la lluvia a cesado un poco. Miro el móvil y no hay rastros de Bella, supongo que por la mañana tendré noticias. Repito nuevamente la canción y cierro los ojos, continuo tarareando..

Ahora te enseño de donde vengo y de que tengo hecho el corazón....... no me compares, baje a la tierra en un pincel por ti, imperdonable, que yo no me parezco a él .. Ni a él, ni a nadie..

No he podido descansar mucho, casi nada me atrevo a decir. El resto de la noche estuve vigilando a Marie, pero esta no hacía mas que dormir como una bebe..

Noto como la claridad se asoma a través de la ventana y mis ojos se entrecierran por el cansancio. Miro el reloj luego de un largo rato de haber estado mirando la tv y marca las 8:16am.

Marie no ha despertado y me temo que no lo hará en muchas horas y su hermano no ha llegado a casa. Espero que si llega no tenga problemas con verme aquí.. así que para evitar cualquier inconveniente rápidamente cojo el móvil que se había caído al piso mientras intentaba conciliar sueño y marco el numero de Bella.

Inmediatamente comienza a dar tono. Parece que las lineas telefónicas han sido arregladas, al fin..

Marie ni siquiera se ha levantado, o al menos dado señales. Su hermano tampoco había llegado a casa y era hora de irme. Antes de hacerlo me tome el atrevimiento de ir hasta su habitación y estar seguro que estaba bien, deposite un beso en su coronilla y volví a salir...

Miro el reloj y han pasado 8 minutos desde que Bella tranco el móvil, así que ya debe estar por llegar. Camino hasta la salida y tiro de la puerta, salgo de casa y la cierro a mi espalda. Comienzo a caminar por el piso aun empapado, miro mis botas y están completamente llenas de barro, tendría que darles una buena lavada.

A lo lejos veo como poco a poco se acerca una figura tan irreconocible como la de Bella. Alzo los brazos y le hago señas para que sepa que la he visto y donde estoy..

Salgo casi huyendo de la casa de los Black, porque si me quedo un instante más sé que Jake dirá algo más que no pueda evitar. Avanzo a grandes zancadas hasta la casa de los Call, donde veo a Martin acercarse.

- Hola - digo llegando con la respiración agitada.

- ¿Pasa algo? Ni que hubieras visto un lobo.

Ruedo los ojos, espero que nunca tenga que entender ese chiste.

- Mejor vámonos ya, necesito estar en casa - empiezo a andar el camino hacia la camioneta y Martin me sigue, está todo mojado, pero ya no llueve.

CONTINÚA EN LA CASA DE LOS SWAN

Continuación Bosque de la Push

Finalmente llegue a casa, había caminado con pasos cortos y la cabeza gacha durante todo el camino, sin nada en mente, solo preocupado en dar cada paso correctamente. No quería llegar y sentirme solo, enredarme en mis pensamientos y sentirme peor de lo que me encontraba.

Entre directo a la cocina y saque una caja de jugo y la bebí toda de un sorbo, así que fui a botar el envase en la caneca, cuando me fijo en que hay botellas de cerveza allí, Marie había tenido una linda noche, bien por ella, al menos uno de los dos estaba mejorando.

Fui a su habitación y abrí suave la puerta y me asome un poco para observar si estaba o no despierta, se encontraba completamente dormida, ni un terremoto podría despertarla, aun así cerré la puerta con delicadeza y fui a la sala, tome un bolígrafo y un papel y anote:

"Tenemos guardia a la 1, yo iré a dormir, si no he despertado a esa hora, levantarme así sea con agua fría"

Ojala no se lo tomara literalmente, deje la nota sobre la mesa para que la ubicara fácilmente y fui a mi habitación, me cambie mi ropa que estaba aun húmeda y me acosté en mi cama y en menos de un minuto quede profundamente dormido.

La noche anterior había sido un completo caos, al menos así era ahora mismo para mi cabeza, que no paraba de dar vueltas ni de doler. Desperté hace como treinta minutos y desde entonces no ha parado.. y eso que me he tomado una pastilla.

He leído la nota que mi hermana dejo sobre la mesa, lo peor de todo es que no tenía ni una poca de ganas de ir hacer guardia, pero la verdad es que hace días que no he cumplido con mis deberes, y antes de que Sam me llame la atención prefiero hacer las cosas por si sola..

Prepare un baño con agua caliente y me relaje lo mas que pude, no tenía ganas de pensar en lo que había pasado la noche pasada, pero no pude evitar pasar mis dedos por mis labios al recordar aquel beso por parte de Paul...

Deshice cualquier clase de pensamiento en mi mente.. y en cuanto estuve lista me vestí lo mas cómoda posible. Hoy sería una tarde y noche larga así que debía estar preparada..

Mire el reloj sobre la mesita de noche en mi habitación: 12:34pm, en poco ya sería la 1 y debíamos ponernos en marcha para nuestros deberes. Rapidamente fui a la habitacioón de mi hermano y abri la puerta despacio.

Estaba roncando y durmiendo muy a gusto, me sabìa mal despertarlo, pero el deber llamaba. Así que me subi a la cama, me acoste a su lado y con un hilito que saque de la camiseta que llevaba puesta comence a pasarselo por la nariz..

Estoy corriendo en cuatro patas, persigo un lobo, estamos compitiendo, él solo me lleva pocos metros de ventaja, ya casi lo voy a rebasar cuando se comienza a transformar, pero no en humano como siempre sucede, ahora cambia el color de su pelaje, su altura, sus ojos.... ahora se ha convertido en Rachel, en su forma lobuna, me quedo estático, y ella continua corriendo, hasta que se percata de que yo no la sigo, escucho en mi mente como me llama y me anima para que la siga, solo que la siga, pero no puedo moverme, mis patas no responden y solo me quedo allí, Rachel se acerca con un trote lento y se ubica al frente mio, me mira intensamente, y acerca su hocico al mio, yo solo miro todo en cámara lenta, esperando, pero algo me incomoda el hocico haciendo que me separe de Rachel, y me separo de ella, quedándose ella hay y yo alejándome.

Siento un cosquilleo en la nariz y con mi mano quito lo que me molesta, siento una risa a mi lado y abro los ojos lentamente, observo a Marie al frente mio, sonriendo con un hilo en sus dedos

-Levántate dormilón, debemos ir de guardia

Ya? si había dormido solo 5 minutos-Que hora es?-Respondo zombie

-Las 12:39, ya es hora de levantarse

-Agh-Me quejo y abro completamente los ojos-Espérame me baño y salimos, de acuerdo?

-De acuerdo

Voy al baño y me doy una ducha rápida, me coloco una pantaloneta, y una camisa, nada extraño y salgo, Marie me esta esperando sentada en mi cama

-Eso fue rápido-Sonrió y me siento a su lado-¿Porque tan gruñón cuando te desperté? ¿acaso tenias un buen sueño?

De hecho así era-A nadie le gusta que lo despierten-Respondí

-Es verdad-Sonrió y se levanto extendiéndome la mano para levantarme igual

-Y tu estas muy feliz esta mañana,¿ algo que comentar?

- ¿Feliz? - hago una mueca y me rio por lo bajo - y yo creía que mi semblante mostraba todo lo contrario.

Salimos de su habitación y fuimos directo a la cocina. Embry se recostó del mesón mientras yo sacaba mayonesa, jamón y queso para preparar unos bocadillos. Él me tiende la bolsa de pan y saco dos grandes trozos. Comienzo a prepararlos sin decir nada, pero siento la mirada de mi hermana clavada en mi, viendo cada gesto y cada movimiento por mi parte.

- Lo quiero con bastante mayonesa, en realidad bastante de todo.. - dice y sigo preparándolos. Trato de evitar su mirada pero es demasiado profunda e incomoda.

- Vale - me doy por vencida y hago caer el cuchillo a un lado del mesón, los bocadillos están listos y él coge el suyo - anoche Paul estuvo por acá - digo - y Martín también - agrego.

- Eso no pinta bien - dice sorprendido mientras le da otro gran mordisco al bocata.

- La pase muy bien con ellos - admito - bebimos un par de cervezas, yo mas que ellos la verdad - ambos reímos - jugamos los tres al juego ese de las preguntas y retos - pone los ojos como platos - fue un poco incomodo al principio, es que ya sabes.. estar en el mismo lugar, al mismo tiempo con dos personas importantes en tu vida no es facíl..

- Martín se ve un buen muchacho - comenta Embry como un buen hermano mayor.

Doy un mordisco al bocadillo, esta delicioso..

- Lo es - estoy de acuerdo - es muy especial, pero ya sabes también que..

- Lo se Marie, - me detiene - no hace falta que lo digas, obviamente Paul sigue presente en tu vida..

Nos quedamos callados por unos segundos mientras yo me debatía en si contarle o no..

- Me beso - suelto al cabo de un tiempo, me mira dudoso por no saber a quien me refería - Paul.. él me beso. - y nuevamente vuelve a caer en ese mar de confusiones.

Me sorprendo cuando me dice que Paul la beso, la verdad no esperaba que él hiciera eso aun, eventualmente quizá, pero en estos momentos era extraordinario, al menos, ya se estaba sobreponiendo a Amanda, era un punto a favor.

-Wao-Suelto después de un segundo, Marie baja la mirada al suelo-Eso es bueno, ¿no?

Ella levanta la mirada y sonríe un poco

-Eso creo-Levanta los hombros-Pero no que se hacer, todo es tan confuso

-Debe serlo-Correspondo lo que ella me dice, y es que estar en su posición debe ser realmente frustrante, si con mi posición ya era bastante complicado y solo era una persona, Marie debe estar que se cuelga al techo.

-Me gustaría que mamá me diera algún consejo-Suspira mirando a la nada, y la verdad era que para dar este tipo de consejo la mejor persona para hacerlo era nuestra madre, porque realmente yo, no tenia ni idea que decirle

-Lo mejor que deberías hacer es esperar, el tiempo lo resuelve todo

-Si, creo que seria bueno esperar un poco...

Nos quedamos en silencio otro momento mientras estábamos fundidos en nuestros pensamientos yMarie terminaba de comer su emparedado

-Deberíamos ir a la guardia, ya deberíamos estar allí

-Tienes razón-Respondo y salimos de la casa para relevar a los anteriores guardias

-CONTINUA EN BOSQUES DE LA PUSH-

CONTINUACION BOSQUES DE LA PUSH

Llegamos a casa de los Call un poco mas relajados. La adrenalina estaba bajando y para el horario de la reunión de la manada podríamos pensar las cosas mejor y ser menos viscerales.

Marie se fue de lleno a la cocina. Siempre tan buena y servicial, cuidando de nosotros, se esmero en prepararnos una comida digna de un banquete. Todas las mujeres de la reserva se caracterizaban por eso, por cuidar de todo el mundo. Hasta la cascarrabias de Leah en el fondo tenía un corazón de oro. Y Marie era de las mejores, el suyo era dulce como la miel.

Nos devoramos todo sin prisa, disfrutando de la buena compañía. Marie también comía a la par de cualquier hombre desde que se convirtió. Eso era must de cualquier integrante de la manada :xDxD:

Una sencilla comida se convirtió en excusa para pasar tiempo de calidad juntos. Somos mejores amigos y desde que los 3 estamos en la manada pocas veces encontramos ocasiones para compartir en tranquilidad. Realmente se sentía como familia.

Los minutos corrían imperceptibles mientras disfrutábamos de la buena compañía...

-Cuando creí que Marie estaba embarazada, eso si no fue gracioso

Ambos reían recordando ese momento mientras terminabamos de comer-La verdad es que lo fue, ninguno nos dimos cuenta de las señales, todo era tan obvio, pero como todo tendemos a pensar lo peor-Jake vuelve a estallar en una carcajada-Si no hubiera sido por Paul, Marie estaría internada en el hospital por altas temperaturas y cambios extraños

-Lo se, ese día fue de locos-Dijo Marie con un poco de nostalgia, pero movio la cabeza volviendo a la realidad y con una gran sonrisa-Pero cuando besaste a Becca pensando que era Rachel-Me observo y señalo con un dedo en forma de acusación-Esa si no tuvo precio

-Hey hey que son mis hermanas de quienes hablan-Jake dice con seriedad

-Y Marie la mía, no es gracioso cuando se meten con su familia-Respondo sonriendo, y la verdad es que no recordaba ese momento, quería que me tragara la tierra, en definitiva no se podían tener secretos con la manada -Bueno, bueno, pero falta ahora algo vergonzoso sobre Jake... Marie ¿recuerdas algo?

En ese momento mis pensamientos pasados vuelven y trato de conseguir entre ellos algo con que fastidiar a mi amigo Jacob. Rapidamente llega uno y estallo en carcajadas. Los chicos también ríen, quizás porque les ha hecho gracia el hecho de que ria sola o porque también recordaron algo..

- Recuerdo cuando todos tuvimos que verte desnudo porque no llevaste mas ropa a la guardia y tuviste que salir de fase - no puedo parar de reír - ¡Por Dios! - le doy un golpecito a la mesa sin para de reír, Embry me acompaña.

- Después de eso no olvida amarrar una prenda a su pata.. - suelta Embry aun entre risas.

- ¡Y que te tapaste con una hoja de árbol muy pequeña! JAJAJAJAJAJAJA - no puedo parar, la cara de Jake es todo un poema.

- Eso le ha pasado a todos.. - se excusa tratando de defenderse..

- Como a ti ninguno - asegura mi hermano..

- ¡Yo tengo otra! - dice Jacob rápidamente para que no lo molestemos mas - y es para ti Marie..

Me mira con cara de malo y finge ponerse serio, pero en seguida estalla en risas. ¿Que se le habrá ocurrido?