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- Ethan KoffmanHijos de la luna
- Mensajes : 12972
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Cumpleaños : Seattle
Edad : 30
Ocupación : Lobo
Fan Fics
Sáb Nov 05, 2011 5:14 pm
Bueno... hola!! :D queriendo hacer mas mensaje xDDD aqui hago un nuevo tema!! sobre fanfics (porque extrañamente o un extraterrestre o un fantasma xD) quito el apartado de fics...... y pues es bueno tener un lugar para ello! :D de todas formas yo estoy leyendo varios fics de varias personas xDD y son muy buenos asi que quiero compartirlos :)
esta es una buena pagina (de aqui he leido los dos fics que me encantaron!)
www.fanfiction.net
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- Ethan KoffmanHijos de la luna
- Mensajes : 12972
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Cumpleaños : Seattle
Edad : 30
Ocupación : Lobo
Re: Fan Fics
Sáb Nov 05, 2011 5:23 pm
Bueno inaugurando este tema aqui coloco un grandioso fan fic, debo advertir tiene demasiadas cosas para mayores de 18 años xD asi que... el que lo lea es por su voluntad (aunque debo admitir que a mi me mato, aqui edward es malo y eso lo hace ver sexy xDD)
Invitación Peligrosa
Capitulo nº 1
Las luces hacían que mis ojos se cegaran por completo, eran de distintos colores y hacían que me mareara.
-¡Bella! –me grito Jessica a mi lado, la mire desorientada –Creo que es hora de que nos vayamos –dijo riendo –ya pasaste el limite de copas.
-No tienen para que irse aun –dijo un hombre, lo mire y creo que estaba bailando con el. Jessica tenia razón, ya pase mi limite. Mire a mi amiga y asentí.
-Vamos… -dijo ella, le hice una seña a el chico que estaba a mi lado, pero el me tomo de la mano y me acerco, demasiado.
-Nos vemos… -dijo sonriendo coqueto. Se acerco y beso mi mejilla…realmente beso la comisura de mis labios. Lo quede mirando raro, sin se capaz de poder diferenciar bien su rostro y Salí de ahí mas rápido por culpa de Jess que tomo mi mano y me tironeo hasta fuera del pub.
-Guapo ¿no? –dijo ya cuando el ruido había desaparecido.
-¿Quién? ¿el tipo de adentro? –ella asintió.
-¿Cómo se llamaba? –quede pensando unos minutos. No lo podía recordar. Esta había sido la mejor y peor salida que he tenido con Jessica, no le diría nada a Alice mañana o sino me mataría, ella era mi conciencia.
-Jessica, recuérdame no volver a salir contigo, siempre termino así.
-Bella, eres una exagerada, hablas como si te hubiera obligado a tomar.
-¡Realmente lo hiciste!...-ella rio –me obligaste porque… -me tome un segundo para poder formar la oración, mi cerebro no estaba funcionando a sus capacidades normales –porque…¡porque dijiste que no me divertía nunca! –me apoye de su brazo al dar un paso que hizo que se moviera mi mundo ¿estaba temblando la tierra? –Nunca mas vendré al Irish pub contigo, eres mala influencia.
-Bella…me iré contigo, no puedes llegar así a tu departamento, sola –dijo ahora mirándome preocupada. Negué, yo me iría sola, no quería molestar a nadie, nunca lo hecho y este no será el momento.
-No te preocupes, mira que Mike ya me debe odiar bastante porque te robe hoy…bueno tu sola viniste…es mas….me obligaste a venir –estaba hablando incoherencias.
-Dios… -dijo ella sonriendo divertida al verme en este estado -Me iré contigo.
-¡NO! –dije mas alto de lo que quería, un grupo de personas me quedo mirando, me sonroje. Esta no era la Isabella Swan que yo conocía…o sea no era yo….otra vez divagando.
-No te puedo dejar ir así…luego me vuelvo a casa –negué.
-¡Vives al otro lado de la ciudad! ¡y mañana tenemos que estar en la oficina! –dije riendo, esto era completamente irresponsable, pero el trabajo nos estaba consumiendo tanto que con Jessica tuvimos que salir de la rutina. Ella quedo pensando, yo tenía razón…y ella no, porque Bella siempre tiene la razón….diablos, estaba divagando de nuevo y no escuchaba a Jessica -¡AHÍ VIENE TU TAXI! –grite haciendo parar uno. Abrí la puerta y la tironee hasta que la metí adentro y cerré la puerta -¡A TODA MARCHA! –le dije al taxista.
-¡Bella! –el taxi partió y con mi amiga dentro, ella estaba lista para ir donde su guapo y simpático novio, y quizás pasar una noche mucho mas entretenida a la que iba a pasar yo.
Mire a mi alrededor y estaba alejada una cuadra del pub, pensé en volver, pero en mi cerebro quedaba un poco de juicio y decidí que mejor caminaba para poder encontrar un taxi ya que un grupo completo de chicas salió del pub, así no encontraría como llegar a casa muy pronto.
Comencé a caminar rápidamente, mientras sentía un molesto ruido que no me dejaba tranquila desde hace unos minutos, luego pensé mejor y me di cuenta que era mi celular. Mire bien y era Jessica, colgué y pude ver que mas adelante venia un taxi, le hice una seña para que parara. Estaba esperando cuando escuche unos gemidos, me gire con bastante cuidado para no caer y pude ver que era al final del callejón que estaba detrás mío. No pude ver mejor quien estaba porque mi vista estaba pésima en estas condiciones, pero era obvio que eran personas…que asco, en la vía publica.
-Vayan a un hotel –dije mas para mi que para quien estuviera en la oscuridad, pero segundo después de decir aquello, se escucho un horrible sonido contra los botes de basura y esta vez, pude ver claramente como de entre la oscuridad había dos pequeñas esferas rojas….aunque mirando mejor no eran esferas, sino mas bien, eran unos ojos. Trague saliva nerviosa, pero me quede atenta mirándolos, era incapaz de dejar de hacerlo, sin embargo gracias a la bocina del taxista a mi lado hizo que me despertara de donde estuviera.
Me subí mas rápido de lo que cualquier persona se ha subido a un taxi y le di la indicación al hombre tras el volante para que manejara. No pude ver claramente, pero en el momento que el taxi partió, el dueño de esos ojos apareció apoyándose en el edifico, lo único que pude diferenciar, era que vestía con un traje negro. Solo verlo un poco me causo un miedo impresionante, pero luego pensé….estoy borracha, de seguro todo estaba siendo alterado por mi cuerpo.
Más de cuarenta minutos después el taxista paro al frente de mi edificio y le pague ya feliz de estar en casa. Entre con cuidado, apenas metiendo la llave del portón y solo le hice una seña al vigilante y comencé a subir por las escaleras, odiaba los ascensores, ni borracha me subiría a uno y los evitaba a toda costa, pero diariamente tenia que subir y bajar uno, en mi trabajo.
Ahora lamentaba vivir en este viejo edifico en Bridgetport-Chinatown, ultimo piso, no era agradable subir todos esos escalones. Ocho pisos pasaron luego de no se cuanto tiempo, los cuales trate de que se redujeran, ya que me sentía nerviosa, había vuelto esa misma sensación desagradable que tuve al ver a ese sujeto.
Me costo bastante poder entrar a mi departamento. Cerré la puerta, la cual se demoro en sonar, me voltee y recién ahí esta se golpeo, cerrándose por completo. Moví mi cabeza porque estaba pensando más de la cuenta lo que sucedía.
Cansada fui a la cocina por un vaso de agua, el cual lo tome como una persona que ha estado días en el desierto y después fui al baño mientras iba dejando mi ropa tirada en el suelo, hasta quedar solo con mi ropa interior. Me lave mis dientes y mire mi reflejo, a penas podía verlo….¿como me asuste con unos ojos rojos? Me reí de lo estúpida que era, Dios…no volvería a tomar de nuevo. Solté mi cabello y tome mi camiseta gigante de los Chicago Bulls, amaba ese equipo, y amaba esta camiseta, negra con un gran toro rojo que abarcaba gran parte de esta, era genial.
Me arroje en la cama como el bulto que era en estos momentos y me fui acomodando de a poco hasta sentir que el cansancio estaba llegando, pero sin previo aviso mi corazón volvió a latir rápidamente, lleve mi mano a mi pecho y respire tranquilamente para que pudiera dormir ¿es que ahora tenia enfermedades cardiacas? Por Dios…solo fue un noche de borrachera, pero tuve que abrir los ojos para tranquilizarme y para que el mundo dejara de girar; pero hubiera preferido no seguir viendo nada….a lo que vi después, habían una persona al final de mi cama y solo podía ver sus ojos rojos. Me senté en un segundo y prendí la lámpara. No había nadie…Dios, es definitivo…estoy loca.
El sonido de mi alarma fue el que me despertó, después de las menos de tres horas que dormí. Me puse de pie, aun un poco mareada, esto no lo volvería a repetir jamás en mi vida.
Me metí a la ducha y estuve arreglada en cosa de minutos, por lo que me fui directo a la cocina para desayunar, tenia hambre.
Mire el reloj y esta ya marcaba un cuarto para las siete, así que lave mis dientes y Salí del departamento, tirando un sobre color crema que estaba bajo la puerta hacia dentro de la casa. Corrí hacia afuera y me subí al auto.
Llegue al edificio Cullen Ltda. aquí era mi trabajo, es un gran y hermoso Edifico, con una infraestructura que te quitaba el aliento. Llevaba dos meses aquí, era secretaria del Sr. Carlisle Cullen, el dueño de este imperio de mercadeo, así es, con mi veinticuatro años, estaba bastante bien en mi trabajo, a pesar de que no me agradaba ni un poco, estaba ahorrando dinero para salir a recorrer Europa, y no me faltaba mucho para poder lograrlo.
Me puse mis gafas y Salí del auto. Entre y salude al guardia como todos los días y ahora estaba al frente de este maldito ascensor, realmente lo odiaba, odiaba todo espacio pequeño donde me encontrara.
Llego alguien a mi lado y presiono el botón, no mire quien era. Suspire y mis manos comenzaron a transpirar. Si tuviera la resistencia para subir al piso 60 con mis tacos, lo haría, pero eso no era posible. El ascensor se abrió delante de mi, invitándome a entrar, pero no quería. La persona que estaba a mi lado, paso sin ningún problema, mire hacia los lados y luego cuando el ascensor se estaba cerrando puse atención en quien estaba adentro, en el segundo que tuve. Era un hombre, se cubría parte de su rostro con su abrigo…estábamos en un duro invierno, aunque eso paso a no tener importancia cuando sonrió curvando sus labios y sin previo aviso, al llegar a sus ojos, estos paso un haz de luz, de tal forma que me dejaron helada, eran rojos ¡maldita sea! ¿Por qué era tan lenta para poder haber visto su rostro? Di un paso hacia atrás asustada y las puertas se cerraron.
-¡Bella! –mire hacia el lado asustada y vi que era Jessica –Dime que no has venido borracha. Negué, ella frunció el ceño –Bella ¿estas bien? Estas blanca como un papel.
-No me siento muy bien –ella me miro muy seria.
-¿Subiste a esto sola? –dijo apuntando el ascensor con su pulgar. Negué –muy bien, ya estoy aquí, así que apresurémonos que hay rumores que esta por aquí un empresario bastante poderoso, y no podemos tener ningún error ¿esta bien? Además que no puedo creer que me hayas arrojado a ese taxi ¡y no me hayas contestado el teléfono! Te deje de llamar hace como una hora porque me tenia que venir–asentí arrepentida por mi comportamiento, de verdad no me acordaba de eso en la mañana, pero por lo visto lo hice, había sido estúpidamente peligroso. Borracha y sola, no era una combinación correcta.
-Bien, subamos –fuimos al ascensor de al lado y Jessica presiono el botón. Era muy distinto cuando subía con alguien que conocía y confiaba, me era mucho mas soportable el trayecto, a pesar de que ella se bajaba antes, pero había todo un mecanismo para esto, Alice me esperaría en el 51 y subiría conmigo al 60.
Me fui en silencio todo el recorrido, con ambas. Alice me saludo después de que Jessica bajo, pero vio que mi cabeza estaba en otro lado, le contaría cuando llegara el momento, esto me había asustado de verdad, pero por ahora, tendría que concentrarme en lo que el Sr. Cullen deseara, si había un empresario tan importante, las cosas estarían un tanto movidas.
Capitulo nº 1
Las luces hacían que mis ojos se cegaran por completo, eran de distintos colores y hacían que me mareara.
-¡Bella! –me grito Jessica a mi lado, la mire desorientada –Creo que es hora de que nos vayamos –dijo riendo –ya pasaste el limite de copas.
-No tienen para que irse aun –dijo un hombre, lo mire y creo que estaba bailando con el. Jessica tenia razón, ya pase mi limite. Mire a mi amiga y asentí.
-Vamos… -dijo ella, le hice una seña a el chico que estaba a mi lado, pero el me tomo de la mano y me acerco, demasiado.
-Nos vemos… -dijo sonriendo coqueto. Se acerco y beso mi mejilla…realmente beso la comisura de mis labios. Lo quede mirando raro, sin se capaz de poder diferenciar bien su rostro y Salí de ahí mas rápido por culpa de Jess que tomo mi mano y me tironeo hasta fuera del pub.
-Guapo ¿no? –dijo ya cuando el ruido había desaparecido.
-¿Quién? ¿el tipo de adentro? –ella asintió.
-¿Cómo se llamaba? –quede pensando unos minutos. No lo podía recordar. Esta había sido la mejor y peor salida que he tenido con Jessica, no le diría nada a Alice mañana o sino me mataría, ella era mi conciencia.
-Jessica, recuérdame no volver a salir contigo, siempre termino así.
-Bella, eres una exagerada, hablas como si te hubiera obligado a tomar.
-¡Realmente lo hiciste!...-ella rio –me obligaste porque… -me tome un segundo para poder formar la oración, mi cerebro no estaba funcionando a sus capacidades normales –porque…¡porque dijiste que no me divertía nunca! –me apoye de su brazo al dar un paso que hizo que se moviera mi mundo ¿estaba temblando la tierra? –Nunca mas vendré al Irish pub contigo, eres mala influencia.
-Bella…me iré contigo, no puedes llegar así a tu departamento, sola –dijo ahora mirándome preocupada. Negué, yo me iría sola, no quería molestar a nadie, nunca lo hecho y este no será el momento.
-No te preocupes, mira que Mike ya me debe odiar bastante porque te robe hoy…bueno tu sola viniste…es mas….me obligaste a venir –estaba hablando incoherencias.
-Dios… -dijo ella sonriendo divertida al verme en este estado -Me iré contigo.
-¡NO! –dije mas alto de lo que quería, un grupo de personas me quedo mirando, me sonroje. Esta no era la Isabella Swan que yo conocía…o sea no era yo….otra vez divagando.
-No te puedo dejar ir así…luego me vuelvo a casa –negué.
-¡Vives al otro lado de la ciudad! ¡y mañana tenemos que estar en la oficina! –dije riendo, esto era completamente irresponsable, pero el trabajo nos estaba consumiendo tanto que con Jessica tuvimos que salir de la rutina. Ella quedo pensando, yo tenía razón…y ella no, porque Bella siempre tiene la razón….diablos, estaba divagando de nuevo y no escuchaba a Jessica -¡AHÍ VIENE TU TAXI! –grite haciendo parar uno. Abrí la puerta y la tironee hasta que la metí adentro y cerré la puerta -¡A TODA MARCHA! –le dije al taxista.
-¡Bella! –el taxi partió y con mi amiga dentro, ella estaba lista para ir donde su guapo y simpático novio, y quizás pasar una noche mucho mas entretenida a la que iba a pasar yo.
Mire a mi alrededor y estaba alejada una cuadra del pub, pensé en volver, pero en mi cerebro quedaba un poco de juicio y decidí que mejor caminaba para poder encontrar un taxi ya que un grupo completo de chicas salió del pub, así no encontraría como llegar a casa muy pronto.
Comencé a caminar rápidamente, mientras sentía un molesto ruido que no me dejaba tranquila desde hace unos minutos, luego pensé mejor y me di cuenta que era mi celular. Mire bien y era Jessica, colgué y pude ver que mas adelante venia un taxi, le hice una seña para que parara. Estaba esperando cuando escuche unos gemidos, me gire con bastante cuidado para no caer y pude ver que era al final del callejón que estaba detrás mío. No pude ver mejor quien estaba porque mi vista estaba pésima en estas condiciones, pero era obvio que eran personas…que asco, en la vía publica.
-Vayan a un hotel –dije mas para mi que para quien estuviera en la oscuridad, pero segundo después de decir aquello, se escucho un horrible sonido contra los botes de basura y esta vez, pude ver claramente como de entre la oscuridad había dos pequeñas esferas rojas….aunque mirando mejor no eran esferas, sino mas bien, eran unos ojos. Trague saliva nerviosa, pero me quede atenta mirándolos, era incapaz de dejar de hacerlo, sin embargo gracias a la bocina del taxista a mi lado hizo que me despertara de donde estuviera.
Me subí mas rápido de lo que cualquier persona se ha subido a un taxi y le di la indicación al hombre tras el volante para que manejara. No pude ver claramente, pero en el momento que el taxi partió, el dueño de esos ojos apareció apoyándose en el edifico, lo único que pude diferenciar, era que vestía con un traje negro. Solo verlo un poco me causo un miedo impresionante, pero luego pensé….estoy borracha, de seguro todo estaba siendo alterado por mi cuerpo.
Más de cuarenta minutos después el taxista paro al frente de mi edificio y le pague ya feliz de estar en casa. Entre con cuidado, apenas metiendo la llave del portón y solo le hice una seña al vigilante y comencé a subir por las escaleras, odiaba los ascensores, ni borracha me subiría a uno y los evitaba a toda costa, pero diariamente tenia que subir y bajar uno, en mi trabajo.
Ahora lamentaba vivir en este viejo edifico en Bridgetport-Chinatown, ultimo piso, no era agradable subir todos esos escalones. Ocho pisos pasaron luego de no se cuanto tiempo, los cuales trate de que se redujeran, ya que me sentía nerviosa, había vuelto esa misma sensación desagradable que tuve al ver a ese sujeto.
Me costo bastante poder entrar a mi departamento. Cerré la puerta, la cual se demoro en sonar, me voltee y recién ahí esta se golpeo, cerrándose por completo. Moví mi cabeza porque estaba pensando más de la cuenta lo que sucedía.
Cansada fui a la cocina por un vaso de agua, el cual lo tome como una persona que ha estado días en el desierto y después fui al baño mientras iba dejando mi ropa tirada en el suelo, hasta quedar solo con mi ropa interior. Me lave mis dientes y mire mi reflejo, a penas podía verlo….¿como me asuste con unos ojos rojos? Me reí de lo estúpida que era, Dios…no volvería a tomar de nuevo. Solté mi cabello y tome mi camiseta gigante de los Chicago Bulls, amaba ese equipo, y amaba esta camiseta, negra con un gran toro rojo que abarcaba gran parte de esta, era genial.
Me arroje en la cama como el bulto que era en estos momentos y me fui acomodando de a poco hasta sentir que el cansancio estaba llegando, pero sin previo aviso mi corazón volvió a latir rápidamente, lleve mi mano a mi pecho y respire tranquilamente para que pudiera dormir ¿es que ahora tenia enfermedades cardiacas? Por Dios…solo fue un noche de borrachera, pero tuve que abrir los ojos para tranquilizarme y para que el mundo dejara de girar; pero hubiera preferido no seguir viendo nada….a lo que vi después, habían una persona al final de mi cama y solo podía ver sus ojos rojos. Me senté en un segundo y prendí la lámpara. No había nadie…Dios, es definitivo…estoy loca.
El sonido de mi alarma fue el que me despertó, después de las menos de tres horas que dormí. Me puse de pie, aun un poco mareada, esto no lo volvería a repetir jamás en mi vida.
Me metí a la ducha y estuve arreglada en cosa de minutos, por lo que me fui directo a la cocina para desayunar, tenia hambre.
Mire el reloj y esta ya marcaba un cuarto para las siete, así que lave mis dientes y Salí del departamento, tirando un sobre color crema que estaba bajo la puerta hacia dentro de la casa. Corrí hacia afuera y me subí al auto.
Llegue al edificio Cullen Ltda. aquí era mi trabajo, es un gran y hermoso Edifico, con una infraestructura que te quitaba el aliento. Llevaba dos meses aquí, era secretaria del Sr. Carlisle Cullen, el dueño de este imperio de mercadeo, así es, con mi veinticuatro años, estaba bastante bien en mi trabajo, a pesar de que no me agradaba ni un poco, estaba ahorrando dinero para salir a recorrer Europa, y no me faltaba mucho para poder lograrlo.
Me puse mis gafas y Salí del auto. Entre y salude al guardia como todos los días y ahora estaba al frente de este maldito ascensor, realmente lo odiaba, odiaba todo espacio pequeño donde me encontrara.
Llego alguien a mi lado y presiono el botón, no mire quien era. Suspire y mis manos comenzaron a transpirar. Si tuviera la resistencia para subir al piso 60 con mis tacos, lo haría, pero eso no era posible. El ascensor se abrió delante de mi, invitándome a entrar, pero no quería. La persona que estaba a mi lado, paso sin ningún problema, mire hacia los lados y luego cuando el ascensor se estaba cerrando puse atención en quien estaba adentro, en el segundo que tuve. Era un hombre, se cubría parte de su rostro con su abrigo…estábamos en un duro invierno, aunque eso paso a no tener importancia cuando sonrió curvando sus labios y sin previo aviso, al llegar a sus ojos, estos paso un haz de luz, de tal forma que me dejaron helada, eran rojos ¡maldita sea! ¿Por qué era tan lenta para poder haber visto su rostro? Di un paso hacia atrás asustada y las puertas se cerraron.
-¡Bella! –mire hacia el lado asustada y vi que era Jessica –Dime que no has venido borracha. Negué, ella frunció el ceño –Bella ¿estas bien? Estas blanca como un papel.
-No me siento muy bien –ella me miro muy seria.
-¿Subiste a esto sola? –dijo apuntando el ascensor con su pulgar. Negué –muy bien, ya estoy aquí, así que apresurémonos que hay rumores que esta por aquí un empresario bastante poderoso, y no podemos tener ningún error ¿esta bien? Además que no puedo creer que me hayas arrojado a ese taxi ¡y no me hayas contestado el teléfono! Te deje de llamar hace como una hora porque me tenia que venir–asentí arrepentida por mi comportamiento, de verdad no me acordaba de eso en la mañana, pero por lo visto lo hice, había sido estúpidamente peligroso. Borracha y sola, no era una combinación correcta.
-Bien, subamos –fuimos al ascensor de al lado y Jessica presiono el botón. Era muy distinto cuando subía con alguien que conocía y confiaba, me era mucho mas soportable el trayecto, a pesar de que ella se bajaba antes, pero había todo un mecanismo para esto, Alice me esperaría en el 51 y subiría conmigo al 60.
Me fui en silencio todo el recorrido, con ambas. Alice me saludo después de que Jessica bajo, pero vio que mi cabeza estaba en otro lado, le contaría cuando llegara el momento, esto me había asustado de verdad, pero por ahora, tendría que concentrarme en lo que el Sr. Cullen deseara, si había un empresario tan importante, las cosas estarían un tanto movidas.
- Ethan KoffmanHijos de la luna
- Mensajes : 12972
Foto identificativa :
Cumpleaños : Seattle
Edad : 30
Ocupación : Lobo
Re: Fan Fics
Lun Nov 07, 2011 3:20 pm
Capitulo nº 2
Alice me quedo mirando a la hora del almuerzo, junto con Jessica. Estábamos en la mesa hace ya media hora comiendo y les platique lo que me había pasado anoche y lo del ascensor. De verdad me había servido hablar con ellas, ahora sentía que no estaba loca.
-Solo te diré una cosa Bells –dijo Jessica –creo que hablare con el Sr. Carlisle, de verdad, necesitas unas vacaciones –me siguió mirando preocupada.
-No lo puedo creer –dijo ahora Alice –pensé que la loca del grupo era yo, pero parece que tendré que luchar por mi trono.
-Son imposible ¿saben?...les estoy comentando algo que me asusto de verdad y no son capaces de responder –tome mi bandeja decidida a salir de la cafetería.
-¡Bella!... –dijeron ambas. Me gire ya malhumorada.
-Siéntate –dijo Alice. Hice lo que me pidió resignada -¿sabes?...creo que deberías tranquilizarte, estamos en marzo, hay estrés, deberías hacerle caso a Jessica…tomate unos días, no creo que al Sr. Carlisle le moleste –las quede mirando sin saber que hacer, quizás tenían razón y me estaba afectando tanto trabajo.
-Hablare con él, espero que no se moleste –ellas sonrieron.
-Sabes como es tu jefe, un amor –Jessica tenia razón, pero aun así, jamás había pedido días libres, ni menos por algo como esto, en tan poco tiempo de trabajo.
Terminamos de comer y las chicas como siempre se organizaron para que yo pudiera subir por el ascensor, me sentía culpable pero ambas siempre me decían que no tenía nada de que preocuparme. Todas a las tres de la tarde seguimos trabajando, hasta las siete, como era cada día; Jessica me llamo alrededor de las cinco de la tarde, diciéndome que había visto al famoso empresario que tanto había hablado, dijo que dejaría a Mike o a quien fuera por tener una oportunidad con aquel tipo, no pude evitar reír, Jessica no dejaría a Mike ni aunque tuviera a Tom Cruise pidiéndole de rodillas que se case con ella, Jess amaba a Mike, llevaban ya mas de tres años juntos.
A las seis y media Alice me llamo para decirme que Jessica iría a las siete a mi piso para que pudiera bajar en el ascensor, ya que ella se iría antes porque no podía faltar a una cita con Jasper y llegar atrasada, seria un gran error por parte de ella; Jasper era el novio de Alice, eran tal para cual, el trabajaba en el edificio de al frente, creo que era algo como contador o…realmente no tenia idea, pero era con números, en estos años de conocerlo, jamás he entendido su trabajo.
Mire el reloj y marcaban las siete en punto, el Sr. Cullen se quedo en su oficina todo el día, por lo que no pude hablar con él, lo haría ahora. Apague el computador y deje todo ordenado.
Iba a tocar la puerta cuando note que mi tacón estaba sucio con algo, no lo vi antes. Volví a mi escritorio y saque un pañuelo desechable del cajo y comencé a limpiarlo.
-Isabella, estamos listos por hoy –me senté de golpe al ver a mi jefe ya con su maletín, listo para irse.
-Sr. Cullen –dije nerviosa poniéndome de pie –estaba a punto de llamarlo porque necesito hablar con usted -Pensó un segundo y asintió acercándose a mi escritorio.
-Dime lo que sucede Isabella –tome mis manos nerviosas, el lo noto y me sonrió amablemente, el me intimidaba, era agradable, pero aun así, no confiaba completamente en él…y era mi jefe; en resumidas cuentas, no me subiría a un ascensor sola con el.
-He tenido unos problemas estos días…y me preguntaba si, podría tomar unos días administrativos, serian solo dos –el levanto ambas cejas dándose cuenta de lo que estaba pidiendo
-¿Esta bien salud? –asentí -¿es tu familia? –negué –entonces esta todo bien –mire nerviosa, parecía que me iba a dar un "no" como respuesta –Muy bien, puedes tomarte los dos días, así recuperas energías, me sorprende estos dos meses has sido un tanto trabajólica, pero solo son dos días, manda a pedir a Ángela para que te reemplace ¿si?
-Muy bien, muchas gracias Sr. Cullen.
-No hay de que, nos vemos –dijo sonriendo y caminando hacia el ascensor. Tome mi bolso para esperar a Jessica, pero mi jefe antes de que se cerrara la puerta del ascensor, puso su mano evitando que esto ocurriera –Isabella –dijo afligido –olvide entregarte unos papeles que tienen que estar fotocopiados para mañana, a primera hora -¡rayos!
-No se preocupe –dije con la mejor sonrisa.
-Están en mi escritorio –asentí. El Sr. Cullen dejo la puerta y el ascensor se cerró.
Tome el teléfono y marque a recepción para que le informara a Ángela Webber que viniera a cubrir mi puesto mañana; ella era muy agradable, había tenido la oportunidad de hablar con ella.
Suspire y deje mi bolso al lado, claramente no me iría pronto. Entre a la oficina y no podía creer lo que veían mis ojos, tres pilas gigantes de papeles ¡no terminaría en horas! ¿Cómo no me dijo antes?
Resignada Salí y marque a Jessica para que no me viniera a buscar, bajaría por las escaleras, ya que tenia para mucho tiempo mas. Dios, 60 pisos me esperaban.
Eran las nueve y media de la noche y por fin había terminado esto. Me dirigí rápidamente a la oficina, ya estaba de noche y estaba todo oscuro…¿Qué diablos?
Prendí la luz de la oficina de Carlisle, pero esta no prendió. Tenía un montón de papeles en mis brazos y tenia que ir a dejarlos a un par de metros. Trague saliva nerviosa ¿Por qué estaba tan miedosa?
-No pasa nada… -me dije para mi misma y cerré los ojos para después caminar muy rápido hacia el escritorio de Carlisle y dejar los papeles en su escritorio.
-Buenas noches.
-¡AAAhhhhh! –grite con todas mis fuerza al saber que había alguien ahí. Me apoye en el escritorio y bote una ruma de papeles al suelo. Cerré mis ojos para sentir algún golpe o algo por el estilo.
-¿Disculpa? –abrí mis ojos de inmediato al notar aquella voz. Saque mis manos del escritorio –siento haberte asustado…pero me dijeron que Carlisle estaba aquí –lo único que podía ver a mi lado, eran unos ojos negros. Mi mano fue de a poco a la lámpara del escritorio de Carlisle, pero me quede estática al ver como el sonreía, mostrando una perfecta y blanca sonrisa –Déjame hacer eso a mi –se acerco un poco y prendió la lámpara. Me quede como una verdadera idiota mirándolo, ya que su cuerpo estaba solo a unos centímetros del mío. Su piel pálida, su cabello cobrizo completamente desordenado, manteniendo esa sonrisa, curvando sus labios; vestía con un traje negro, solo cambiaba la camisa que era color blanca, y tenia un aroma increíble.
-N-no había luz –dije recordando que había prendido la luz de toda la oficina. Él volvió a sonreír.
-Supongo que ha vuelto ¿no? –asentí como una imbécil, sin poder dejar de mirarle sus ojos, tan negros –Y bueno Isabella, creo que Carlisle no esta.
-¿Cómo sabes mi nombre? –dije frunciendo el ceño, el volvió a sonreír.
-Se todo lo que me interesa saber, y eres la secretaria de Carlisle entonces…
-Claro… -¿Por qué otra cosa iba a saber mi nombre?...estúpida Bella. Esquive su mirada porque ya no me estaba pareciendo tan atractiva como hace un segundo atrás, mire hacia el piso y vi todos esos papeles en el suelo, suspire.
Me agache y comencé a recoger uno por uno, hasta que vi otras manos ayudándome.
-No tiene porque hacer esto, le pediré que se retire –dije aun recogiendo los papeles, sin mirarlo –no debió entrar aquí sin mi autorización o la del Sr. Cullen.
-Creo que el Sr. Cullen, puede comprender si entro a su oficina sin su permiso –lo mire frunciendo el ceño, esta oficina era sagrada, nadie entraba así como así, ya que podrían sacar algo importante.
-Disculpe –dije poniéndome de pie para enfrentar a este sujeto -¿Cuál es su nombre? –ahora me venia a dar cuenta que estaba conversando con un extraño en la oficina de mi jefe. Él me miro y se puso de pie igual.
-Mi nombre es Edward Cullen –trague saliva. La había cagado.
-Disculpe… -dije ahora mas tranquila –El Sr. Cullen jamás me informo de su visita, aun así le pediré que se retire –me quedo mirando sin decir nada por unos largos segundos.
-Creo que eso lo decido yo –tenso su mordida, aquello no me agrado y tampoco me dio mucha confianza, es mas me dio miedo.
-No, no lo decide usted….llamare a seguridad –dije tomando el teléfono, pero el tomo mi muñeca con rapidez, evitando hacer cualquier movimiento -¿Qué esta haciendo?
-No me gusta que me ordenen lo que debo hacer –dijo mirándome serio.
-Suélteme en este instante o gritare.
-Dudo que alguien siga trabajando a esta hora –mi corazón comenzó a latir con rapidez, era la misma sensación de anoche, quizás estaba soñando la noche anterior con ese ser tan extraño, era un sueño premonitorio al psicópata que tenia aquí adelante.
-Se lo advertí –tome aire e iba a gritar con todas mis fuerzas, pero nuevamente fue mas rápido que yo; llevo su mano a mi boca y me acorralo contra el escritorio. Grite pero era inútil teniendo su mano en mi boca, la otra se fue a mi cabeza, evitando escapar. Comencé a golpearlo pero por lo visto no le hacia ningún daño. Se acerco mas a mi, llevando su boca a mi oído.
-Eres un espíritu libre ¿no? –me quede quieta, no fui capaz de moverme por el miedo, además que sentía como su agarre se sentía ardiendo en mi piel, eso no era normal –sigamos recogiendo los papeles, pero sin gritar ¿si? –asentí. Me soltó de a poco hasta que quede libre. Mis ojos estaban llenos de lágrimas. Me agache de nuevo y comencé a recoger todo rápidamente para largarme de aquí, y debo decir que el fue bastante rápido también. Deje todo donde debía estar y no me moví, como si estuviera esperando un orden de el o algo parecido –¿Deseas quedarte mas tiempo que sigues ahí? –no me falto otro segundo, para que comenzara a caminar muy rápido hacia afuera de la oficina. Tome mi bolso y ahora el famoso Edward estaba cerrando la puerta de Carlisle.
Me fui directo a la puerta de las escaleras, ahora menos me subiría a un ascensor si tenia que ser con él.
-¿Dónde vas? –dijo ahora apoyado en la pared, al lado mío. ¿Cómo se movió tan rápido?
-Me voy, Adiós –dije abriendo la puerta.
-Hay ascensores ¿sabes? –dijo tomando la manilla de la puerta, por lo tanto estaba tomando mi mano. Lo mire y ahora con la luz fuerte, sus ojos no lucían negros completamente, se veían diferentes.
-No me gustan los ascensores –moví mi mano de donde estaba para que no me tocara.
-¿Por eso no subiste hoy en la mañana? –bien, esto se estaba convirtiendo en la peor pesadilla que he tenido. Este tipo fue el mismo que le vi los ojos rojos, aunque todavía no estaba segura si fue mi imaginación o fue la realidad, aunque ahora creo que era la primera, porque sus ojos eran negros…o de un color raro, pero no rojos.
-Realmente me tengo que ir –mire a la puerta.
-¿Por qué? No es como si un novio te estuviera esperando en casa ¿cierto?
-Emmm…en realidad si –mentí descaradamente, el sonrió curvando sus labios.
-No eres buena mintiendo…tu alma esta pura –lo quede mirando con los ojos como platos ¿a que se refería con que mi alma estaba pura?
-¿Qué quieres?...me quiero ir, estoy cansada y tengo mis días libres, así que ya me estoy aburriendo de este juego ¿Quién te mando? ¿Fue alguna de mis amigas? –me canse, no tenia porque soportar esto, solo porque aquel tipo era el hijo de mi jefe o cualquier idiota que pudieron mandar las chicas para una pésima broma.
-Nadie me ha mandado…y ¿lo que quiero?...aun no lo decido, tengo dos días aun –rodee los ojos.
-Mientras lo decides, yo estaré camino a mi cama a descansar –dije abriendo la puerta y saliendo de ahí. Le puse seguro y comencé a bajar todos los escalones….esto me tomaría tiempo.
Estaba caminando hacia mi auto por el oscuro estacionamiento. Corrí a mi auto en realidad, me sentí mucho mas segura dentro del, no podía creer lo que me había pasado. Se lo diría a Carlisle cuando volviera, eso no se repetiría otra vez.
Llegue a casa bastante tarde, faltaba poco para las once de la noche. Entre y me fui directo a mi habitación. Prendí la televisión y me fui a preparar algo para comer, lo lleve a mi cama, y tome el sobre que había tirado en la mañana.
Me recosté tranquila ahora, prendí la luz de la lámpara y abrí el sobre, era color crema y no decía de quien era, solo tenia mi nombre, con una letra verdaderamente hermosa. Lo abrí y…adentro había una tarjeta negra, la saque; era una invitación a una fiesta "Masquerade" era este viernes a las 23.30 horas en el hotel Blackstone; ese era un hotel bastante lujoso. El único requisito que había que tener, era usar una mascara, claramente y vestir adecuadamente. ¿Por qué me mandaron esto?...era estúpido. Lance el sobre a mi mesa de noche.
Termine de comer, lave mis dientes y ya agotada, apague el televisor y me metí bajo el plumón. Cerré los ojos y no pude evitar traer a mi mente al tal Edward ¿Qué maniático era ese? Dios….aun así era muy guapo, no lo puedo negar, pero daba miedo. Pensando en el me quede dormida.
Sentí de nuevo las manos de aquel extraño en mi boca, evitando que gritara. Estaba ahora todo a oscuras en la oficina de Carlisle, pero esta vez no se acerco a mi oído, sino que alejo su mano de mi boca y sonrió de esa forma tan cautivadora para después acercarse y unir sus labios a los míos. De forma brusca me tomo de las caderas y me hizo sentar en el escritorio. No podía decir nada, estaba tan concentrada mirándolo, como si eso fuera todo lo necesario. Me volvió a besar con más ímpetu haciendo que saliera un leve gemido de mi boca, lo que lo hizo reír suavemente mientras ahora sus manos viajaban por mis piernas, hasta meterse bajo la falda, acariciando con delicadeza mis muslos. Dejo de besarme para dejar pequeños besos en mi cuello, sacando más suspiros de mi parte.
-Edward… -mi voz salió completamente diferente; llevo sus manos a mi trasero y me acerco a su cuerpo de un solo movimiento.
Me senté en mi cama, respirando agitadamente. Mire a mí alrededor y note que era de noche aun. No podía creer lo que estaba soñando. Me levante de la cama y fui al baño apresuradamente, me moje la cara y me quede mirando en el espejo, estaba sonrojada…¿Cómo diablos tuve un sueño así?...¡Con él!, pero no pude seguir pensando en eso, deje todo de lado cuando escuche un ruido extraño en la sala.
Con cuidado tome un paraguas que tenia en mi habitación y me dirigí a la sala, estaba todo oscuro, la luz estaba al lado de la puerta principal o al lado del mueble en la cocina, sin dudas la puerta era mi mejor opción. No podía ver nada en la oscuridad, así que antes que mis piernas temblaran aun mas, corrí hacia la puerta a punto de tocar el interruptor, pero me estamparon contra la puerta, apretando mi cuello contra la madera y podía sentir el cuerpo de la otra persona sobre mi.
-¡Nooo!... –grite, mirando hacia adelante. No podía creer lo que estaba viendo, eran esos ojos rojos, estaban solo a centímetros mío. Escuche como salió una risa ronca de su parte.
-Creo que ya me decidí –ni siquiera entendí lo que me dijo, solo me concentre en sus ojos ¡Dios santo! ¡Este monstruo era real!
- Ethan KoffmanHijos de la luna
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Mar Nov 08, 2011 5:44 pm
Capitulo nº 3
Abrí mis ojos y la luz me molesto, entraba demasiada por la ventana. Me dolía la cabeza y todo se sentía como si estuviera con una gran resaca y no había tomado nada. Moví un poco mis piernas y mis caderas sufrieron bastante con ese dolor, ya que fue como si me hubiera golpeado toda la noche. Levante la sabana y me vi completamente desnuda, al verme en ese estado todo volvió a mi memoria.
"-¡No! –dije tratando de zafarme, pero era imposible, este monstruo era mucho mas fuerte que yo –por favor…aléjate –tome su muñeca que sujetaba mi cuello, pero no pude hacer nada, me seguía presionando contra la puerta y sus ojos rojos me miraba sin pestañar -¡me duele! –grite mas fuerte, por si algún vecino me escuchaba, pero era caso perdido, solo alguien del piso de abajo, con muy buen oído lo podría hacer, ya que en mi piso no había ningún vecino.
-Silencio –su voz era ronca y me asusto a tal extremo de quedar callada. Su agarre se suavizo un poco, pero no me soltaba.
Comencé a temblar cuando sentí que su otra mano llego a mi cadera, la costado izquierdo y toco mi piel. Dios su tacto era demasiado frio. Su mano comenzó a perderse bajo mi camiseta de los "Chicago Bulls"
-¡Para por favor no! ¡Para, para! ¡Debajo del sofá hay dinero!...esta todo, no me gustan las joyas ¡para! –sentí como su mano paso por alrededor de mi pecho. Las lágrimas ya comenzaron a correr por mis mejillas.
-No necesito dinero –dijo ahora mas cerca de mi oído –te necesito a ti –paso su nariz por mi cuello, haciendo que temblara aun mas.
-Para…por favor.
-Sht –dijo haciéndome callar –luego estarás llorando y ni siquiera va a hacer de dolor niña –comencé a sollozar en silencio –ahora déjame ver como estas… -no sacaba el agarre en mi cuello y yo no podía dejar de mirarle sus terroríficos ojos.
Su mano comenzó a recorrer mi pecho, recorriéndolo, como si lo tuviera permitido. No podía parar de llorar y todo empeoro cuando atrapo con sus dedos mi pezón y comenzó a presionarlo.
-No… -dije con un grito ahogado, pero pude sentir como se reía, era una risa ronca, malvada. Comenzó a levantar la camiseta, quedando expuesta ante el e inesperadamente sentí como algo húmedo envolvía mi pecho, tironeando con los dientes mi pezón -¡No! –le grite. Comencé a tratar de pensar en salir de su agarre, pero mi corazón no me dejaba, el maldito estaba haciendo que mi cuerpo reaccionara sin poder manejarlo.
No podía escapar de el, hasta que llego una idea a mi cabeza y flexione la rodilla con todas mis fuerzas. Saque un gruñido profundo de dolor cuando le di en su entrepierna. Soltó mi cuello y se apoyo en la puerta. Corrí hacia mi habitación ¡odiaba que esta no tuviera puerta! Mi departamento era de una sola sala, gigante, solo había una habitación donde estaba en baño y la otra donde estaba mi armario.
Tome mi teléfono que estaba en mi mesa de noche, pero al marcar el 911 sentí como alguien lo tomaba y lo arrojaba al piso.
Ese monstruo me tomo del brazo y me arrojo a la cama, de verdad pensé que me iba a sacar el brazo.
-¡No! –Grite –basta….no te he hecho nada.
-Has hecho y bastante –dijo de pie a un lado de la cama mientras yo me alejaba de el, quedando en una esquina de esta, con mis piernas flexionadas –esa maldita sangre que llevas… -escuche como gruñía y cerraba los ojos –no la pienso perder de nuevo…eres exquisita.
-¡Dios! ¿Qué eres? –no podía ver nada ahora, sus ojos eran mi guía, pero ahora que los tenia cerrados, no podía ver nada.
-¿Qué crees que soy? –mire a mi lado asustada al sentir su voz como un susurro.
-¡Vete! –dije asustada.
-Hoy...serás mía y te marcare como tal para que nadie se atreva a tocarte –pude sentir la presión en la cama, se estaba subiendo. Me puse de pie antes de que fuera tarde, pero antes de salir de la cama, el tomo mi pie y me acerco a el, quedando sentado sobre mi, pero no apoyaba todo su cuerpo en el mío. Pude sentir que tenía su torso desnudo.
-Para…por favor… -el gruño.
-No llores, así no es entretenido –comencé a golpearlo contra su pecho, pero era inútil, su piel se sentía como de piedra -¡he dicho que basta! –rugió, pero no me calle, todo lo contrario, era mi virginidad la que estaba en juego, así que comencé a gritar con todas mis fuerzas –te callaras por las buenas o por las malas –dijo llevando su mano a las mías, tomándolas y dejándolas sobre mi cabeza.
-No lo hagas, por favor…no me ha… -no pude terminar lo que estaba diciendo, porque sin previo aviso este monstruo plato sus labios en los míos, haciéndome callar. Me quede inmóvil, era tan frio y sin advertencia comenzó a hacer volar mi cabeza –No… -dije ahora a penas en un susurro. Mi corazón dio un vuelco al sentir su lengua pasar por mi labio inferior, y ahora su mano libre que se metía por debajo de mi camiseta de nuevo…y yo no podía hacer nada, me quede quieta, sintiendo como él solo con ese beso se iba robando toda mi voluntad.
Comenzó a recorrer mi boca con su lengua, en un momento gruño, supuse que esperaba respuesta, pero me estaba robando todas las energías con sus labios. Presiono mas su boca con la mía y soltó mis mano, las cuales deje ahí. Sus dientes se apoderaron de mi labio inferior y lo tironearon levemente para después volver a presionar contra ellos.
-Isabella –gruño contra mis labios, pero aun seguía en estado de shock, concentrándome solamente en sus labios, estaba logrando que mi sangre comenzara a hervir, jamás había sentido algo así. Beso mas bruscamente y recién ahí comencé a mover mis labios lentamente, sintiéndome horrible por estar respondiéndole a este ser asqueroso. Ambas de sus manos se fueron a mi camiseta y la comenzaron a subir. Subí los brazos rápidamente, quería esos labios de nuevo, y los obtuve cuando saco mi camiseta –Así me gusta –dijo contra mis labios, mientras sus manos ahora se apoderaban de mis pechos, masajeando cada uno a su antojo, no podía creer que el estuviera provocando aquello en mi ¡un maldito desconocido!...ni siquiera algún novio que tuve antes provocaba esto. Mis pensamientos desaparecieron cuando sentí que se alejaba de mis labios para pasar su nariz por mi cuello, parecía que ¿olía? -Solo un poco mas… -dijo mas para si mismo y segundo después rodeo mi pecho izquierdo con su boca, haciendo que saliera un gemido mas fuerte de lo que pensé y automáticamente mis manos se fueron a su cabeza, y en vez de alejarlo como debería, hice todo lo contrario, lo acerque mas a mi. Estuvo varios minutos haciendo que muchos gemidos salieran de mis labios, porque su boca estaba ahí, ni siquiera quería pensar en lo que estaba haciendo o me volvería loca.
Sus manos fueron a mis pantaletas blancas y las comenzó a bajar, mientras se estaba devorando mi cuello.
-No… -dije entrando en razón.
-Sht…no digas nada…ya todo va bien –su voz no me daba confianza ¡odiaba la gente que no me daba confianza!...además esa maldita voz la había escuchado antes, ¡pero no tenia idea donde!.
-Yo nunca… -lo tome del brazo e hice que me mirara, sus ojos rojos, tan profundos, hicieron que me diera escalofríos.
-Lo sé…yo me encargare de eso –dijo muy pagado de si mismo, pero no pude decir nada porque sus labios volvieron a unirse a los míos, borrando todo rastro de juicio en mi cerebro.
Su mano comenzó a pasar por nuestros cuerpos, hasta que llego a mi centro, haciendo que mi cuerpo temblara.
-Para… -dije indecisa, no podía dejar que el me hiciera esto, no así, jamás pensé que mi primera vez seria con alguien que no sabría su nombre.
-Cállate de una vez y no pienses… -eso fue mas una orden, Dios…era tan desagradable, pero no pude dejar de obedecerlo, porque mi cabeza solo pensó en como el jugaba con mi clítoris.
-Ya basta –dije sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas, pero en vez de parar introdujo un dedo haciendo que gritara, empezó a moverlo en mi interior hasta que unos minutos después introdujo otro, provocando que mis caderas fueran a su encuentro.
-No quieres que pare ahora ¿ahhh? –dijo contra mi oído, succionando el lóbulo de este. No dijo nada mas, pero no pude controlar mis lagrimas, esto estaba mal y me iba a arrepentir –te dije que así no es entretenido –dijo ahora mirándome, mientras seguía gimiendo. Pude ver como el rodaba los ojos y después besaba mis mejillas, secando todas mis lagrimas. Volvió a hipnotizarme con sus besos hasta que tuvo que callar mi grito cuando pude sentir como mis músculos se apretaban, atrapando los dedos de este monstruo y sintiendo como mi cuerpo entero temblaba bajo su agarre. Pude escuchar como se rio suavemente. Estos se sintió magnifico –Muy bien…aun no terminamos –dijo contra mi oído de nuevo. Se alejo de mí un segundo y luego escuche como caían sus pantalones a algún lugar. Me puse mas nerviosa y me trate de alejar, pero el tomo mi pierna y me dejo donde estaba. Cerré mis ojos al sentir como el separaba mis piernas y se ubicaba entre ellas. Sus manos ahora estaban sujetando mi cadera para que no me moviera. Sentí como se comenzó a acercar, iba a perder mi corazón por el miedo, no podía creer que iba a perder mi virginidad con este ser. La punta de su pene acaricio mi entrada y no pude controlar el gemido que salió de mis labios. Ya no había vuelta atrás, estaba perdida y había sido culpable de esto ¿Cómo caí en el?
-No lo hagas tan…
-Silencio…Dios, eres la peor persona para hacer callar, estoy tratando de concentrarme para poder soportar esto ¡silencio!...relájate –¿relajarme? sin mas en ese momento comenzó a entrar, sentía una incomodidad increíble, era raro; siguió avanzando con cuidado, escuche como el se quejo –eres…demasiado…estrecha –dijo con dificultad. Trate de relajarme para que esto no me doliera mas de lo que ya hacia, pero lo sentía completamente, era tan grande o yo no me estaba relajando. Segundo después choco contra esa membrana y de un solo movimiento la traspaso y dolió ¡como estar en mil infiernos!
-¡Ahhh! –grite a todo pulmón.
-Sht…va a pasar, silencio –tense mi mandíbula. Él se apoyo en mi hombro, esperando a que me acostumbrara, yo solo me apoyaba con mis manos en la sabana. Se movió un poco pero me dolió, me queje y el no se movió –Demonios…me falto prepararte mas, aunque –mire hacia un lado, no quería ver sus ojos, pero después sentí como ahora se movía y sus labios llegaron a mi pecho de nuevo haciendo que mi cabeza comenzara a volar de nuevo, pero no era tanto como sus labios contra los míos. Sabia lo que el estaba haciendo, así que decidí que si esto terminaba antes, seria mejor. Tome su rostro y lo lleve al mío, y me apodere con los ojos cerrados de sus labios, el se quedo inmóvil por bastantes segundos, hasta que tomo mi cuello y me acerco mas a el, sus labios se movían de tal forma, que pareciera que por eso ahora el comenzó a moverse en mi interior, entro por completo, ya que aun no lo hacia momentos atrás. La frecuencia de sus embestidas iban bastante profundas, pero me fui acostumbrado, hasta que segundo después me vi moviendo mis caderas para que pudiera ir mas profundo, y con eso sus embestidas comenzaron a ir mas fuertes y mas profundas. Mi cuerpo de inmediato fue respondiendo al suyo y mis piernas rodearon su cuerpo, atrayéndolo mas. Podía escuchar sus quejidos contra mi oído, haciendo que me volviera loca. Dios, estaba enferma.
-Más… -no pude evitar decir eso, me estaba sintiendo asquerosa, pero no lo podía evitar. Él comenzó a moverse mas rápido, mas rápido, mas rápido, solo podía estar concentrada en como entraba y salía, hasta que mi vientre se comenzó a calentar de tal forma que pensé que me estaba quemando, hasta que el latido de mi corazón llego a mi cabeza y sentí como mi orgasmo comenzaba a arrasar con todo mi cuerpo, pero en ese mismo momento, este…monstruo, llevo sus dientes a mi cuello y traspaso la piel, haciendo que mi corazón palpitara mas fuerte y haciendo que mi cabeza se perdiera cuando un segundo orgasmo llego, mientras el bebía de mi sangre….un vampiro…¡un maldito vampiro era lo que tenia sobre mi en este momento! Trate de llevar mis manos a su pecho para alejarlo, pero mis brazos estaban tan pesados y esa sensación tan placentera seguía recorriendo mi cuerpo.
-No…me mates –susurre a penas, pero el seguía bebiendo, hasta que mis ojos se cerraron por completo y solo pude escuchar un susurro de su parte.
-Oohh…no… -dijo cuando se separo de mi –ahora tu serás solo mía"
Mis ojos se llenaron de lagrimas y me cubrí con la sabana, me tome mi cuello y corrí al baño al recordar algo. Pude ver que estaba morado, caí en un llanto histérico por recordar todo lo que había pasado anoche. ¿Cómo diablos había accedido a eso? ¡¿que demonios iba a hacer ahora?...¿eso fue real? ¿que era el?...Dios…esto tuvo que ser un sueño muy real, nada mas ¡diablos! Eso era imposible, tenia mi cuello morado en una parte y además…¡desperté desnuda! ¿iba a volver esta noche? Dios…¿de verdad era un vam..? ¿vampiro?
Corrí a la puerta y le puse seguro, al igual que me asegure que todas las ventanas estuviera aseguradas. Ese ser no iba a volver a entrar a mi casa…aunque pensándolo bien, estos seguros no me iban a respaldar ¿Cómo entro anoche?
Llame a Alice y Jessica, pidiéndole si me podía ir a dormir con ellas hoy, pero ambas tenían planes para esta noche. Me preguntaron si seguía teniendo visiones ridículas sobre ojos rojos y casi comencé a llorar ahí mismo, tuve que concentrarme para no hacerlo. ¿Qué iba hacer ahora?
Me cubrí con las sabanas y me gane en posición fetal, no quería que ese monstruo me volviera a tocar y menos sentir sus colmillos en mi piel.
Me quede horas pensando en lo que había sucedido, mientras mis lágrimas seguían cayendo. Desperté de ese estado cuando note que comenzaba a oscurecer, mis manos empezaron a temblar, no quería que llegara la noche, ya no me sentía segura en mi propia casa.
El sonido del timbre me despertó del estado en cual me encontraba. Trague saliva nerviosa, no creo que sea el, es imposible, no se atrevería a tocar el timbre. Me puse mi bata y fui a la puerta, abrí de inmediato al notar quien era.
-¡Alice! –dije abrazándola, ella se quedo helada y de a poco fue abrazándome.
-¿Bella estas bien? –negué, no podría decirle lo que paso, pero no le escondería que estaba pésimo -¡¿Qué paso?¡¿Por qué lloras?
-No lo sé –dije ahora separándome de ella –estoy sensible… -ella me quedo mirando raro.
-Ese llanto es desesperado.
-No lo sé de verdad…tuve un sueño raro, donde todos morían y acabo de despertar… -ella enarco una ceja.
-¿Miraste alguna película? –asentí.
-2012 –ella rodo los ojos -¿Qué haces aquí? –dije ahora secando mis lagrimas.
-Vine a buscarte, Jasper tuvo que hacer algo del trabajo…ve a bañarte –marque una sonrisa de oreja a oreja y corrí al baño, tome algo de ropa y me metí a la ducha.
¡Esto era un milagro!...así podría pasar la noche tranquila, ahora buscaría un nuevo lugar para alquilar, no podía seguir en este departamento nunca mas.
Salí de la ducha con el cabello mojado y completamente desastrosa.
-¿No te puedes arreglar un poco mas? –mire hacia afuera por la ventana, ya estaba de noche. Mire a Alice y negué. No iba a perder tiempo en ese estilo de cosas, total mañana no tenia que trabajar, lo que me podría servir para buscar un nuevo departamento y para escapar de este lugar más rápido.
-Vamos –tome mi bolso con mis cosas que mi linda amiga Alice había preparado y salimos del departamento. Cerré con llave y Salí feliz de irme con Alice.
Cada una se fue en su auto hacia la casa de Alice, vivía como a veinte minutos de mi casa. Todo el camino lo pase con los nervios a flor de piel, pensando que ese monstruo podía volver a atacarme en cualquiera momento, pero no paso nada, sonreí triunfante al darme cuenta que tanto Alice como yo, estábamos sanas y salvas.
Entramos a su casa, si, Alice no tenia departamento en realidad, decía que odiaba que no hubiera un jardín y que le pareciera como si fueran ratoneras.
-Ahora dime ¿Qué soñaste que quedaste tan mal Bella? –estábamos sentadas en el sofá, comiendo de un gran pote de helado. Recién cuando lo vi me di cuenta que no había comido nada.
-Nada importante, creo que ando mas sensible de lo normal –ella me quedo mirando sin decir nada por unos segundos, hasta que por fin la bruja de Alice tuvo que salir a la luz.
-Esta distinta Bella –me seguía mirando, como si así pudiera descubrir lo que de verdad había pasado.
-No, estoy como siempre, quizás es porque ando mas desaliñada de lo normal –sonreí para despistarla.
-No, no es eso, estas rara, cambiada –rodee los ojos para quitarle importancia.
-No es nada Alice, te estas volviendo loca, creo que seguirás con tu titulo –ella sonrió.
-¿Tienes hambre? –asentí, mi estomago me estaba exigiendo algo de comida.
-Muy bien ¿te parece si hoy nos portamos mal y pedimos una pizza? –sonreí ampliamente ante su gran idea.
-Feliz –dije finalmente.
La noche con Alice se paso rapidísima para mi sorpresa, conversamos lo de siempre, Jessica nos había contado hace poco que tenia ganas de casarse pero el despistado de Mike no entendí sus indirectas. También sacamos el tema de que no vemos hace siglos a Rosalie y Emmett, esos dos si que eran solo trabajar, hace un año que se habían casado y hace dos años que tenían un pub juntos, cada visita que les hacíamos, tenían miles de planes que contarnos sobre como harían surgir mas su pub, siendo que era uno de los mas nombrados de Chicago.
-Creo que es hora de dormir ¿lo harás conmigo o iras a la habitación de huéspedes? –negué.
-Contigo, además hace frio –mentí. Alice sonrió y yo me fui al baño para lavar mis dientes y ponerme mi pijama. Alice había sacado mi pijama de verdad, ese de la camiseta de los "Chicago Bulls" era mi preferida porque era cómoda, jamás la volvería a usar. Ahora tenia mi short y camiseta con tiras, color azul, de seda, era lindo, me lo había regalado Alice hace ya tiempo.
-Bueno, que descanses Bella –dijo Alice girándose para quedar mas cómoda en la cama.
-Buenas noches Alice –me gire hacia el lado de la ventana y cerré los ojos para no ver a través de la cortina, ya me imaginaba que iba a aparecer una sombra gigante.
Me comencé a mover inquieta en cama, tenia calor, no tenia idea que hora eran pero al abrir mis ojos note que aun era de noche.
-Bella…deja de moverte, si quieres ir al baño no seas floja y anda –dijo Alice soñolienta –algunas tenemos que ir a trabajar mañana –le hice caso a pesar que no tenia ganas de ir al baño, llegue a este y decidí ir a dar una vuelta a la cocina por un vaso de agua, quizás así se me quitaba el calor, me estaba incomodando, era raro.
Prendí todas las luces mientras iba avanzando, no quería volver a andar en la oscuridad desde anoche hasta que estuviera enterrada metros bajo tierra.
Entre a la cocina y saque un vaso del mueble, lo llene de agua y me lo tome de un trago. Me sentía rara, me tome el cuello y recién ahí me di cuenta que Alice no me había dicho nada sobre el color de este ¿habrá desaparecido? No lo creo, era demasiado notorio, pero Alice me hubiera dicho algo. Decidí ir al baño para poder ver mejor mi cuello. Apague la luz de la cocina y me fui por la sala hasta apagar la luz de esta e ir al baño, pero al momento de hacerlo, un escalofrió paso por mi columna y en un segundo sentí como unas manos se apoderaban de mis brazos y me plantaban en contra de la pared.
-No grites o sino tu amiga pagara las consecuencias –dijo en mi oído, haciendo que mi respiración comenzara a aumentar su frecuencia por…¿miedo? –Así que pensaste que podías escapar, aun sabiendo que ahora eres mía.
Dios…estaba perdida.[b]
- Bella CullenClan Olympic
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Re: Fan Fics
Mar Nov 08, 2011 6:44 pm
que diablos es eso?xD nunca seguí este apartado..... y ahora tengo mucho sueño, mañana te leo!
pero que mierda es? lei la palabra clitoris, tu dijiste clitoris?xD y lei bella? como sea jacob y bella no pienso leerlo xd
pero que mierda es? lei la palabra clitoris, tu dijiste clitoris?xD y lei bella? como sea jacob y bella no pienso leerlo xd
- Ethan KoffmanHijos de la luna
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Re: Fan Fics
Mar Nov 08, 2011 6:46 pm
jajajaj es una historia de una fan xDD un FAN fic xDD y es de edward y bella y es super! pero eso si aclaro que es muy fuerte xD los primeros capitulos mas que todo xDDD
pero lo recoomiendo la trama es muy buena
pero lo recoomiendo la trama es muy buena
- Bella CullenClan Olympic
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Re: Fan Fics
Mar Nov 08, 2011 6:47 pm
pero quien lo escribe? las lineas que lei por encima no tienen NADA que ver con edward, ni tampoco bella
- Ethan KoffmanHijos de la luna
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Re: Fan Fics
Mar Nov 08, 2011 6:50 pm
no se como se llama la muchacha xD
y alli dice esto: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon
se me olvido colocarlo xD
y alli dice esto: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon
se me olvido colocarlo xD
- Bella CullenClan Olympic
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Re: Fan Fics
Mar Nov 08, 2011 6:57 pm
xD La historia esta bien, sólo leí por encima el cap 3, pero creo que no me va a gustar que sean los personajes, quizás si fueran otros....
Que por cierto, me recuerda mucho, muchísimo, a otra saga de vampiros, que se llama la hermandad de la daga negra
Que por cierto, me recuerda mucho, muchísimo, a otra saga de vampiros, que se llama la hermandad de la daga negra
- Ethan KoffmanHijos de la luna
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Re: Fan Fics
Mar Nov 08, 2011 6:59 pm
um ps no se xD
pero a mi si me gusto xDD edward malo 8) xD
pero a mi si me gusto xDD edward malo 8) xD
- Bella CullenClan Olympic
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Re: Fan Fics
Miér Nov 09, 2011 5:06 am
jajajajjaa es que yo soy muuuuuy fiel a lo que me gusta, no me gusta que me cambien las cosas xD. es decir.... si es edward el que está haciendo eso, pierde totalmente la esencia de quién es Edward, entonces ya no sería el Edward que yo amo, porque es simplemente perfecto. Bella tp sería así.
Es como si a Stefan ahora lo ponen a violar a Elena y hacerle cosas malas.... ya bastante me aguanto con que los guionistas tarden tanto en ponerlo bien xD
Es como si a Stefan ahora lo ponen a violar a Elena y hacerle cosas malas.... ya bastante me aguanto con que los guionistas tarden tanto en ponerlo bien xD
- Ethan KoffmanHijos de la luna
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Re: Fan Fics
Miér Nov 09, 2011 2:45 pm
Jajajaja Pues a veces es bueno cambiar o si quieres cambia los nombres xD
- Bella CullenClan Olympic
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Re: Fan Fics
Miér Nov 09, 2011 3:19 pm
xD No es bueno cambiar algo que ya tienes, quiero decir.... no quiero que nadie cambie mi visión de Edward y Bella. De hecho quien lo quisiera no sería un verdadero fan de la saga xD, o eso creo yo. Claro que si son otros cualquiera me da igual xD
- InvitadoInvitado
Re: Fan Fics
Miér Nov 09, 2011 3:30 pm
me da muchisima pereza leerlo ahora, es demasiado largo y no tengo tiempoo xDD lo leeré otro dia, quizas despues jajajaj :P
- Ethan KoffmanHijos de la luna
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Re: Fan Fics
Miér Nov 09, 2011 5:14 pm
jaja pues a mi me parece que por leer esto uno no sea fan....antes a mi me gusta es por eso.... no se es otra vision y ps soloo es una historia xD
- InvitadoInvitado
Re: Fan Fics
Miér Nov 09, 2011 5:37 pm
exacto solo es una historia no le hac mal a ndie
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Re: Fan Fics
Miér Nov 09, 2011 6:26 pm
Yo no he dicho que le haga mal a nadie xD, sólo he dicho que no me gusta porque no veo a Edward y Bella xD
- Ethan KoffmanHijos de la luna
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Re: Fan Fics
Miér Nov 09, 2011 6:40 pm
Capitulo nº 4
-No grites, ni corras, ni nada por el estilo ¿has escuchado? –asentí. Soltó su agarre y no fui capaz de moverme, no quería verlo, no quería volver a ver sus ojos rojos jamás en mi vida –voltéate Isabella –negué, no quería verlo –he dicho que te voltees ¿o quieres que lo haga por ti? –trague saliva nerviosa. Su voz era tan demandante, me daba miedo.
Me fui girando de a poco y me concentre en ver solo sus zapatos, o donde deberían ir estos, no había mucha luz para diferenciar, solo la que entraba por la ventana y eso solo me permitía ver la sombra que tenia cerca -¿no dirás nada? –negué de nuevo, no quería tener nada que ver con este monstruo, si menos sabia lo que pasaba mejor me resguardaba en alguna parte de mi cerebro –Veo que esto será mas fácil de lo que pensé –tense mi mordida a lo que dijo. Comencé a pensar en otra cosa, en algún lugar, algo que me ayudara a escapar de aquí –Veo que tu amiga Alice duerme a unos metros de nosotros, podríamos llamarla para que salga a jugar ¿no crees?
-No te atrevas –dije tratando de controlar mi tono de voz.
-Mmm…veo que has sacado el habla… -tomo mi brazo, lo que me hizo temblar –ven –no sé para que lo dijo, ya que me tironeo hasta sentarme en el sofá de la sala.
-Suéltame… -me moví para que me dejara, pero el lo único que hizo fue soltar mi mano y sentarse a mi lado.
-Bien, dudas….adelante, puedes preguntar, tienes el derecho por ser mía, aunque no responderé todo, ahora –dijo tomando mi mentón –quiero que me mires –me movió para que lo viera. No habían ojos rojos, suspire mas tranquila, aquello me aterrorizaba. Sus ojos eran negros, o por lo menos así lo veía a la oscuridad que había en la sala.
-Tus ojos… -dije para que entendiera a que me refería.
-Eso es gracias a ti, al ser mi proveedora…tu sangre, que es bastante especial, para mi, ha hecho que mis ojos se calmen, por lo menos mas tiempo del que usualmente estoy acostumbrado.
-Entonces….ya no…. –mis manos comenzaron a temblar - tienes que alimentarte de…
-¿De otro? Si puedo, y lo hare, o sino quedaras seca y eso ninguno de los dos lo desea ¿cierto? –asentí –serás mía y el viernes dejaremos aquello claro para todos los de mi especie ¿sabes lo que soy no?
-Vam…Vampiro…
-Así es, te ha tocado la suerte de ser mía, así que no dejare que algún otro vampiro pueda hacerte algo.
-La fiesta "Masquerade" –dije recordando lo de aquella invitación. Ahora veía porque me había llegado, este ser debería estar inmiscuido con gente importante.
-Así es, te llagara algo el día viernes, recógelo con el guardia ¿tienen en ese horrible edificio no?...deberemos cambiarte de lugar, debes estar mas protegida, y eso será en otro edificio, así que mejor no esperes nada –trague saliva. Me iba a cambiar de lugar antes del viernes y ni loca iría a esa fiesta –No pienses que te puedes escapar de mi Isabella, te puedo encontrar donde estés, ahora que bebí tu sangre, me perteneces, ya te lo he dicho –me quede helada ¿el podía leer mentes? –ahora… -su voz cambio de tono, convirtiéndose en una melodía aterciopelada que ahora susurraba en mi oído y provocaba escalofríos en mi cuerpo. Me puse de pie de inmediato, pero no me lo permitió. Tomo mi brazo e hizo que me sentara a su lado de nuevo, incluso mas cerca de el. Cerré los ojos y comencé respirar asustada.
-No lo hagas…por favor –sentí como se rio suavemente.
-¿Sabes?...eres la primera que me dice algo así, anoche no te negabas como para que actúes de esta manera –hice mis manos unos puños. Su mano comenzó a subir por mi rodilla lentamente hasta mi muslo. Lo detuve para que no siguiera subiendo –cuidado... no me caracterizo por ser un hombre paciente –"como si fueras humano" eso debí decirle –eres una hipócrita…anoche gritaste y al final no fue de miedo ¿o me equivoco?
-¿Quién eres? –dije asustada. Estaba segura que este ser me conocía.
-Eso no lo sabrás…hasta dentro de un tiempo, hasta que pueda…confiar en ti –trague saliva ¿seria mucho tiempo? ¿Cuánto más tendría que soportar esto?
-¿Me vas a matar? –prefería eso a que me siguiera haciendo…bueno, lo que hacia.
-No…ahora tengo otros planes para ti –dijo soltándose de mi mano y llevándola a mi cuello, haciendo que lo mirara otra vez.
-No…por favor, no me muerdas –se rio cerca de mi oído, era una risa suave y arrebatadora en realidad.
-Eso lo dejaremos para mas adelante, con la mordida de ayer…me has dejado satisfecho y no quiero abusar de tu sangre, es sagrada para mi –se acerco después de decir eso y paso su nariz por mi cuello, oliendo. Negué tratando de escapar, pero el no me lo permitió –ahora necesito mas de ti que de tu sangre, realmente estas hecha para mis necesidades… -paso sus labios por mi oreja haciendo que cerrara mis ojos.
-¿Qué tienen tus labios? –se separo riendo.
-Eso ha sido una sorpresa…eres la única que responde a ese nivel con mis labios, claramente lo usaste para tu favor anoche –volvió a llevar sus labios a mi oreja, atrapando el lóbulo suavemente, incitándome a caer en el otra vez, lo tironeo con sus dientes, haciendo que mi corazón se acelerara, pero no podía permitir que esto volviera a suceder. Me puse de pie rápidamente y corrí hacia Alice, seria una maldita egoísta pero por lo menos seriamos dos para gritar, sin embargo era demasiado lenta para el.
Choque contra la pared, siendo atrapada por su cuerpo. Apoye mi rostro en el frio muro y me trate de mover, pero no fue muy buena idea, ya que sentí su erección en mi espalda baja.
-No… -dije a penas. Aquel ser tomo mis manos y la puso a mis lados, al nivel de mi cabeza. Era tan frio su tacto que me daban escalofríos.
-¿Sabes que cuando tratas de escapar me lo pones mas duro? –apoyo su rostro en mi hombro –y sabes que también quieres esto.
-¡Cállate maldito asqueroso! –dije con un tono de voz mas alto al que había utilizado en todo este tiempo.
-Isabella…te recomiendo que te mantengas en silencio, no queremos que tu amiga aparezca con el cuello torcido en los conteiner de basura ¿cierto que no deseamos eso? –al decir aquello soltó mis manos, las cuales quedaron contra la pared y él comenzó a pasar por mis costados, a penas rozando sus dedos sobre mi pijama, haciendo que mi corazón latiera mas fuerte y sinceramente, no tenia idea el motivo de que mi corazón estuviera desbocado, si era por el miedo que le tenia o si era por el placer que él provocaba en mi cuerpo –eso, tranquila…te gustara –dijo en mi oído nuevamente. Sus manos volvieron a subir y tomo mi camiseta azul, de la parte inferior y comenzó a subirla, pasando lentamente sus manos por mi abdomen. Lleve mis manos a las suyas para detenerlo –Isabella… -dijo advirtiéndome de que sacara mis manos –compórtate –saque mis manos despacio y el siguió subiendo mi pijama hasta que lo paso por mi cabeza y lo tiro a algún lado. Volví a sentir su piel contra la mía, subiendo desde mi vientre hasta llegar a rodear ambos pechos, pasando tentadoramente sus dedos por mis pezones, pero en ningún momento era capaz de tocarlos, estaba jugando. No pude evitar apoyar mi cabeza en su hombro, ya que por sus "caricias" estaba provocando que mis piernas se debilitaran –Eso…. –dijo para luego tomar con sus dedos, índice y pulgar mis pezones y tirar de ellos, un grito salió de mis labios, pero el lo acallo uniendo sus labios a los míos….era un vil monstruo, pero sus labios, no tenia idea que tenían, porque hacían que me humedeciera solo al momento de tocarlos. Me odie al momento que me di cuenta que me estaba empinando y girando mas mi rostro para alcanzar mas sus labios, sentí como sonrió contra los míos.
-Te odio –dije frustrada, alejándome solo unos milímetros de sus labios, sintiendo como cada vez mi corazón comenzaba a aumentar de latidos por minuto por como el movía sus manos en mis pechos.
-Lo sé –su voz fue ronca y como siempre con ese toque de seducción, sabia que yo no podía hacer nada. Él se sentía poderoso y lo demostraba en cada toque que sentía en mi piel, quemaba, como si solo el fuera capaz de que muriera de combustión espontanea. Este era el mismísimo demonio tocándome, iba a ir al infierno por esto –pero en estos momentos –dijo volviendo a besarme, apoderándose de mi labio inferior y tirando de el –a nadie le importa –esta vez me beso con mas pasión, de una forma deliciosa, dejándome sin aliento –apóyate en la pared y no seas rebelde –cerré los ojos, no podía creer lo que estaba haciendo, estaba aceptando que este infeliz hiciera o deshiciera conmigo a su verdadero antojo.
Ahogue un suspiro al sentir sus manos en mi short.
-Te queda bien el azul –dijo comenzando a bajar la prenda, de a poco, cada movimiento que hacia era lento, seduciendo en cada oportunidad que se le diera. Termino sacando los short y no se donde terminaron, pero mis piernas se volvieron a debilitar cuando sus manos comenzaron a subir hasta llegar a mi cadera, llevándola hacia atrás y sobresaltándome al notar que podría sentir su miembro en mis nalgas. Cerré los ojos con fuerza y no pude evitar recordar como me sentí cuando lo tenia dentro de mi, un dolor inolvidable, pero como fue sobrellevado por el placer, poco a poco hasta que hizo que cada una de mis células explotara excitadas ante sus movimientos.
Su mano derecha se fue hacia mi centro, mientras que la otra se fue a mi rostro, para llevarlo a sus labios de nuevo, sabia que algo raro pasaba con sus labios y se estaba aprovechando de eso. Me fue imposible poder seguir respondiendo a sus besos cuando sentí que su mano comenzaba a acariciar mis pliegues, moviéndose a un ritmo que me iba a matar.
-Isabella quieta –dijo cuando sin darme cuenta estaba moviendo mi cadera hacia su mano, tratando de encontrar mas fricción en su mano. No me agrado como me llamo, era como si fuera algún estilo de mascota para el.
-Bella… -dije mientras seguía devorando mis labios y haciendo que mi cuerpo comenzara a sentirse débil ante este calor que sentía, ahora sabia que tipo de calor me había inundado cuando tuve que levantarme de la cama ¿él habrá hecho eso?
-¿Qué? –dijo mordiendo mi labios inferior.
-Llámame Bella, no me gusta mi nombre –dije poniendo mis pies en puntillas para besarlo.
-Lo veremos luego –dijo para volver a besarme. Podía sentir su lengua enredarse con la mía, era extraño, antes había dado besos de este estilo, pero jamás había estado tan sincronizada con la otra persona. Sintiendo como su lengua se separaba de la mía para pasar por mis labios, haciendo que solo deseara besarlo mas, iba a terminar odiándome por esto. Inesperadamente se separo un poco de mi y luego pude sentir como bajaba el cierre de su pantalón y lo bajaba. Me gire –Isabella vuelve a tu posición –negué.
-No quiero así –tense mi mandíbula, no quería que me lo hiciera así, me daba miedo.
-Te he dicho que te gires –apreté mis puños, el no podía exigir todo.
-Y yo he dicho que no quiero –en un segundo me vi de vuelta a mi posición y con su miembro en mi entrada. Me tenia sujeta de la cadera haciendo que mi cuerpo formara un ángulo de unos 160º
-Aquí no importa lo que tu digas o quieras –al decir eso entro en mi de una embestida, sacando un gemido bastante sonoro de mi parte –sigue así si quieres despertar a tu amiga, a mi no me molestaría tenerla a las dos –mordí mi labio inferior cuando se movió un poco. La noche anterior lo había sentido, era muy grande, pero ahora…Dios, lo sentía aun mas profundo que ayer. Sus manos se fundieron mas en mi piel, eso dejaría marca. Me empujo hacia el sacando un gemido un poco mas alto que el anterior. Dios, se estaba moviendo muy lento, estoy enferma. Me moví hacia el, escuche como siseo suavemente ante mi movimiento y en adelante comenzó casi salir por completo y volver a entrar –Isabella –dijo a penas, rodeándome con su brazos, haciendo que me apoyara en su cuerpo, el estaba manejando el mío como quería. Tomo mi pecho izquierdo y comenzó a presionar mi pezón, mordí con fuerza mi labio para no gritar a lo que estaba sintiendo mientras el seguía haciendo aquello y seguía embistiendo contra mi. Gire mi rostro y sus labios atraparon los míos, ahora tirando intensamente de mi labio inferior.
-Mas… -dije cuando sus movimientos no me eran suficiente.
-¿A que no querías? –dijo burlón. No le respondí.
Apoye una mano en la pared cuando sus movimientos aumentaron de frecuencia e intensidad. Tenia la necesidad de gritar a lo que estaba sintiendo, pero no podía hacerlo, solo salían gemidos de mis labios, al igual de los de él. Luego de minutos donde parecía que cada vez llegaba a un nuevo punto en mi anatomía, pude sentir como estaba mas cerca de mi liberación, como mi cuerpo completo se terminara de incendiar, como mi vientre era el centro de todo el fuego que me envolvía.
-Vamos…déjate llevar Bella –dijo contra mis labios, para apresarlos de nuevo. Al escuchar como me decía aquello, mas sentir el sabor de sus labios tan fríos, hizo que todo culminara con un orgasmo arrebatador, mi cuerpo completo tembló entre sus brazos. Busque apoyarme en él nuevamente, mientras sus labios silenciaban mi grito. Segundo después pude sentir como el también encontraba su propia liberación –Si –dijo saliéndose de mi cuerpo –he decidido que esto se tendrá que repetir siempre.
Apoye mi rostro en la pared, porque aun me sentía completamente agotada. Sentí como él me tomaba del brazo y me hacia girar.
-Tu pijama –dijo dejándolo en mis manos. Mire hacia donde debería estar sus ojos y estos estaban rojos.
-Tus ojos… -dije sorprendida. Solo hace unos momentos los tenia negros.
-Me has dado hambre, pero como ya ambos hemos tenido ese apreciado orgasmo, no me dan ganas de morderte, aunque realmente tu sangre es única para mi, pero debo mantener mi fuente de alimento, iré en busca de alguien en algún pub –dijo desapareciendo de mi vista. Solo sentí la brisa que dejo al moverse tan rápido que quede sin moverme por varios minutos, con mi pijama en las manos.
Me metí en la cama al lado de Alice, quien dormía plácidamente. ¿Qué iba hacer ahora? Por lo visto era la mascota de algún vampiros ¿de verdad espera que me cambie de hogar? Mi departamento lo fui llenando con bastante esfuerzo, no era cosa de dejarlo porque un psicópata-con el cual me estaba acostado-me decía que tenia que hacerlo. Eso no era posible, aunque hasta ahora, nada estaba en mis manos.
Cansada cerré mis ojos, sin evitar traer en mi mente esos ojos rojos, me daban miedo.
Al día siguiente me desperté mas tarde, ni siquiera cuando Alice se despertó pude abrir los ojos. Solo encontré una nota que decía que desayunara y que nos veíamos mañana en el trabajo, esperaba que estuviera bien para entonces. Eso mismo pensé yo.
Me fui a casa sin comer nada, allá tomaría un café o algo por el estilo. Subí los escalones utilizándolos para pensar en que iba hacer ahora, con este vampiro, que ni siquiera sabia el nombre. ¿De verdad esperaba que me cambiara de casa? Eso era estúpido, de verdad. Además, yo no era suya, no podía entender como me quedaba callada con una orden suya, aunque puede ser porque amenazaba con matarme o matar a Alice, pero aun así no debería agradarme cuando lo sentía tocándome, o entrando en mi cuerpo, haciéndome suya, como si de verdad eso fuera cierto.
Puse la llave en la puerta y al abrirla me quede en estado de shock.
Mi departamento estaba repleto de personas, guardando algunas cosas en cajas y deshaciéndose de otras.
-¡¿Qué demonios pasa aquí? –grite desesperada. Todos se detuvieron y me quedaron mirando sorprendidos, hasta que de entre todos esos hombres gigantes, vestidos con los mismo jeans claros, las mismas camisetas color celeste con el nombre de una empresa en la espalda y una gorra azul marino, que también tenia el nombre de la empresa "AST Global Removals", apareció una mujer, de estatura baja, se veía como una adolescentes. Su cabello rubio estaba tomado en un moño que deduje que era para que se viera mayor, vestía de un traje de dos piezas color negro, su blusa blanca y sus tacos negros con un diseño al lado color blanco, hacían que se viera muy importante, mas sus lentes negros, con una línea blanca en los lados y una agenda de cuero negro, me mostraban que sin dudas, el negro y blanco eran sus colores favoritos. ¿Cómo podía tener humor en estos momentos?
-¿Qué mierda hacen aquí? –dije mirando a la pequeña rubia. Pude notar que sus ojos eran de un azul intenso.
-Muy buenos días –dijo sonriendo –mi nombre es Jane Vulturi y soy la asistente de… -se tomo un minuto –de él –dijo finalmente.
Me quede helada ¿de verdad el había hecho esto? ¡Maldito bastardo!
-¡Bajen todo ahora! Son mis cosas y si no lo hacen llamare a la policía –todo quedo en el suelo en un segundo.
-¡Arriba! –dijo la pequeña-¡Les estoy pagando! –dijo con una voz que llegaba a dar miedo, todos levantaron las cajas. Me miro y volvió a sonreír –lo siento, pero estamos recibiendo ordenes, el seño, dijo que no íbamos a tener problemas y que si usted, Srta. Swan, decía algo, él iba a tener que ir a ver a su amiga Alice Brandon –me quede helada al escucharla. La pequeña que no tenia idea cuantos años tenia me miro sonriendo, ella sabia todo lo que sus palabras involucraban, ya que hizo una mueca de incomodidad –lo siento, nada que usted pueda hacer para evitar lo que ocurre…ahora –dijo tomando mi brazo y sacándome de ahí, mientras hizo una seña a los trabajadores para que siguieran en su trabajo –Usted debe ir a esta dirección, la esperan ahí, le tomaran las medidas y luego se ira aquí…aunque –dijo de nuevo sonriendo amablemente –no tiene que preocuparse de nada, un auto la esta esperando abajo con su chofer, el es muy agradable, la llevara donde necesite ir ¿entendido?... –la quede mirando asustada –Srta. Swan…
-Dime Bella por favor –me esta incomodando que me tratara así.
-No puedo, son ordenes de él –rodee los ojos ¿Quién diablos era? Tendría que verle la cara antes de cualquier cosa, ni siquiera sabia como era. Lo había tocado, lo había sentido, pero ni siquiera podría reconocerlo si pasaba por mi lado –Srta. Swan, le recomiendo que acate las ordenes del él, es bastante exigente y todo lo que dice, lo cumple –suspire rendida, no permitiría que esto se saliera mas de mis manos y dañara a Alice.
-Esta bien –ella sonrió.
-Fue un gusto Srta. Swan –asentí, aun incomoda a como me llamaba. Dio media vuelta y se dirigió a mi departamento, cerrando la puerta.
Baje escalón por escalón como si llevara una mochila de cien kilos en mi espalda, me sentía miserable, realmente ya no me sentía como Bella Swan, sino que era una desconocida.
Llegue al primer piso y Salí de mi edificio, sin saber si volvería a entrar. Note que mi auto no estaba por ningún lugar, y en cambio se estaciono al frente mío un Jaguar XJ 2011 color negro. Mi boca se abrió sin poder evitarlo, era…era poderoso. La puerta se abrió y casi me dio un ataque al ver que salía alguien de ahí ¿podría ser que?
-¿Srta. Swan? –dijo un tipo alto, de tez morena, con ojos negros y cabello corto, era guapo. Me sonreía mostrando una hermosa hilera de dientes color blanco, su sonrisa era reluciente y perfecta. Vestía con un traje negro, camisa blanca, corbata negra y una gorra. Se acerco hasta quedar al frente mío, seguía con su sonrisa –Mi nombre es Jacob Black y soy su chofer hasta que el jefe diga lo contrario –dijo estirando su mano hacia mi. La tome con desconfianza, pero luego de unos segundo pude notar que este chico por lo menos seria mas agradable que Jane y aquel bastardo.
- Ethan KoffmanHijos de la luna
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Re: Fan Fics
Jue Nov 10, 2011 1:40 pm
Capitulo 6
Iba dentro de ese lujoso auto, con el chofer que no paraba de hablar, no se si lo hacia porque sabia que estaba muy nerviosa y muerta del miedo o porque de verdad le gustaba hablar. Me hablaba que tuvo una mañana difícil porque pensó que había arruinado el auto y que tendría que trabajar y ser un esclavo de por vida de su jefe. Tampoco estaba autorizado para decir su nombre, maldito cobarde, de seguro era alguien importante, no tenia idea quien podría ser un vampiro encubierto, pero tenia que tener cuidado en hablar, no sabia si Jacob tenia conocimiento de cómo era su jefe.
-¿Cuántas chicas has visto con tu jefe, Jacob? –dije como que no quería la cosa. Deseaba saber si las mataba luego de un tiempo, para saber cuanto tiempo tenia de vida.
-¿Cuántas chicas? –dijo riendo. Se giro a verme, me puse nerviosa porque podía chocar –yo pensé que era gay Srta. –dijo riendo aun mas.
-Mira hacia adelante –dije nerviosa. El lo hizo -¿gay dices? –el asintió mirándome por el espejo retrovisor.
-Si, jamás le habíamos visto novia, de verdad me sorprende que usted no este enterada de esto –el me quedo mirando, esperando una respuesta.
-Bueno, esto con él ha sido algo repentino, realmente no tenia idea de sus planes, tendré que hablar con él –Jacob me quedo mirando como si tuviera dos cabezas.
-Yo sabia que algún día el jefe seria dominado, al final todos lo somos, mujeres y su poder de brujas –dijo riendo. No pude evitar sonreír.
Estuvimos conversando mas cosas, pero nada que involucrara a mi "dueño" ya que Jacob era muy fiel a su jefe.
-Bien Srta. Hemos llegado, vecindario Loop, Avenida 935 North Michigan –mire por la ventana. Un gran edificio blanco, con hermosos diseños, donde llamaba la atención las ventanas, claramente exponía que estábamos al frente de la tienda Chanel.
-¿Qué hacemos aquí Jacob? –dije confundida, esta tienda era carísima.
-Bueno, yo no se mucho del tema, pero me dijeron que la trajera aquí y esperara hasta que terminara, debe ir adentro Srta. –abrí mi boca sin poder evitarlo ¿este infeliz estaba tratando de comprarme? ¿De que me convirtiera en su puta personal?
-No Jacob, yo quiero ir a ver a tu jefe, vamos, por favor –el esquivo mi mirada y tomo aire, como si necesitara valor, para lo que iba a decir.
-Me dijo que esto iba a suceder, dijo que solo le nombrara a Alice Brandon –hice mis manos un puño y grite apretando mi mandíbula -¡Srta. Isabella! ¿esta bien?
-¡Llámame Bella diablos! –el me quedo mirando sorprendido.
-Le recomiendo que entre, así lo ve mas pronto si desea tanto estar con él –le di una mirada envenenada mientras el se giraba y miraba al frente, tomando en cuenta mi advertencia que si volvía a repetir eso, lo mataba.
Salí del auto y fui desastrosa como andaba hacia esa hermosa tienda exclusiva, donde todos vestían como si fueran a algún lugar importante.
Al entrar una chica de cabello negro, muy corto y de contextura delgada me miro y sonrió, de inmediato me comenzó a decir todas las cosas que tenia mientras me llevaba a otros lugar de la tienda, donde me midió y donde me lleno de bolsas. No tenia idea para que tomaron mis medidas si tenían bolsas llenas con ropa y accesorios.
-Esto le dejo su novio –no fue capaz de decirme el nombre y la chica se giro, desapareciendo, sin darme oportunidad de interrogarla un poco. Tome la nota y la rompí de inmediato después de leerla. "Siempre he querido que mis propiedades estén en buenas condiciones" Hijo de perra, eso era lo que este infeliz era.
Salí de la tienda, junto con otras tres chicas, llenas de bolsas. Jacob se bajo del auto y vino corriendo a ayudarnos. Dejamos todo en el maletero, ellas y Jacob insistieron que no era el lugar mas apropiado, pero de todas formas no le iba a pasar nada a la ropa, estoy segura que este auto, tan lujoso, no permitiría tal cosa.
Bien –dijo Jacob cuando miraba su reloj y las chicas se habían devuelto a la tienda, luego de despedirse amorosamente del chofer –son mas de las dos de la tarde –suspire. Pensar que había entrado ahí a las once y media. Esas chicas estaban locas, me dijeron que podía elegir todo lo que quisiera. Al bastardo le llegaría una linda cuenta de "Chanel" –así que es hora de ¡comer!...además usted, luce un tanto enferma, no le haría nada mal comer algo–claro, si no había comido nada hace sentía días, menos he dormido bien. Por lo menos me sentía como Jacob había dicho, enferma.
-Muy bien… -dije asintiendo.
-Ahí podre acompañarla, el jefe dice que jamás hay que comer solo –me sonrió alegre, mientras yo sonreía igual, pero ni siquiera era una sonrisa verdadera, esto estaba saliendo pésimo.
Me fui mirando hacia afuera en todo momento, hasta que mi celular comenzó a sonar. Vi el numero y se me revolvió el estomago.
-Hola Rose… -dije nerviosa.
-¡¿Dónde mierda están tu y tus cosas Isabella Swan?...¡estoy al frente de tu puerta la cual esta abierta! ¡y sin nada!...no me digas que vendiste todo para largarte a Europa.
-No –dije cansada. Mire a Jacob y el estaba mirando de reojo, decidí que mejor trataba de cortar esto rápidamente, no quería que esto llegara a oídos del infeliz y me amenazaran con otra amiga mas –Me tengo que ir en estos momentos, pero te llamo mas tarde…
-Perra, ni se te ocurra…¿te estas acostando con alguien? ¿por eso no me puedes hablar?
-¡Basta! –dije nerviosa.
-Ooohh…por fin la santa virgen Bella ha visto lo que es bueno y no ha sido iluminada por el espíritu santo ¿es eso?
-Ya, no sigas –dije histérica y casi gritándole al teléfono.
-Esta bien, aun así no te salvaras de decirme donde demonios estas y con quien…eso es lo que mas estoy esperando.
-De verdad, ahora no te puedo decir nada –mire desconfiada a Jacob –tuve que mudarme, tenia la opción y bueno…era sorpresa, pero la has arruinado –dije finalmente.
-Bella, odio cuando me escondes información, de seguro tu mejor amiga Alice sabia ¿no? –dijo con voz de niña desagradable.
-No, no sabia, y no seas celosa, es tu amiga igual.
-Esta bien –dijo de mala gana.
-Hablamos, adiós.
-Adiós –corte y guarde mi celular en el bolso.
-¿Problemas? –dijo Jacob mirándome por le espejo. Negué.
-Nada de que preocuparse –seguí mirando hacia afuera, pensando en un millar de preguntas que estaban apareciendo en mi mente. ¿Podría volver a ver a mis amigas y amigos? ¿podría volver a trabajar? ¿Me iban a esconder en algún sótano?
Jacob manejo por un tiempo bastante largo, más de una hora aproximadamente hasta que llegamos a "Pizzería Uno" bastante conocidas en el estado de Illions.
-¿Comida? –dije mirando a Jacob.
-Si, por fin comida…muero de hambre –Jacob salió del auto y antes de que pudiera yo misma abrir la puerta, el la abrió por mi –Srta. –dijo ofreciéndome su mano, la tome y Salí del auto. Corría un viento bastante helado, y eso que estábamos por entrar en primavera, el invierno se estaba tratando de quedar con todas las ganas.
-Muy bien –dije suspirando. Si me habían llevado a Chanel a comprar, no me iba a negar a llenar mi estomago. Moría de hambre.
Con Jacob no conversamos nada de importancia, nada que a mi me importara, me repitió mas de diez veces que no tenia permitido dar información sobre su jefe.
-Yo era el chofer de el ¿sabe? Me dijo que me iba a dejar con usted, porque confiaba en mi, no voy a arruinar eso, la paga es buena –con eso me di cuenta que Jacob no seria un aliado, necesitaba conocer a mas personas, para ver si iba a recibir alguna ayuda.
-¿Sabes si estaré prisionera? –el rodo los ojos. Me era inevitable seguir preguntando, el era el único con quien tenia contacto en este momento.
-Srta. Bella, le diré que no puedo decir nada, pero… -dijo acercándose a mi –no dejaron sus cosas de trabajo tirados en la basura como el resto de sus cosas.
-¡¿Botaron mis cosas? –grite.
-¿Ve? Así no puedo decirle nada –dio un mordisco a su enorme pedazo de pizza mientras yo le copiaba y hacia lo mismo.
Fue lo único que pude sacarle a Jacob hasta que luego de una hora tuvimos que volver a subirnos al lujoso auto, para seguir nuestro camino.
-Ahora vamos a 3170 North Sheridan Road, Lincoln Park –dijo mirando por el espejo. Asentí y me concentre de nuevo en la ventana. Realmente él hombre que estaba detrás de esos ojos rojos, me estaba tratando de alejar de toda mi vida, por lo menos mi trabajo estaban en el distrito de Lincoln Park. Después de varios minutos Jacob estaciono el auto –hemos llegado –de a poco mi mirada fue subiendo a través de la ventana hasta poder visualizar el edificio que tenia al frente –el jefe es dueño de todo el ultimo piso, no me pregunte para que quiere tanto espacio, no tengo idea desde cuando lo compro, desde que trabajo con el, ha vivido aquí -mi boca se abrió al darme cuenta que estábamos en el Belmont House.
-Yo no puedo vivir aquí… -dije pasmada. Esto era demasiado ridículo, este hombre era ridículamente millonario.
-Lo siento Srta. Bella, pero deberá, sabe lo que pasa si se niega a todo esto –lo mire asustada. Jacob podía ser muy amable y simpático conmigo, pero el sabia de los malos pasos de su jefe y eso lo hacia tan mala persona como aquel infeliz, tenia que tener cuidado con Jacob. Asentí inquieta –espere ahí, no salga –salió del auto y se dirigió a un botones del edificio y le paso la llave. El botones asintió y Jacob volvió al auto para abrir la puerta y sacarme de este. Fue al maletero y saco todas las bolsas. Otro botones se acerco y lo ayudo negándome la posibilidad de ayudar a Jacob.
-Venga por acá –dijo Jacob instándome a entrar. Lo seguí en silencio hasta que pasamos la puerta giratoria. Nunca antes había entrado a este lugar, era hermoso. Todo estaba en una ambiente dorado, unas hermosa lámparas de lagrimas de cristal colgaban en el techo, unos sofás Calipso, en forma circulares, esperando a que alguien descanse en su magnifica y suave tela –Srta. Bella –me gire molesta.
-Deja de decirme así Jacob, dime Bella solamente –negó e hizo una seña para que lo siguiera. Camine con cuidado de no romper nada, pase un tanto nerviosa cuando las personas me miraban. Estaba desastrosa, como dije antes.
-Bien –dijo Jacob deteniéndose al frente de un ascensor. Me hele y comencé a buscar la puerta de las escaleras. Me fui directo a la esquina derecha.
-¡Eyyy! –dijo Jacob tomándome del brazo y deteniéndome -¿Dónde cree que va?
-Yo no… –mire el ascensor y como el botones me quedaba mirando, extrañado –le temo a los ascensores, solo subo con personas que me dan confianza…
-Yo soy de confianza, trabajo para el jefe –lo quede mirando como si fuera el hombre mas estúpido del planeta.
-Si le dejaras de decir "jefe" como si estuviera involucrado con la mafia y omitiéramos el hecho de estoy aquí en contra de mi voluntad y que tu eres el que maneja el auto que me ha estado llevando a todos lados, recién podría pensar a subirme a un auto nuevamente contigo…no confió en ti –me cruce de brazos indicando que no me iba a mover.
-Esta bien, tiene razón –se giro y le paso el resto de bolsas al botones –sube tu, yo iré por las escaleras –volvió a mi lado y me quedo mirando con cara de que esto de verdad le molestaba –bien, no se atreva a decir que esta cansada –negué.
-Me ha tocado subir un edificio de 60 pisos, he llegado tarde, pero sin una gota de cansancio –me dirigí a la puerta y comenzamos a subir.
Jacob se quedo durante todo el transcurso de nuestro camino. Nos demoramos más de treinta minutos y debo decir que era porque tenía que esperar a Jacob.
-¡Nunca mas hare esto! –dijo cuando abrió la puerta. Dejándonos a entrar al último piso del edificio –Dios…usted esta loca –di unos pasos para ver. Tenía la misma decoración que todo el edificio, pero era notorio que esto había sido modificado, era una casa gigante en un edificio gigante.
-Tu amado jefe no esta aquí ¿cierto? –el me sonrió y negó.
-Esta trabajando y no me pregunte donde, siempre llega muy tarde, venga, la guiare a su habitación –seguí sin decir nada a Jacob mientras seguía mirando aquel lugar. Lamentablemente no había ninguna foto o algo parecido, este lugar era tan frio como un tempano de hielo, era un simple piso en un edificio, no era el hogar de nadie. No me pude dar el lujo de ver la sala mucho tiempo, ya que pasamos rápidamente por ahí, y menos diré que vi la cocina –aquí esta –abrió una puerta y entro. Jacob me quedo mirando, esperando a que lo siguiera, pero no podía, estaba en shock. Esta habitación era más grande, mil veces mas grande que mi departamento.
Avance a penas hacia el interior y me quede aun mas sorprendida. Tenia unos grandes ventanales que iban desde el techo hasta el suelo, adornados por unas gruesas cortinas crema con diseños bordados. La alfombra que se notaba que uno desearía estar todo el día con los pies descalzos por su suavidad, era también color crema, quizás un poco más fuerte el color. Mire la cama y era gigante, esta tenia un plumón crema, sabanas blancas, todo con bordados a juego. Un dosel gigante de madera, rodeando la cama estaban las cortinas color crema del dosel, estaba cubierta hasta un poco mas de la mitad.
-Bien, hasta aquí llego yo, hasta que tenga que salir de nuevo –dijo Jacob dejando las bolsas en la cama –que este bien, puede recorrer el lugar como si fuera suyo, esas son palabras del jefe, si necesita algo, ahí esta el citofono –dijo sonriendo y apuntando a un lado de la puerta, este era dorado.
-Gracias Jacob –dije aun hipnotizada por el lugar. Él asintió y desapareció de mi vista, cerrando la puerta.
Avance hasta la cama y me senté con cuidado. Cerré los ojos al sentir lo blanda que era. Agotada me recosté en la cama, dejándome envolver por la suavidad de la tela y sintiendo los diseños bordados en mis dedos. Aun no podía creer que todo esto me estuviera pasando ¿Qué había hecho para merecerlo? Nunca he tratado mal a nadie, siempre he vivido tranquila mi vida, sin molestar a nadie, ni siquiera a mis padres, me había ido de casa a los dieciocho a trabajar en una tienda comercial, luego había ido de trabajo en trabajo por dos años hasta que hice un curso de secretariado, lo encontré algo útil, y fue en un corto tiempo, desde ahí había comenzado a trabajar en distintas oficinas hasta hace mas de dos meses que llegue a Cullen Ltda. Y hasta ahora mi vida había sido normal, cero problemas que me complicaran la existencia, mis padres no se tenían que preocupar de mi, cada uno de ellos vivía su vida, como lo habían deseado siempre. No pude evitar volver a llorar por esto, ahora mis seres queridos estaban en peligro, porque si no me sometía a ese bastardo, ellos podrían salir heridos.
-¡MALDITO! –grite en la habitación llorando. Él no era nadie para hacer que mi vida se volviera un infierno, hacer que mi vida no estuviera en mis manos, el me estaba controlando como quería, y no podía hacer absolutamente nada para evitarlo.
Comencé a mirar como el día estaba pasando al frente de mis ojos y no hacia nada, seguía en la misma posición en la cama, por lo menos esta era comodísima. Mire las bolsas de Chanel y decidí guardar la ropa, pero note que no había un guardarropa. Fui a abrir una de las tres puertas que había en la habitación. Una era la de salida, la otra que estaba a mi lado derecho era la del baño, que a todo esto, era hermoso, una tina enorme, la cual tenia una puerta de vidrio que corrías para darte las duchas apresurada, un hermoso mueble, adentro tenia toallas. Otro mueble blanco que le daba soporte a los dos lavamanos que había sobre este, color blanco también con unos diseños dorados, como las llaves, tenia todo lo que una chica puede necesitar, desde distintos perfumes hasta tampones, útil. Cerré la puerta y decidí abrir la que estaba en el otro extremo, y al hacerlo mi boca quedo abierta. Había un estilo de pequeña sala, donde había un escritorio un sofá y unos estantes llenos de libros. ¿Este tipo me había investigado o que? Aunque bueno, a las personas deberían gustarle leer. Me acerque y note que habían muchos que eran míos, lo que me agrado, tener algo que en realidad fuera mío.
Salí confundida de la sala ¿Dónde estaba el armario? Mire toda la habitación hasta que fui a los amplios espejos que habían cerca de la puerta del baño, me quede mirando y estaba demacrada ¿había pisado Chanel con estas pintas? Alice tenía razón, no importa el momento, siempre debes estar arreglada porque nunca sabes donde puedes llegar y deberás estar bien vestida. Sabias palabras que jamás tome en cuenta. Cansada apoye mi cabeza en el espejo, de tal forma que termine en un segundo en el suelo y quejándome.
Mire a mi alrededor desde el suelo y note que el espejo se había movido y ahora estaba en otra habitación, en el…armario.
-Santo Dios –dije sorprendida. Había una gran habitación, por lo menos este armario era unas seis veces mas grande que el mío en mi departamento…ex departamento. Mire y estaba rodeada de estantes, donde habían zapatos, muy ordenados, otro donde colgaban vestidos, trajes de oficina, pijamas-que a todo esto, no era parecidos a los que yo o cualquier persona usaría, porque se notaba que era demasiado caro- camisetas, jeans, pantalones, todos doblados. Mas abajo habían distintas gavetas que fui abriendo con cuidado, en estas había ropa interior, joyas, otros vestidos que estaban dentro de otras cajas, pero que abrí apenas con bastante miedo. En otra esquina pude notar tres cajas medianas de la mudanza. Corrí hacia ellas y penosamente fui sacando mi ropa. Sonreí, aquí había algo mío, eso era bueno. Las deje ahí mismo, en las cajas y fui por las bolsas que estaban en la habitación. Arregle todo cuidadosamente y comencé a ver los trajes de oficina, realmente si me ponía uno de estos, no me iban a reconocer en el trabajo, eran hermoso, y mas como una secretaria luciría como ejecutiva. No pude evitar sonreír al ver aquel armario, era increíble, lamentaba que no fuera mío, que estuviera a mi disposición no significaba que fuera de mi propiedad, algún día, si salía de aquí, lo primero que haría luego de volver de Europa seria trabajar hasta romper mi columna para tener este hermoso armario.
Salí de ahí mas abatida y mi boca se abrió al notar que estaba anocheciendo ¿le podría ver su maldita cara cuando llegara? De verdad me enfermaba no poder saber como eran sus facciones o algo, solo conocía sus ojos, que a todo esto me aterrorizaban y…bueno conocía su cuerpo, pero aun así, no lo veía. Dios…¿Cuánto tiempo estuve en ese armario?
Abrí la puerta de la salida de la habitación con cuidado para ver si había alguien. Jacob dijo algo sobre que habría gente trabajando, pero no me dijo nada mas. Di unos pasos hacia fuera y doble hacia la derecha, por donde había llegado. Seguí el mismo recorrido, apreciando los cuadros que habían, hermosos a todo esto. Había pequeñas esculturas en algunos muebles también. Mí recorrido duro bastante antes de llegar a la sala, aunque debe ser porque me fui muy lento, estaba asustada. Mire y todo estaba muy ordenado, nada salía de su lugar por lo que solo para arruinar el perfecto lugar que estaba viendo, tome un pequeña escultura y la bote en la mesa al lado del sofá. Fui a ver a las ventanas y la vista era magnifica en realidad. La sala era muy diferente al resto de la casa, o por lo menos lo que vi. Esta era mas moderna, en realidad era mas…masculina, si, era notorio por los colores que tenia que era de un hombre y soltero. Los sofás negros de cuero, las pequeñas mesas que había en las esquinas eran grises, una gran pantalla plana en la pared.
La cocina quedaba un poco más allá, no había puerta o algo que la separara de la sala. Esta era absolutamente moderna. Fui a la nevera y mire que había para comer, saque una manzana ya que era lo que mas…normal había en su interior, estaba repleto de comida. Le di un mordisco y me quede mirando como el sol se iba escondiendo a través de los edificios.
El sonido de una puerta me distrajo y me gire asustada. Se escuchaban pasos hacia acá, mi corazón comenzó a latir con fuerza por el miedo.
-Srta. Isabella –suspire al ver que era Jane. Con sus colores blancos y negros, y según yo, su inseparable agenda.
-Hola –dije un tanto nerviosa.
-Veo que esta conociendo el lugar, me alegro –dijo sonriéndome. Se acerco mas a mi -¿necesita algo? He tenido que hacer unas diligencias para el señor… -se callo y frunció el ceño –bueno, para el jefe –"Jefe" odiaba que le dijeran así, sonaba como si fuera de la mafia, y no quería estar metida en mas problemas.
-No, estoy bien, muchas gracias Jane…
-Si tiene hambre, solo debe llamar a que llegue alguien y le cocine lo que usted desee, para eso están los citofonos a lo largo de este piso.
-No, estoy bien, no tengo hambre, estoy comiendo solo por hacer algo –ella me sonrió amablemente.
-Usted me agrada, creo que nos llevaremos muy bien –sonreí, esperaba tener a alguien con quien conversar –mañana, Jacob estará abajo a las siete de la mañana para llevarla a su trabajo, así que no se preocupe por llegar, deben ir antes porque el trafico aquí es ¡espantoso! –dijo haciendo otra mueca de desagrado –pero bueno –se quedo pensando otros segundos –algo mas debo decirle…¡aahh! Lo recordé, sus cosas están en el armario, hay libros de usted que se dejaron en su sala de estar y bueno, fotos, recuerdos, todo aquello, llegara mañana o pasado, se han mandado a restaurar…los portarretratos...no son muy…lindo –dijo un tanto avergonzada. Asentí –bien, entonces ¿segura que no necesita nada mas?
-Jane…¿el a que hora…?
-Tarde, jamás he podido saber a que hora llegar, siempre lo veo en la mañana, diez minutos y seria mi contacto con él, Jacob tenia mas relación, pero como sabrá, ninguno de nosotros esta autorizado para darle mas información…
-Ya veo… -dije un tanto apenada, necesitaba que alguien me guiara.
-Bueno, yo ya me voy, espero que este bien Srta. Isabella.
-Tu igual Jane –me gire al ver que ella se iba, mas tranquila, no lo vería hasta no se que día.
-¡Srta. Isabella! –me gire abruptamente. Y vi que sacaba en sobre de su agenda –esto no se le puede perder… -me paso la invitación de esa famosa fiesta.
-Gracias –dije un tanto nerviosa al ver esa maldita invitación. Recuerdo que llego en la mañana siguiente luego de ver por primera vez los ojos rojos de ese infeliz.
Ella se fue después de eso y yo me quede viendo por no se cuanto tiempo aquella invitación, no decía nombre, no decía nada que me dijera algo de este tipo, solo hablaba de la fiesta "Masquerade" y que esta era a las 23.30 este viernes. No iría ni loca, eso era demasiado peligroso, él no me haría ir.
Decidida me fui a la habitación para dormir o por lo menos estar mas segura. Eran más de las nueve de la noche y ya hace tiempo había oscurecido. Me metí con la ropa bajo las frazadas y note que mi celular habían mas de cincuenta llamadas perdidas, de Alice, de seguro Rosalie le dijo todo. No se que haría mañana, pero tenia que ver algo positivo, podría ir a trabajar.
Mis ojos no se cerraban y ya había pasado más de una hora que estaba tratando de dormir, desconocía este lugar y me quería ir. Realmente, me iba a ir, o por lo menos, dormiría tranquila hoy por la noche ¿Por qué demonios me estaba dejando dominar así? ¡esa no soy yo! ¡Esa no es la independiente y fuerte mujer que es Isabella Swan!...escaparía, hoy.
Tome un abrigo que había en el armario, bastante lujoso, que cubría mi cara y tome una frazada, la cual la guarde en un de las cajas que habían en el armario y tome mi bolso con algo de dinero. Mañana no iría a trabajar, ya me daba lo mismo y le avisaría a Alice todo lo que estaba ocurriendo ¡al diablo todo! Esto era surrealista, por lo menos tendría una noche tranquila antes de perder completamente mi libertad.
Corrí a través del piso hasta que llegue a la puerta. La abrí y ¡estaba abierta! Me fui corriendo a la puerta de las escaleras, gracias a Dios que aquí no habían guardias. Baje corriendo todos los pisos, me tomo bastante tiempo porque tenia la caja y debía ir con cuidado. Llegue al subterráneo. Mire a todos lados y este estaba oscurísimo. Seguí la luz y Salí por la parte de atrás del edificio.
-Wooow… –dije sorprendida –eso fue fácil –levante mis hombros e hice parar un taxi, el cual me vio gracias al cielo. Le indique a donde tenía que ir y me deje llevar por el taxista.
Paso más de una hora cuando le pague al hombre y me baje del taxi. Sonreí ya sintiéndome en mi hogar y subí todos los escalones hasta llegar al que era mi departamento, estaba con la puerta abierta aun. Entre y cerré la puerta con seguro. Me gane en un esquina y como una pobre vagabunda me arrope ahí, mis ojos se fueron cerrando al instante cuando me di cuenta que estaba aquí, en mi departamento.
Sentí como mi respiración estaba mas pesada y ese maldito calor de las noches pasadas volvía a invadir mi cuerpo. Me desperté de golpe al sentir algo entre mis piernas.
-¿De verdad creías que te ibas a escapar? –mire a mi alrededor sin saber de donde venia la voz -¿a que si? –mi gire a mi lado derecho, por me susurro en el oído. Sus ojos rojos me miraban divertidos y por la suavidad de la superficie donde estaba recostada me di cuenta que mi gran escape había fallado por completo y que ahora estaba en la cama donde me había recostado horas atrás. Lleve mis manos a mis piernas y me di cuenta que estaba desnuda.
-¡Maldito bastardo! –dije tomando el cubrecama y girándolo hacia mi para cubrirme.
-No deberías tratarme así –odiaba que su voz siempre estuviera ronca cuando lo tenia cerca, ¡maldita y sexy voz era la que tenia! –te he dado todo esto.
-No soy tu maldita puta bastardo –dije tratando de alejarme. El entrecerró los ojos. Creo que ya le estaba quitando el miedo a sus horripilantes ojos que me asustaban más ayer.
-Claro que no eres mi puta Isabella, a las putas se les tiene solo por una noche, yo te tendré hasta que se me plaza, porque eres mía –sentí en la cama como se acercaba.
-¡No te acerques! –dije alejándome.
-¿Otra vez con lo mismo?
-¡Siempre! –dije alejándome.
-Esta noche no, necesito de tu sangre –dijo viniéndose sobre mi. Dios santo…iba a morir.
- Ethan KoffmanHijos de la luna
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Re: Fan Fics
Vie Nov 11, 2011 5:33 pm
Capitulo 7
Santo dios, de verdad la tal Ángela, que pensé que seria un buen reemplazo, dejo todo mal en mi computador y además no encontraba algunos archivos, tendría que llamar a Mike de informática para que viniera a recuperar lo que se había perdido, espero que Jessica me ayudara en eso.
Pase todo el santo día tratando de arreglar el desastre, por lo que me salve de ir con Alice y Jessica a almorzar, mi excusa era buena porque no se me ocurría nada aun para decirles el motivo de mi apresurada mudanza.
Pero todo lo que sucedió sobre el trabajo y las chicas no era nada, absolutamente nada comparado con ver entrar y salir de la oficina al tal Edward, me tenia cansada, cada vez que pasaba por delante mío, tenia que estar atenta a no mirarlo, por lo que por eso el trabajo que me pude haber demorado alrededor de dos días, me tomo solo uno. Nuevamente eran mas de las ocho de la tarde, por lo menos no oscurecía, creo que si tenia que llegar a casa del monstruo, desde ahora, me tomaría trabajo extra cada día.
Fui a la sala de fotocopias para pasar unos papeles que Carlisle necesitaba, gracias a Dios no era la ruma de la otra vez, o sino terminaría tarde de nuevo. Suspire mientras pasaba las hojas al saber que ya estaba sola, por lo menos me sentía tranquila sabiendo que Alice y Jessica estaban en el mismo edificio, pero otra cosa muy diferente era que ellas no estuvieran, me sentía asustada, como si en cualquier momento me podría pasar algo.
-Trabajando hasta tarde otra vez… -me puse rígida al escuchar su voz desde atrás.
-Si –fue lo único que dije, no me quería voltear. Gracias a Dios pasaba la última hoja. Me voltee y me fui directo con la cabeza baja hacia la puerta –permiso –dije al notar que el cuerpo que estaba interfiriendo no se movía. Tense mi mordida, no era bueno estar gritándole al hijo del jefe, menos cuando este también era tu jefe. Me tendría que cambiar de trabajo, esto era acoso sexual, sin dudas…aunque quizás, si esto lo viera de afuera, no seria para tanto, porque realmente me ponía nerviosa, hasta el punto de sentir mal el estomago.
Edward se movió y me dejo pasar, fui con el alma en un hilo cuando me toco ir a la oficina de Carlisle para dejar los papeles dentro de la carpeta de reuniones. La deje, pero me quede helada al ver que Edward estaba sentado tranquilamente en el sofá, ni siquiera sentí como llego ahí.
-De verdad te hago sentir incomoda… -dijo gracioso.
-Si… ¿hay algo que necesite?...ahora me voy…
-Te vas tarde…¿siempre te quedas a esta hora trabajando? –negué. Al mirarlo, pude apreciarlo como había deseado todo el santo día, era increíblemente atractivo, de verdad, pero se sabia que en esos territorios no había que jugar, el era peligroso. Él era una invitación peligrosa.
-Algún motivo del porque quieras llegar tarde a tu casa…hoy en la mañana note que te vinieron a dejar, mi padre no te debe estar pagando tan mal –me tense de inmediato, no tenia excusa aun para lo que me estaba sucediendo, hoy en la noche moriría pensando en una, si es que no moría por culpa de ese infeliz.
-Eso no es su incumbencia, por lo visto no necesita nada mas –el tenso su mordida y cerro los ojos, como si se tratada de concentrar. Para cuando abrió los ojos yo iba hacia la puerta.
-Solo te hago una pregunta….
-Bueno, entonces yo le respondo, no es de su incumbencia Sr. Cullen –el sonrió.
-Me puedes llamar Edward.
-Eso no es apropiado, Sr. Cullen…
-¿Es que acaso te apellidas contreras? –fruncí el ceño sin entender –siempre me llevas la contra, solo te estoy conversando... –no pude evitar sonreír por lo que dijo ¿estaba bromeando conmigo? –eso esta mejor…
-Lo siento, pero me tengo que ir, que descanse… -me iba a retirar, pero el me volvió a hablar, y el teléfono comenzó a sonar –Edward se apresuro y contesto por el escritorio de Carlisle.
-Si… -dijo cuando contesto –mas tarde…- escucho algo mas para luego seguir –si, esta aquí, te la paso.
-Es para ti, un tal Jacob… -me tense al escucharlo ¿Por qué se quedo conversando con él? Me apresure ha ir hacia el y tome el auricular.
-¿H-hola?
-Srta. Bella –era Jacob, sin duda.
-Dime, yo ya voy a salir, siento si has esperado mucho.
-No ha sido una molestia, solo quería saber que no se había escapado, o algo por el estilo.
-No, Jane me dejo en claro que no debía pasar eso…
-Ya veo…muchas gracias –no se pero ese muchas gracias lo estaba diciendo de verdad.
-Esta bien, nos vemos en treinta minutos abajo ¿si?
-Esta bien –corte y deje el auricular en su lugar.
-Isabella… -dijo Edward llamando mi atención. Realmente no lo hizo, estaba pensando en que tenia que ir a ese lugar de nuevo, y no tengo idea, pero una ola de calor paso por todo mi cuerpo, me estaba volviendo loca –Isabella –dijo cambiado su tono, pero después tosió.
-Dígame… -el miro la oficina.
-¿Que te parece esta oficina?...eres mujer, debes tener mejor gusto que mi padre y yo juntos –debía estar bromeando, y yo me tenia que estar volviendo loca ¿Cómo podía llegar a mi mente ese sueño que me dejo bastante alterada? Mordí mi labio nerviosa. Pude ver como una leve sonrisa se marcaba en los labios de Edward.
-Emm…esta bien, y no dude que de seguro mi gusto es peor que el suyo… -el frunció el ceño. Me puso mas nerviosa, tenia que salir de aquí rápido –permiso, ya me tengo que ir, me están esperando.
-Pero Bella… -lo mire –Ehh…¿que opinas sobre...el escritorio? –paso suavemente su mano por la madera oscura. Cerré mis ojos al recordar como pasaba sus manos por mis piernas en mi sueño y como besaba mi cuello "sobre el escritorio" ¿Qué me estaba pasando por Dios? –ven… -lo mire y me sonreía como si de alguna manera tuviera algún poder sobre mi. Fui como la idiota que descubrí hoy que soy. Me quede a su lado –toca –tomo mi mano sin previo aviso y la llevo a la madera, al sentir su mano lo quede mirando sorprendida, estaba bastante fría, aunque la mía igual, ya la calefacción se había apagado y hacia mucho frio.
-Esta bien… -dije mirándolo mientras alejaba mi mano de la suya.
-¿Te gusta este estilo de madera? -¡Dios! No me podía concentrar en lo que el decía, solo me quedaba como idiota mirándolo ¡¿Qué sabia yo de estilos de madera?
-Si… -esquive su mirada y me fije en el escritorio, sentí como se acerco despacio hacia mi –me tengo que ir –dije casi susurrando.
-Lo sé… -cerré mis ojos al sentir su voz en mi oído. Lo mire ahora que estaba tan cerca, tenia su rostro a centímetros mío. Mis labios estaban completamente secos, ya que estaba respirando pesadamente por la boca, hasta había perdido la capacidad de respirar normalmente. Con cuidado llevo su mano a mi cadera, dejándome entre el escritorio y el, Dios….esto era igual que mi sueño.
-Me…Me tengo...
-Que ir, lo sé… -levante la vista hasta quedarme mirando sus ojos, negros. Segundo después de pasar a tomar su mano que sujetaba mi cadera para alejarlo, el me tomo con ambas manos e hizo que me sentara en el escritorio, con una facilidad impresionante.
-No… -dije apenas, me salió como un susurro. El apoyo su frente junto con la mía, iba a morir, iba a morir por esa mirada, me estaba mirando como si fuera su presa, y yo no estaba haciendo nada para dejar de comportarme como una.
-He notado como te pones conmigo cerca Isabella… -fruncí el ceño y esquive su mirada. No me gustaba que fuera tan arrogante, me recordaba al infeliz de las noches pasadas, maldita sombra. Al pensar en eso, me puse helada y me di cuenta donde estaba y con quien. Lo empuje y me separe de él, bajándome rápidamente del escritorio. ¿Cómo demonios llegue aquí? –No… -dijo tomando mi mano, evitando que me fuera. Lo mire y negué.
-No puedo… -el me miro gracioso de un momento a otro, lo que me confundió.
-¿Por qué no puedes? ¿es que acaso le debes ser fiel a alguien? –me quede pensando en su pregunta, no, no tenia que serle fiel a ese monstruo, pero tampoco tenia que ser una zorra. Mis ojos se llenaron de lagrimas, al darme que yo estaba actuando bien con una persona….perdón, con un monstruo que ni siquiera conocía o sabia su nombre –No llores –dijo fríamente, soltando mi mano.
-Es algo que no sabrás…es algo mío, a ti no te conozco, eres raro y me asustas, así que adiós y no me sigas –corrí hacia la puerta y lo deje solo. Menos mal que no se atrevió a seguirme. Tome mi bolso dejando el computador abierto y Salí corriendo por la puerta de las escaleras.
No me demore tanto en llegar a donde Jacob, todavía estaban corriendo mis lagrimas. Entre sin que Jacob casi notara que había bajado.
-¡Srta. Bella!...no la vi, lo siento –asentí y seque mis lagrimas -¿Esta bien? ¿le han hecho daño? –lo mire como si fuera el hombre mas estúpido en el planeta.
-Estoy secuestrada por tu jefe, monstruo que no conozco su nombre y ni siquiera su cara ¡y me estoy comportando como una persona decente con el!...claro que estoy mal Jacob.
-Lo siento Srta. Bella –no le dije nada y menos lo haría cuando mi celular comenzó a sonar. Lo tome y era un teléfono desconocido.
-¿Hola? –dije aun con la voz ronca por tratar de tragar las lagrimas.
-Hoy podrás dormir bien –me quede helada al escuchar su voz.
-¿Eres tu? –dije asustada.
-Claro que soy yo, si ningún hombre te llama Isabella…
-¡Maldito monstruo! –su voz se escuchaba rara por el teléfono.
-No empieces, no estoy de humor, solo te informo que dormirás tranquila, y que hay un paquete en tu cama para la fiesta de mañana, recuerda que debo mostrarles a todos, que eres mía –sin decir nada mas corto.
-Maldito psicópata… -dije cansada –vamos Jacob –este asintió y partimos.
Seque las lágrimas en el camino. Por lo menos el psicópata se digno a decirme que dormiría tranquila.
Baje del auto y a penas me despedí de Jacob. Fui a la puerta de las escaleras y me saque los tacos para llevarlos en la mano y me dedique a subir cada escalón. Me quede mas de media hora sentada en uno de estos cuando llegue al piso que tenia que llegar.
No podía creer que todo esto me estuviera pasando a mi, necesitaba tener una conversación con ese tipo, ¿Qué esperaba? ¿Qué me acostara para siempre con el? ¿sin ver o saber nada?
Suspire cansada, solo quería dormir, además ¿Qué demonios le pasaba a Edward Cullen conmigo? Ese tipo si era raro, pero era tan atractivo que nublaba mi concentración al cien por ciento ¿Qué iba hacer? Aunque dudo que me busque otra vez, con ese espectáculo de drama que paso en la oficina de Carlisle.
Abrí la puerta de las escaleras y llegue a esa increíble casa, siempre me preguntaba ¿Cómo es que no había mas gente aquí?...era el ultimo piso, no había puerta ni nada, llegabas directo desde el ascensor ¿nadie se equivocaba de piso y llegaba aquí?.
Todas las luces estaban prendidas, pase por la sala y un olor familiar vino a mí. Mire hacia la cocina y había un plato y una nota. Me acerque y tome el papel que estaba doblado por la mitad al lado del plato.
"Tienes que tener hambre, día ocupado" me quede con la nota en la mano, era de él, no de Jane o Jacob, para comenzar no dijo quien firmaba la nota y segundo, me trato de tu, así que tenia que ser el. Levante la tapa del plato que estaba cubierto y había una café con un gran pedazo de tarta de manzana. Deje mi bolso al lado y tome el tenedor, para disfrutar algo de glucosa en mi cuerpo.
Termine de comer y deje todo en el lava platos para después lavar lo que ensucie en esa tecnológica cocina. Solo busque un paño y el lava lozas y fui feliz, no necesitaba un lavavajillas para un solo plato y una taza.
Tome mi bolso y me fui a la habitación. Prendí la luz y suspire, el psicópata tenia razón, había un paquete en la cama. Deje el bolso en la cama y vi la caja color violeta, envuelta por un gran lazo color blanco. Lo desenvolví y abrí la caja.
-Esto debe ser una broma –tome el traje y lo levante –no puedo usar algo así…es irónicamente estúpido –suspire y lo guarde donde estaba. Fui al armario y deje la caja en un estante arrumbada –idiota… -no pensaba ir así…alto, yo no iba a ir a esa fiesta, me era imposible, era meterse a la boca del lobo.
La fiesta Masquerade era una de las mas reconocidas dentro de la ciudad, había gente importante, tanto sea de un circulo político, como social y claramente ahora se incluía el circulo vampírico, no me iba a involucrar con personas peligrosas, ya me bastaba con una.
Eran mas de las diez de la noche y me celular comenzó a sonar, era Alice, Rosalie y Jessica, no le conteste a ninguna, no tenia excusa para mi repentina mudanza, gracias al cielo que no tenia una madre muy cerca para que me atacara con preguntas.
Ya con mi pijama puesto me fui a ver por la ventana, no tenía ni un poco de sueño. Abrí todas las cortinas para que entrara la luz artificial de la calle a la habitación. Mire aquella hermosa vista, donde había cientos de edificios, con miles de pequeñas lucecitas. ¿Qué demonios iba hacer para mentirles a las chicas?
Decidida fui a la cama, donde me quede recostada sobre el cobertor, mirando al techo. Estaba inquieta, jamás me he dormido tan temprano y los días anteriores lo hacia porque el psicópata que me tenia aquí, me tenia de los nervios, acabando con mis energías. Cerré los ojos para concentrarme en dormir, pero una suave melodía me empezó a relajar, al darme cuenta de que había alguien escuchando música clásica me puse de pie de inmediato y corrí hacia el corredor. Me quede en silencio para escuchar de donde provenía la música, por lo que mi cuerpo por si solo se comenzó a mover hacia el final del corredor para doblar a la izquierda, podía sentir la plana alfombra en mis pies, teniendo cuidado de no chocar con algún mueble o hacer cualquier movimiento que me desconcentrara y me asustara. No había luz hacia ese lado, pero no me importo, era lo mismo estar en la oscuridad o en la luz.
Me quede al frente de una gran puerta, de ahí venia la música y podría decir que nadie la estaba escuchando de un equipo tecnológico, sino que por lo que escuchaba, alguien estaba tocando el piano adentro. Tenia que ser…él.
Tome aire, puse la mano en la manilla y empuje la puerta, la cual no se abrió. Tome con ambas manos las puertas y comencé a moverla para ver si podía abrirla, pero no, el maldito le había puesto seguro ¿Por qué no quería que lo viera? ¡esto era injusto y estúpido!
-¡No seas un cobarde! –dije moviendo con fuerza la puerta, pero esta no cedía y la música seguía sonando, infeliz, le importaba un comino que estuviera aquí afuera -¡se útil en algo y piensa una excusa para que de porque me tienes aquí bastardo! –la música paro y fue lo necesario para salir corriendo de ahí y llegar a la luz. El minuto de valentía se fue tan rápido como llego. Me fui corriendo hacia la habitación y cerré con seguro. Mire hacia todos mis lados, la luz estaba a mi favor aquí. Me metí en la cama y me obligue a dormir, no me iba a arriesgar a que ese demonio entrara a mi cama.
Dos horas más tarde, mis ojos se cansaron y pude dormir.
Al sentir la alarma abrí los ojos sonriendo, había dormido tranquila, después de varios días. Con los ojos cerrados tome el celular, pero con ese movimiento tome un papel. Abrí los ojos y note que era otra de sus famosas notas.
"Hasta el lunes, para tu excusa con tus amistades, será que les tienes una sorpesa, nada mas, podrás arreglártelas hasta ese entonces"
Hijo de puta, eso es lo que era este bastardo. Me levante para comenzar un nuevo día de trabajo. Hoy seria la "gran" fiesta a la que tenia que ir, maldita fiesta temática, me vería completamente idiota con el traje que dejo este maldito.
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Re: Fan Fics
Vie Nov 11, 2011 5:34 pm
Capitulo 8
Estaba ya en mi escritorio. Jacob me había venido a dejar y para mi sorpresa no me hablo durante todo el camino aparte de haberme dicho "Buenos días Srta. Isabella" no sé porque, pero presentía que el bastardo tenia culpa de esto, pero además de eso, el día estaba yendo normalmente, no había visto a Edward y eran mas de las doce, solo tenia tres horas mas de trabajo y luego me iría a ese edificio a encerrarme de nuevo.
Le pregunte a Alice sobre Jane Vulturi, pero dijo que no tenia idea de quien era, que nunca había tratado con ella, así que supuse que era un alcance de apellido, aunque tampoco estaba del todo convencida, así que después tendría que investigar sobre eso, quizás Aro Vulturi, podría responder a mis dudas…claro, no el, sino mas bien, sus registros en su computador.
-Hola Bella –dijo Mike sacándome de mis pensamientos.
-Has venido…muchas gracias –dije poniéndome de pie. El se sentó en mi puesto –necesito que busques los archivos que han sido eliminados desde el miércoles ¿podrías hacerlo?
-No te preocupes, Jess me dijo lo que sucedió, veremos que podremos hacer ¿tienes mucho trabajo? –dijo sonriendo.
-No, puedes ocupar el ordenador tranquilo, el Sr. Cullen hoy no ha venido….
-La fiesta "Masquerade" –dijo comenzando a abrir ventanas en el monitor, concentrándose en lo que hacia.
-Si, Alice me dijo que va anualmente, no tenia idea –el me miro y asintió.
-Siempre, el y su esposa Esme, incluso el jefe de Alice y también la jefa de Jess…
-La Srta. Tanya –ella era encargada de las relaciones comerciales con otras empresas.
-Así es… -comenzó a escribir cosas que no entendía.
-Puedes ir a comer algo, esto me tomara un poco de tiempo… -asentí.
-Mike, no sé si puedes, pero ¿estas redes están conectadas?
-Si ¿Por qué? ¿tenias información en otro computador?
-Si, exacto –sonreí nerviosa, Mike me había dado la respuesta a su pregunta.
-En el computador de Aro Vulturi, el Sr. Cullen necesita unos archivos, pero no recuerdo el nombre.
-Bueno, te puedo dejar todo listo para que puedas ingresar a su computador desde el tuyo, tienes las contraseñas ¿no? –negué.
-Estaba abierto cuando entre…
-Ya veo, no te preocupes, lo solucionare, pero eso si me tomara tiempo…¿de verdad no tienes trabajo? –dijo confundido.
-Si, arregle todo ayer y lo que me falta es lo que se perdió, así que…luego me quedare, además el jefe no esta –dije sonriendo, luego me sentí mal de llamar así al Sr. Cullen, sonaba a como Jacob llamaba al bastardo –así que no me dejo trabajo.
-Muy bien, entonces eres libre de hacer lo que desees –dijo sonriendo –yo me ocupare de esto –asentí.
-Muchas gracias por venir Mike, se que estas ocupado con todo el edificio…
-Dale las gracias a Jess, ella me convenció para venir directo aquí….es persuasiva –sonrió. Asentí incomoda, no tenia idea como Jessica lo había convencido, y no lo quería saber.
Me fui a por las escaleras hasta que llegue al piso 57, Alice tenia que estar libre, Aro Vulturi no debería estar, al igual que el Sr. Cullen.
-Por fin, bajas –dijo cuando llegue al frente de su escritorio, estaba aburrida.
-Por tu rostro puedo notar lo entretenida que estas –asintió.
-Ha estado todo muy lento, cuando los jefes se dan el día, no hay nada que hacer, debieron darnos el día a nosotras también.
-Si –dije sin muchos ánimos, por mi que me dejaran trabajando hasta las doce de la noche todos los días para no tener que salir de aquí.
-Bien….creo que has venido por voluntad propia y no has escapado de nosotras como lo has hecho hasta hoy en la mañana, donde no respondiste ninguna de nuestras duda, ¿Qué sucede Bella? ¿Por qué te has ido así como así de tu departamento sin decirnos nada? –me tense de inmediato, tendría que utilizar todos los medios para poder mentir.
-Es una sorpresa –dije casi atragantándome al pensar en el bastardo, había sido su idea decir aquello cuando me preguntaran.
-¿Una sorpresa? –asentí. Ella frunció el ceño confundido.
-Si…es que no puedo decirles nada hasta el lunes –su ceño se frunció más aun.
-¿Por que?
-Porque es una sorpresa, espero que te guste –eso no debí decirlo, quizás la sorpresa no era agradable. Había pensando toda la mañana al respecto de eso, ¿Qué tenia planeado el bastardo?
-Esta bien, si no me quieres decir, lo averiguare de todas formas.
-Alice –dije ahora yo frunciendo el ceño –es una sorpresa, no debes averiguar nada.
-Estas actuando rara Bella, no puedo pensar que aquello es cierto….te quedas hasta tarde trabajando, te preguntamos algo y te pones nerviosa de inmediato…esa no eres tu, me preocupas, eres mi mejor amiga –me miraba afligida, sonreí. Estaba haciendo muy bien en aceptar estar con el bastardo, no permitiría que Alice corriera peligro, ella tenia mucho que perder, en cambio yo no, ella estaba enamorada de su Jasper, con quien llevaba bastante tiempo, tenia unos padres que la adoraban, tenia amigas que la adoraban, aunque yo igual, pero no la iba a poner en riesgo contándole todo lo que sucedía.
-No exageres –dije riendo, tratando de que los ánimos estuvieran mas relajados –ahora dime ¿Cómo va todo con Jasper?
-Excelente como siempre –dijo sonriendo, mientras su ojos le brillaban, estaba enamorada, sin dudas -y apropósito de eso, hoy vendrás con nosotros para ir a ver a los desaparecidos de Rose y Emmett, Jess y Mike igual vendrán –estos ultimo no conocían mucho a Rose y Emmett, por lo que si iban ellos, era para tener una gran junta de amigos y pasarlo bien.
-No puedo –dije recordando que tenia que asistir a esa maldita fiesta "Masquerade"
-¿Cómo que no puedes? –su mirada se endureció de nuevo.
-Tengo un compromiso –cambio de inmediato la mirada.
-Bella…pillina, pillina….¿estas en malos pasos con alguien?...¿es que acaso…? –su sonrisa paso de diversión a sorpresa -¡Dios Santo! ¡lo hiciste! –grito apuntando con su dedo índice. Mire a todos lados de inmediato, pero gracias a Dios no había nadie cerca.
-¡Alice cállate!
-¡Oh Dios mío! –se tapo la boca con ambas manos aun sorprendida -¡Soy tu amiga me debiste decir! ¿Quién es? ¿Cómo es? ¿es guapo? ¡¿Donde lo conociste? –me di cuenta que no podía responder ninguna de sus preguntas.
-Yo…bueno…fue algo casual… -sus ojos se abrieron.
-¡Estoy en estado de shock! ¿Casual? ¡¿Isabella Swan teniendo sexo casual? ¡¿en que mundo paralelo estoy viviendo?
-¡ALICE! –le grite por ser una desatinada al esta gritando como si no hubiera nadie aquí, aunque en realidad no había nadie, desde el piso 51, eran solo de jefes, privados, así que no habían mas de tres personas por cada piso.
-Oohh Dios, dime como fue ¡dímelo! ¿fue bueno? O… -su mirada se preocupo -¿fue tierno contigo? –aquello me traspaso el corazón, podía decir que mi primera vez fue casi desastrosa.
-Alice –dije tosiendo –solo fue sexo, no hice el amor con nadie ¿esta bien? –sus ánimos bajaron rápidamente al escucharme.
-Claro…ya veo, pero ¿Cómo fue? Realmente no me imagino a Bella, mi mejor amiga, teniendo sexo casual –tome aire para tener tiempo de mentir.
-Fue hace poco, el martes…
-Ya veo porque has estado extraña…fue hace poco, ¿no fue bueno? –levante los hombros para quitarle importancia.
-Solo que Salí sola…al cine… -ella frunció el ceño, esto no estaba saliendo bien –y vi a un tipo, era guapo…así unas miradas y luego me invito a tomar algo…
-¿En que momento hubieron miradas? Estabas en el cine –fruncí el ceño.
-¿Quieres que te cuente o no? –ella asintió –bien, conversamos…y luego se dieron las cosas…y lo invite a mi departamento…
-¿Cómo se llamaba? –trague saliva.
-Anthony –se me ocurrió el primer nombre que se me ocurrió. Ella frunció el ceño.
-Ya veo…¿y como fue?
-Ya te dije, solo fue sexo…
-¡Bella!...que frio suena eso –así fue exactamente.
-Bueno…se sintió bien, en un momento –un momento que fue completamente fuera de mi control o mi voluntad.
-¿En un momento?...aahh Bella –dijo ahora triste –esa sin dudas es una mala respuesta… -me miro triste, estúpida Alice que no le podía esconder nada -¿Por qué lo hiciste si era un desconocido? –tense mi mandíbula, me estaba hablando como si me quisiera consolar y eso era exactamente lo que había necesitado durante estos días, ya que nadie sabia lo que me estaba ocurriendo.
-No lo sé, no he estado pensando adecuadamente estos días… -Alice se puso de pie y llevo su silla a mi lado. Dejo su brazo alrededor mío y fue lo necesario para comenzar a llorar como una idiota.
-Ya paso, ya paso Bella… -dijo mientras yo me apoyaba en su hombro y ella acariciaba mi cabello.
-No se lo digas a Jessica ni a Rose –dije mientras seguía llorando –me da vergüenza –claro que sentía eso, además de asco a mi misma porque además de sentirme bien esa vez, lo he vuelto a hacer con ese monstruo.
-Bella, me debiste decir esto de inmediato… -me acerco mas a ella, mientras yo seguía llorando, pero me separe de ella al instante de que sonó el ascensor, alguien venia. Alice miro quien era y frunció el ceño, mientras yo secaba mis lagrimas con mis manos.
-Toma –me quede helada al escuchar esa voz, mire a mi izquierda y vi un pañuelo. Lo tome y seque mis lagrimas -¿Qué esta sucediendo aquí?
-Sr. Cullen… -dijo Alice llevando su silla detrás del escritorio -¿necesita algo? El Sr. Vulturi no esta, se fue porque hoy…
-Es la fiesta "Masquerade", lo sé –dijo Edward ahora a mi lado. Ni siquiera lo mire, me concentre en mirar a Alice, quien lo miraba confundida –no fue eso lo que pregunte –su voz era dura, estaba molesto –Isabella ¿tu no deberías estar pisos arriba? ¿Trabajando? –asentí.
-Si, señor –dije poniéndome de pie, pero antes de dar un paso me detuvo dejando su mano en mi brazo.
-Siga trabajando… -dijo a Alice. Gire mi rostro para verlo, casi se me fue el aire. Vestía un traje gris, con una camisa blanca, con su corbata a juego, mal puesta y su cabello desordenado como siempre, llevaba gafas. Fruncí el ceño, estábamos en invierno aun y no había sol, a pesar de que no llovía –ven…. –camine hacia el ascensor con el, pero se desvió hacia la puerta de las escaleras.
Comencé a subir en silencio cada escalón, con el atrás mío, me sentía, ahora mismo demasiado intimidada.
-Detente… -fruncí el ceño, quedamos a la mitad del ultimo piso -¿Quién esta en tu puesto Isabella?
-Mike…Newton, de informática, arreglando mi ordenador –asintió. Se quedo en silencio mirándome, presiono sus labios al tal extremo que se veía una línea sus labios -¿Qué le paso a sus ojos? –no pude evitar preguntar y mantener el profesionalismo en esto. Edward curvo sus labios, haciendo que me sujetara del pasamano y dejara de mirarlo.
-¿Qué sucede?
-Nada –absolutamente nada, solo era el que me aturdía mas de la cuenta.
-Mis ojos están…bien –sentí como me miraba y preferí salir de ahí rápidamente porque mis piernas se estaban debilitando.
-No… -dijo deteniéndome cuando faltaba unos escalones para abrir la puerta y llegar al ultimo piso.
-Esto esta mal, déjeme ir, de verdad, no he llegado al extremo de decirle algo al Sr. Carlisle –vi como frunció el ceño y se acerco a tal extremo que quede contra la pared, pero deje mis manos en su pecho para que no se acercara mas.
-A mi no me amenaces Isabella…nunca –sentí un escalofrió cuando me dijo aquello, un escalofrió demasiado familiar en estos días. Levante la mirada atónita por la idea que paso por mi mente, me importo un comino que el que estuviera ahí fuera el hijo del jefe, lleve con rapidez mi mano a sus gafas para sacarlas y poder ver el color de sus ojos, pero como si siempre estuviera un paso mas adelante que yo, dedujo lo que iba ha hacer, así que cuando levante la mano, el solo la tomo y la estampo contra la pared.
-¿Vas a la fiesta "Masquerade" no? –el sonrió, como si no le sorprendiera mi pregunta, un punto menos para mi, quería ver si se sorprendía.
-No voy hace años a esa fiesta… -¡demonios! Tenia que probar si aquel era….ni siquiera podría decirlo, era imposible, era el hijo maniático de mi jefe.
-Yo voy a ir –dije sin importarme que eso lo mantendría en secreto.
-¿Así que vas a ir? –sonrió de nuevo.
-Si… -aun seguía sonriendo, lo que me distrajo, ya que sus labios estaban cerca de los míos y de solo mirarlo sentí como mis brazos se debilitaban, la sonrisa de Edward se fue borrando, hasta quedar muy serio, haciéndolo ver extremadamente sexy con esas gafas –¿Eres tu?
-¿Qué cosa? –era imposible, no podía ser el, nada cambiaria, pero….¡era imposible! ¡era el hijo de mi jefe! ¡era el hombre mas guapo que había visto en toda mi vida!...y era raro, un lunático.
-Tengo que trabajar…
-Ayer te tenias que ir…ahora tienes que trabajar, me mientes, mi padre no esta, no tienes nada que hacer, además porque eres una muy buena secretaria, por lo que tienes tu trabajo al día –se acerco mas a mi rostro, teniéndolo solo a centímetro de mis labios. Cerré los ojos mientras sentía que mis energías se iban –tu también quieres esto… -dijo rozando sus labios por mi mejilla derecha.
Cerré con fuerza mis ojos y solo al ver todo tan negro, vi esos malditos ojos rojos y con todas mis fuerzas trate de alejar a Edward de mi, se me hizo fácil comparado con segundos antes cuando lo empuje y no se movió.
-No… -me daba lo mismo, si era una estúpida por hacer esto, pero no iba a dejar que esto siguiera.
-¿Por qué no?
-¡Porque no estaré con dos hombres!...si, escuchaste –el frunció el ceño –yo estoy con alguien, así que deja de hacer esto –no me importaba que eso fuera una gran mentira, pero no iba a tener sexo con dos hombres, aunque haya tenido esa estúpida sospecha, que si la analizaba mejor ahora, podría estar auto convenciéndome para pensar eso, para poder aceptar a Edward.
-Bella… -fruncí el ceño.
-Solo aléjate…no soy ese tipo de chicas, consíguete a alguien mas para tus juegos, porque yo no voy a aceptar ¡nunca!
-¿Nunca? ¿en toda tu vida? –lo que dijo fue tratando de ser gracioso, pero estaba enfadado.
-¡NO! –en ese momento se abrió la puerta del piso y Mike nos quedo mirando sorprendido, para después fruncir el ceño.
-¿Todo bien Bella? –asentí para después mirar a Edward.
-El Sr. Cullen solo que esta un poco agripado y no escucha bien, su padre no dejo los papeles de las negociaciones con España, podría venir el lunes, muchas gracias –dije segura, no tenia idea como salió esa mentira. Edward me quedo mirando unos segundos sin decir nada.
-Gracias Isabella, me ha quedado claro ahora… -giro y se dirigió hacia los pisos inferiores.
-¿Estas bien? ¿te hizo algo? –dijo Mike preocupado.
-Si, no me hizo nada… -mi voz seguía segura.
-Bella, si te ha hecho algo, con los chicos le damos una paliza –sonreí.
-Gracias, eso no será necesario –además de ser imposible, Edward Cullen era alguien de poder, jamás alguien le tocarían un pelo en su vida y si eso fuera así, el se encargaría de dejar con cuatro cadenas perpetuas a los responsables.
-Bien, buenas noticias, esa chica Ángela solo paso a eliminar algunos archivos, uno que me daba la opción de conectarte con el ordenador del Sr. Vulturi, he sido rápido, esta todo listo…
-¿Es en serio? –le asintió -Me has subido el ánimo…
Con Mike fuimos y vimos lo del ordenador, me dio las indicaciones de cómo hacer todo y luego se fue. Comencé a meterme en el computador de Aro Vulturi desde el mío, pero no había nada de importancia relevante, estaba todo en orden y además solo habían archivos relacionados con la empresa, así que decidí meterme al historial de su navegador de internet y poder conseguir su dirección electrónica, Mike me dio el "dato" de cómo hacerlo, creo que sabia que no tenia nada en su computador y que estaba metida en malos pasos.
Pude entrar a su correo y mi boca se abrió al ver que habían varios correos de una tal "Jane_V" sonreí triunfante ¿Qué relación tendrían?
-¡Mierda! –dije asustada al escuchar el teléfono sonar. Lo tome rápidamente –Buenas tardes, Cullen Ltda. ¿Con quien hablo? –dije con el tono que empleaba al teléfono, amable.
-Srta. Isabella –me quede helada al escuchar la voz, era Jane –Jacob la estamos esperando abajo, son mas de las tres de la tarde y debemos arreglar todo para esta noche, son ordenes del jefe… -me estremecí al pensar en ese ser, pero aun así, mis dudas se mantuvieron sobre quien podría ser.
-De inmediato bajo.
-Esta bien –dijo ella y ambas cortamos. Cerré todas las ventanas y guarde todos las contraseñas en mi cajón del escritorio, el con llave y apague el ordenador, justo en ese momento Alice y Jessica vinieron a buscar. Sonreí.
-Tres y un minuto mi amiga, es hora de irnos… -dijo Jess. Recordé a Jane, es una exagerada, pensé que se me había pasado mas el tiempo, mire a Alice y sonreí incomoda ¿Cómo lo haría si un jaguar negro de lujo me estaba esperando abajo? Trague nerviosa, esto seria imposible de explicar, pero como dijo el bastardo, mi excusa tenia que ser que había una sorpresa el lunes ¿Qué seria?
Llegamos en minutos al primer piso, conversando solo estupideces, me disculpe con ambas por no poder asistir a la reunión de amigos, pero Alice asintió al igual que Jessica, Alice me quedo mirando con ganas de saber mas, porque antes no le dije que haría, pero por estar Jessica, no dijo nada.
Llegamos a la calle y me quede helada.
-Wooow…eso si es un auto –dijo Jessica mirando. Asentí, al igual que Alice.
-¿Dónde esta tu auto Bella? –dijo ella confundida.
-Vine en taxi, esta en el mecánico, en revisión.
-Ahhh….bueno, yo me voy… -dijo Alice, se despidió de ambas, me dio un abrazo fuerte y se fue al estacionamiento del edificio por su auto.
-Bien, a esperar taxi –dijo Jessica a mi lado, agradecía que viviéramos en diferentes barrios, así no compartíamos taxi y no me encontraría en mas líos de los que ya estoy.
-¡Ahí viene uno! –dije alegre –tómalo -ella me miro confundida por mi animo al ver que venia uno.
-Tu lo viste primero….
-No digas eso, así me aseguro que estas bien, además te lo debo por mandar a Mike antes de tiempo, chica persuasiva –se rio fuerte al escucharme.
-Esta bien, acepto por eso, aunque no fue ningún sacrificio –dijo riendo, mientras me daba un beso en la mejilla y se metía al taxi que se había detenido.
Mire suspirando hacia la derecha y vi que el jaguar negro se acercaba a mi, mientras que Jacob salía de este y abría la puerta para mi.
-Buenas tardes Srta. Isabella –asentí cansada, mientras entraba al auto, pero mire hacia atrás y pude ver como Alice me miraba con los ojos como plato, de un salto entre para que no me siguiera mirando.
-Buenos tardes Srta. Isabella…se ve un tanto…agitada.
-Mi amiga me acaba de ver Jane –dije mirando hacia la ventana, Alice paso por el lado aun mirando hacia el auto. De esta no me salvaba.
-No se preocupe, el señor… -se tomo un segundo, parece que se cansaba de no poder decir su nombre.
-No hay nadie que te delate Jane, me puedes decir –ella sonrió.
-No podría Srta. Isabella. Y no se preocupes de su amiga, ya el lunes todo estará resuelto y yo podre hablar con tranquilidad –mi estomago se revolvió al escucharla –ahora tiene un largo día desde ahora –dijo abriendo su agenda de cuero negro, buscando todo para indicarme lo que tenia que hacer.
-¿Qué eres de Aro Vulturi, Jane? Vi unos correos de ti para el, y de el, para ti –ella se quedo helada, levanto la mirada y me enfrento. Le tomo unos segundos.
-Es mi padre…pero eso no importa ahora, ya no averiguo nada a tiempo, más adelante le puedo contar lo que sucedió, ahora…usted, debe ir al salón de belleza y pasar un tiempo ahí, tiene a una fiesta a la cual asistir y una identidad que descubrir, gracias al cielo para nosotros dos –dijo mirando a Jacob. Mire al chofer y asintió, como si estuviera cansado, mientras hacia partir el auto. Mire a Jane y asentí, me esperaba un día muy largo.
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Re: Fan Fics
Vie Nov 11, 2011 5:35 pm
Capitulo 9
Eran más de las siete de la tarde y estaba muerta de hambre.
-Esto ha sido una exageración Jane, tengo hambre, volvamos luego –dije como si tuviera cinco años y le estuviera hablando a mi madre.
-Solo falta un poco… -estaba vuelta loca mientras ahora un tipo, con una camisa negra ajustada al igual que sus pantalones negros, me arreglaba el cabello.
-¿No pudo elegir a alguien que tuviera el cabello liso? –dije de mala gana, ahora me estaban ondulando mi pelo para ir mas "caracterizada" según Jane –es una estúpida fiesta, no veo el motivo de tanto barullo.
-Eso deberá preguntárselo a él, no a mi Srta. Isabella –suspire y cerré los ojos mientras seguían jugando con mi cabello.
No fue hasta una hora después que por fin habían terminado. Me habían hecho de todo, masajes en todo mi cuerpo, depilación…en todo mi cuerpo, grite y mucho, pero luego se me paso, pero no mejoro nada, ya que se entretuvieron con mis uñas, con mi cabello, donde se demoraron aun más. Solo diré que jamás quiero volver a pisar un lugar así, pero por lo menos tuve tiempo de pensar en lo que podría hacer para escapar de todo esto, no me iba a quedar de brazos cruzados mientras un tipo me tenia en su departamento lujoso, no podía, pero mi cabeza estaba mas concentrada en pensar que por fin le iba a ver la cara a ese psicópata, y además el lunes me daría una excusa para las chicas ¿Qué seria? Dios….debería estar enferma por preocuparme mas de eso que de pensar en escapar de su lado.
-¿Jane que haces? –dije notando que se movía a mi alrededor mientras íbamos hacia al auto.
-¡No sé como detener su cabello!...es demasiado liso y con el viento se alisara de aquí a las horas que tiene que esperar –rodee los ojos.
-No importa si eso sucede….relájate –dije cuando Jacob abrió la puerta para nosotras.
-No, el dijo que debía llevar el cabello así –la mire sonriendo, esta chica debería estar loca.
-Si, pero no todo se cumple Jane, el debería saber eso…todo el mundo lo sabe, si mi cabello se alisa de aquí a medianoche…bueno, así es mi naturaleza…
-¿Siempre ir en contra de lo que le dicen? –la mire seria. Negué y mi mirada se fue a la ventana.
-¿Ahora nos vamos cierto? Ya no hay nada que hacer.
-Así es, ya deben estar preparando su comida, además mas tarde deberá maquillarse, llegaran las especialistas al departamento… -sonó su celular y ella atendió como si la vida se le fuera la en eso, escucho unos segundos para después hablar –Si, esta todo bien señor, no hay nada de que preocuparse, estará lista a tiempo y además podrá hacer lo que desee, estamos adelantadas –entrecerré los ojos al notar que era…él –si, Alec esta avisado, todo saldrá en la revista –lo escuchó otro momento –si, la mascara tengo que ir a buscarla –tenia unas ganas tremendas de tomar el celular y gritarle un par de cosas, ayer al no tener contacto alguno, me evito de tener mi ración diaria de gritos a un psicópata –si, su traje esta listo, su mascara es la que debo ir a buscar…si, esta aquí al frente ¿quiere hablar con ella? –hice mis manos un puño, lo único que deseaba era golpearlo, de verdad, desde que vi la nota en la mañana, estaba cansada de recibir notitas cobardes, quería verle su maldita cara y me dijera quien era, solo por eso estaba yendo a esta estúpida fiesta –muy bien… -supuse que su respuesta fue una negativa porque no me paso el teléfono, pero me vi obligada a dejar de tomar atención en su conversación, porque mi propio celular comenzó a sonar. Lo tome y sabia quien era, era la misma persona a quien le había desviado las llamadas en estas ultimas horas, pero ya no podría hacer eso.
-Alice… -dije suspirando.
-Si, suspira Isabella Swan, no me has contestado…menos mal que no lo hiciste antes, estaba mucho mas enojada contigo por haberme mentido, ahora quiero una explicación –mire a Jane y note que decía que yo estaba hablando con una amiga.
-El lunes te diré todo Alice…
-¡NO! Bella, dime donde demonios estas viviendo ahora o mejor dicho ¿con quien? –su voz era dura y muy enojada, pero no alcance a decir nada ya que Jane tomo mi celular y lo puso en su oreja.
-Disculpe, pero la Srta. Isabella no esta disponible ahora mismo, mañana la puede llamar, sin ningún problema –corto de inmediato.
-¡Jane! –le grite sorprendida por lo que hizo, pero ella acerco su propio celular.
-Si, ya lo hice señor –rodee los ojos.
-Aaarrrgggg ¡bastardo! –le grite al celular de Jane, ella estaba aun mas pálida de lo que era.
-Hasta luego señor… -corto el teléfono y me quedo mirando como si lo sintiera.
-¿Si te ordena que te tires por un puente lo harás también Jane? –ella no me dijo nada, solo negué –esto es demasiado –aproveche este momento para atrapar a Jane, para ver si mis sospechas eran ciertas –Jane –la mire mas tranquila luego de unos minutos -¿desde cuando que trabajas para Edward Cullen? –ella frunció el ceño.
-No, no…¿Edward Cullen? El es el hijo de Carlisle Cullen –asentí –esta sospechando mal, el no es… -hice mis manos un puño.
-¡Dios! –demonios, o esta chica mentía como los Dioses, o era pésima relacionando voces y…¡relacionando a esa sombra con Edward!
Pasaron largos minutos cuando Jacob estaciono y nosotras salimos, Jacob desapareció sin decir nada, no entendía su cambio de comportamiento.
-Iremos por el ascensor, ese cabello no puede ser afectado por el cansancio –dijo Jane, lo que hizo que me quedara helada y negué –Srta. Isabella, le diré algo… -ella tomo mi brazo, lo que me sorprendió, porque ella no se veía de tener contacto con otras personas –me han ordenado de que si me tengo que ubicar delante de una bala por usted, lo cual sin dudas lo hare, así que en la persona que mas puede confiar aquí, es en mi, así que subamos tranquilas por el ascensor, por que no sucederá nada…. –la mire indecisa, no quería. Comencé a sentir como mis piernas comenzaba a estar pesadas y como mis manos empezaban a transpirar y a picar.
-No… -dije dando un paso atrás cuando el ascensor abrió sus puertas.
-Srta. Isabella, usted puede confiar en mi… -dijo al lado de las puertas –no pude subir siempre por las escaleras, yo me encargare de estar siempre aquí para que no suba escalón por escalón –me sonrió amablemente, lo que me hizo dudar –venga… -tomo mi brazo con cuidado e hizo que me acercara a la caja de metal. Entre con el corazón en la garganta y respirando rápidamente, pero Jane paso su brazo por el mío y me sonrió –no pasara nada –marco el numero del ultimo piso y las puertas se cerraron, di un paso para evitar que se cerrara, pero era demasiado tarde. Comenzamos a subir y como instinto me fui al final de ascensor, Jane hizo lo mismo. Me apoye en el brazo de metal que tenia el ascensor y cerré los ojos con fuerza –Ya va a pasar, no se preocupe… -dijo Jane pasando su mano por mi espalda. Sentí que pasaron horas de eso –hemos llegado, solo fueron dos minutos ¿ve? –en un segundo estaba fuera de la caja de metal que me aterraba.
-Bien… -dije respirando cansada -…eso no fue tan terrible como ha sido antes, no te toco el espectáculo que he dado, donde lloro, me quedo en posición fetal en el suelo… ha sido horrible otra veces –dije sintiendo como me sonrojaba.
-¿Qué le paso en el ascensor? –dijo saliendo de este -¿Cómo para quedar traumatizada? –sonreí, era lo mas estúpido como para tener problemas con los espacios pequeños y los ascensores.
-Nada, mas adelante te lo contare –dije riendo, no se lo diría nunca, era vergonzoso.
Mientras estaba comiendo con Jane, quien me acompaño, vino a mi mente Jacob y su actitud tan extraña.
-¿Qué le dijo tu jefe a Jacob, Jane? El ya no me habla –ella tomo jugo de frambuesa mirándome sorprendida.
-Bueno….no me dijo nada con decirle sobre esto, así que… -tomo un poco de arroz y se lo hecho a la boca, comió mientras yo seguía esperando –Nuestro jefe, opina que…
-El no es mi jefe Jane –ella asintió dándome la razón.
-Lo que sucede es que, eemm…. –se llevo su mano a su cuello incomoda –digamos que mi jefe no quiere que usted entre a un ascensor con Jacob antes que con él –fruncí el ceño.
-¿Esta celoso de Jacob?
-Ehhh….algo así –dijo rascando su cabeza, nerviosa.
-No le diré nada Jane, no te preocupes, yo le repito todos los días de que es un bastardo, no me sorprende que sea poco inteligente, el no debería sentir celos de Jacob, porque para eso, yo debería sentir algo por tu jefe, cosa que no es así, como tampoco es por Jacob –ella asintió.
-Claro…Srta. Isabella, el de verdad no es tan malo como se ve… -enarque una ceja.
-Jane, no lo he visto y lo encuentro malo, eso significa que empeorara cuando le vea su cara y sabré por fin quien es…
-Es estricto solamente… -suspire. Esta niña adoraba al bastardo.
-Jane, es malo, me tiene aquí contra mi voluntad, diciendo que si hago algo que no le guste le hará algo a mis amigas ¿crees que eso es ser estricto?...eso es ser malo, de verdad –ella sonrió.
-Creo que cuando lo conozca mejor, no dirá lo mismo…
-Jane ¿Qué edad tienes? –dije para poder conocerla mejor y poder comprender porque actuaba de esta manera.
-Tengo veintidós -tome aire, se veía como de unos diecisiete.
-¿Y que haces trabajando para él? Siendo que tu padre es Aro Vulturi, no creo que trabajes para ayudarle a tu familia –ella sonrió y negó.
-Yo no gano dinero con esto, a diferencia de Jacob, yo me estoy preparando para otros planes…y esta experiencia con…mi jefe, terminara en uno o dos años mas, y estaré lista… -frunce el ceño.
-¿Lista para que?
-Lista para ser maquillada –dijo mirando su reloj –no le puedo decir eso Srta. Isabella, pero mas adelante claro que si, ahora…vaya a lavar sus dientes, que las chicas llegaran pronto y así terminamos pronto para que alcance a descansar antes de ir a la fiesta ¿esta bien? –la quede mirando seria.
-Te has acostado con el ¿no? Por eso eres tan fiel a él –ella se carcajeo, lo que me hizo sonreír.
-Claro que no Srta. Isabella, no tiene que preocuparse de eso, esto es absolutamente profesional y el…jefe, me ha ayudado bastante como serle fiel por como es, no por sus…otras habilidades –dijo riendo.
-No te comprendo –dije poniéndome de pie y yendo al baño.
-Yo tampoco a usted –dijo parándose de su silla igual. La mire confundida –hay policías…hay teléfonos por todo este lugar, pero usted sigue aquí, podría advertirle a sus amigas, pero usted sigue aquí…
-Un policía o la advertencias hacia ellas no la salvarían de un vampiro Jane, ambas lo sabemos ¿no? –la risa de ella se fue y asintió.
-Eso es cierto…bueno, mejor vaya a prepararse para que las chicas hagan lo que tengan que hacer –asentí yendo hacia la habitación. Me sentía como si fuera la hija de Jane, era cómico sabiendo que yo era dos años mayor que ella.
Hice lo que me dijo Jane, así que lave mis dientes y mientras llegaba decidí investigar un poco mas el lugar, realmente me fui directo a la habitación que estaba cerrada la noche pasada. Con miedo deje mis manos en las manillas de las puertas y la empuje con fuerza, estas se abrieron fácilmente, por lo que casi me caí por ejercer mas fuerza de la que necesitaba.
-Woow… -dije mirado el lugar, era mucho mas grande que la habitación que tenia yo. Era mucho mas oscura que la mía, teniendo cortinas negras, a juego con la cama, había un escritorio con un notebook, también la alfombra era oscura, sonreí –que predecible –este bastardo, parecía que le gustaba ser malo, quizás Jane tenia razón y no era tan malo como el mismo quisiera ser. Abrí mi boca al notar el piano que había al lado de un ventanal, que dejaba entrar la luz de una forma maravillosa, mientras que en otro extremo había un equipo musical gigante, a su lado había un estante donde se hallaban cientos de discos. Rodee los ojos, este tipo era ridículamente millonario.
-¡Srta. Isabella! –me voltee al escuchar el susurro de Jane –usted no debería estar aquí…vamos –dijo haciéndome una seña, sonreí como si fuera una niña que la encontraban haciendo una travesura.
-Tu jefe tiene un lado gótico –dije riendo, ella solo negó sonriendo -¿el sol no le hace algo? Siempre lo veo de noche, y es vampiro.
-No puedo decir nada Srta. Isabella y usted lo sabe… -asentí de mala gana mientras llegábamos a la sala, donde me confundí, creyendo que habíamos entrado a otro salón de belleza. Suspire. Tocaba sesión de maquillaje.
No sé cuanto habré dormido en esa silla que había, porque las chicas me recostaron y solo me quede inconsciente, tenia sueño, hoy me había levantado temprano porque tenia que trabajar, no era como si mi cuerpo fuera de un vampiro y no me cansara.
-Me van a matar –escuche decir a Jane. Abrí los ojos perezosamente –en quince minutos tenemos que estar abajo, el jefe nos esta esperando –mi corazón latió desbocado al escucharla.
-¿Qué hora es? –dije sorprendida. Seguía en la silla, pero las chicas que se habían encargado de mi, habían desaparecido.
-Mas de las once Srta. Isabella…y usted no esta vestida –dijo afligida –es que usted lucia cansada, entonces me recosté en el sofá y puse la alarma, porque también estaba cansada, y no escuche el celular, tenia que sonar hace mas de una hora –por su voz y su expresión me di cuenta que estaba asustada, por el bastardo, quizás este tipo le daba latigazos cuando no cumplía a un cien porciento -¡de seguro el señor esta esperando afuera!
-Relájate –dije poniéndome de pie –dame cinco minutos ¿esta bien? –ella asintió.
Corrí hacia la habitación y me metí al armario, tome la famosa caja y me desvestí completamente, tome cada parte, la blusa crema, el corsé negro, el bolero rojo vino, esos pantalones negros, las increíbles botas que llegaban hasta mis muslos, ajuste cada botón y quede lista. Salí de ropero, me mire al espejo y arregle mi cabello, y como ultimo toque tome la cinta que tapaba mis ojos, era color negra y se ajustaba extrañamente en mi cabello.
-Ahora eres Anna Valerious, Bella… -dije mirando al espejo. Y me veía increíble, no iba a tener falsa modestia, pero este disfraz, estaba hecho para mi, esperaba que me diera el poder de patearle el trasero a algunos vampiros.
-¿Srta. Isabella? –dijo entrando Jane. Quien sonrió al verme -¡esta lista! En un tiempo record, hay que bajar –asentí.
-Veamos si Van Helsing ha estallado de rabia –escuche su risa, aunque dudo que Hugh Jackman me este esperando abajo.
-Espera… -dije deteniéndome. Corrí hacia la habitación y fui al baño, tome un perfume y me puse un poco en el cuello –listo –dije cuando llegue a donde Jane.
Baje casi con un ataque cardiaco el ascensor, ya que me aferre al brazo de Jane mientras que mis piernas se debilitaban pero eso fue todo, creo que si me estaba acostumbrando a confiar en Jane, aunque no era sorpresa, porque si no me diera esa impresión jamás me hubiera subido en un principio al ascensor.
Salimos del edificio y no vi jaguar alguno.
-Ahí… -dijo ella apuntando a una limosina. Asentí y sentía como mis piernas se debilitaban –yo me iré con Jacob atrás, suerte Srta. Isabella –asentí, mientras ella abría la puerta de la limosina. Tome aire y entre, claramente tenia a Van Helsing al frente mío, pero en la oscuridad como siempre y para mi sorpresa pude notar que sus ojos estaban rojos.
-Se han demorado, no me gusta llegar tarde –su voz estaba ronca, lo que hizo trizas mi posibilidades de que sea Edward el hombre que estaba al frente mío y para mi sorpresa, me asuste mucho mas por eso, sin embargo, su voz estaba siempre ronca, porque este bastardo siempre que se comunicaba conmigo estaba caliente ¿será que tengo ese efecto en el? Porque aun así, seguía encontrado su voz familiar y eso estaba relacionado a Edward, sin dudas.
Dio unos golpes a la ventanilla detrás de el y la limusina comenzó a andar, era hora de ir a la famosa fiesta "Masquerade"
-Creo que hoy será el momento de verte la cara ¿no? –sentí como rio levemente, pero no me respondió nada. ¿Se atrevería a engañarme?
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