Pub Daniels

Siento como se siente incomoda en segundos cuando vemos el local a unos metros.. Supongo que la acumulación de gente la agobia o simplemente no le agrada...
Y creo que es genial, que es única en su clase, por que a pesar de no querer estar aquí, lo está por mi.

El lugar era totalmente campestre por fuera, y confirmamos al entrar que era igual adentro; todo de madera, mesas iluminadas de velas, parejas en algunas, amigos en otras, gente de todas las edades, música blue inglesa en vivo, con vocalista rubia curvilinea con un vestido ajustado negro y botas del mismo color..

- Vaya.. quizás ella puede ser tu futura novia.. - dice Bella mirandome.
La miro y le sonrío. Me acerco a su oído para que me escuche bien.
- No me gustan las rubias...

Hago ademán para que avance antes de que pueda decir algo, avanza y se sienta bien lejos de la rubia que canta. Llega el mozo en segundos.

- Dos jugos de Frambuesa.. - digo rapidamente, no beberé por respeto y por que si bebo por cómo me siento.. no paro, me conozco. - Quieres algo para comer?Papas fritas?

[ya sé que las fotos del pub no concuerdan con lo que dice martin, pero ahora no tengo tiempo, ya pondré mejor!xD]

- ¿Ya tienes hambre? - sonrío, el camarero suspira y nos observa - Está bien, unas patatas.

Anota el pedido y se va segundos después.

- Oye Martin, no tienes por qué cortarte por mí... - me acerco a él y le hablo, la música no está muy alta pero tampoco podemos tener un tono de voz bajo - Porque a mí no me guste tomar, tú puedes hacerlo si quieres.

- No, lo mejor es que no tome nada...

- ¿Que si empiezas no puedes parar? ¿Es acaso el señorito un descontrolado adolescente juerguista? - me río, pero él tuerce la sonrisa y hace una mueca, parecía que no iba muy desencaminada.

Porque en realidad poco sabía de él, ni si bebía, ni con quién salía, en qué ambientes andaba. Era un desconocido, como quien dice, pero al menos sabía que tenía buen fondo.

Vuelve el camarero y deja los zumos y las patatas. Comienzo a echarle un poco de ketchup de un lado.

- Bueno, la próxima - digo señalando su bebida - No tienes por qué elegir lo mejor "por mí", creo que sabría llevarte a casa - bromeo.

- Lo más seguro es que con mi gran tamaño y cuerpo voluminoso tropieces en segundos al tratar de llevarme a casa...
Frunce el ceño mientras come un papa. Tomo una también untandola en Ketchup.
- No, soy más fuerte de lo que parece..
- Más fuerte que una hormiga, menos fuerte que una ardilla!
- Oye!!! - dice riendose.
La rubia comienza a cantar de nuevo, y cruza su mirada con la mia y me sonríe levemente.
Miro a Bella de nuevo que estudia mi cara.

Veo cómo cruza alguna mirada con la cantante, o más bien ésta parece haberle echado el ojo. Y Martin responde a sus coqueteos... quizás le venga bien distraerse.

- Oye si quieres yo puedo dejarte la llave y te espero en casa.

- ¿Qué? - pregunta mirándome, y terminándose su zumo.

Ladeo la cabeza y señalo a la cantante, bastante guapa por cierto.

- Ya te dije que no me gustan las rubias...

- Bueno, uno nunca sabe de quién enamorarse, yo jamás pensé que me iba a enamorar de un... - me callo a tiempo, Martin me observa y siento cómo enrojezco - un chico como él.

- ¿Él? - pregunta mirándome, y llamando a la camarera de nuevo.

- Edward... - y pronunciar su nombre reaviva mi dolor.

- ¿Quieren algo más? - yo niego con la cabeza, aún tengo zumo.

Martin me mira sonriendo.

- Creo que el señorito quiere tomar algo más fuerte... - digo yo.

Siento su dolor en segundos y me dan ganas de abrazarla pero no me atrevo.

- Quiero una cerveza. - miro al mozo que mira a Bella con cara de "uhh que guapa que eres", pero como es ella no ve que no soy el único que llama la atención.

Tomo otra papa y la como. El mesero llega con la cerveza.

- Otro zumo? - pregunta mirando directamente a Bella.
- No, me queda, gracias! - dice sin siquiera mirarlo...
Me pongo a reir en cuanto se va el mesero.
- Y de qué te ries? - dice mirandome, y sus ojos contenían la misma tristeza de cuando la conocí.
- Ese chico te adora!!
- Como me va a adorar!!? - dice riendose.
Tomo un largo sorbo de la cerveza.
- Apuesto a que si le dices que se tire de un avión, él lo hará?!
Se pone a reir, mientras yo prendo un cigarrillo.

La rubia se va, y llega el Dj, el ambiente se prende en segundos, papás de secundaria bailando como si fuera el último baile de primavera.

No le hago caso con lo del camarero, seguro antes de beber la cerveza ya le afecta.

- ¿Y el señorito puede tomar eso con alcohol? - señalo la botella.

- No me llames así -.-.

- Está bien, está bien... pero creía que tomarías algo más fuerte, entiendo que quizás sería demasiado para el s....para ti xD.

Toma la cerveza y comienza a beber, dando un trago largo, se bebe la mitad, sonriendo, como si me demostrase algo. Giro la cabeza hacia un lateral, y mi corazón late con fuerza, lo veo de espaldas, con su pose erguida, las manos en los bolsillos, el cabello dorado y despeinado. Siento que palidezco, quiero echarme a correr, no es posible que esté allí, en Forks. Es demasiado para mí... Me levanto de la silla, justo cuando Edward se da la vuelta... y no, no es Edward. En realidad, apenas se parecen...

- ¿Bella? - Martin me mira desconcertado, yo vuelvo a sentarme con la cara desencajada y el corazón descompuesto.

- Eh nada, creía haber visto algo...

- Ya creía que ibas a ponerte a bailar - sonríe y trata de hacerme pensar en otra cosa, parece que en vez de animarle yo me esté deprimiendo más...

Se levanta mirando a un chico de espaldas, se pone pálida y reconosco esa mirada, debe estar viendolo, deber ser él... Segundos después el chico voltea, veo en su rostro entre decepción y alivio al mismo tiempo, mezclados, unidos.


Llamo al mesero.

- Quiero un wisky doble.
Me mira sorprendida y sonríe, al menos trata de sonreir.
- Veo que el se.. - La miro terminando mi cerveza, no me gusta que me llame señoritoo! -..te estás poniendo hombre...
Me río.
- Siempre he sido hombre.. que me veas como tu amigo gay es otra cosa...
- Y quieres que eso cambie? - dice un tanto provocativo.. y lo más seguro es que no se haya dado cuenta de lo que acaba de decir y con qué tono lo hizo. Bebe de su zumo mirandome.
Sonrío nervioso.
- Claro - enciendo un cigarrillo - No querrás tener un amigo gay tan guapo como yo...
Se pone a reir y ya veo como sus ojos brillan de nuevo, lentamente.

Bromeo sólo para distraerme, y Martin parece seguirme la broma. No sé qué tanto pueda afectarle un whisky doble, yo no bebía prácticamente nunca, sólo esperaba que lo de llevarlo a cuestas a casa no fuera literal.

Llamo al camarero de nuevo, pido otro zumo para mí, he terminado el anterior.

- De nuevo - Martin se ríe tomando un sorbo.

- ¿De nuevo qué?

- Lo tienes loquito - ladea la cabeza señalando por donde se fue el camarero.

- Eso es imposible - afirmo rotundamente, sin ninguna duda.

- ¿Por qué imposible?

¿Que estaba ciego? Sólo bastaba mirarme.

- Porque soy... Bella Swan. Osea, nada.

- ¿Nada? - medio se reía, dudaba si hablaba en serio o bromeaba.

Pero no jugaba. Nunca había sido nadie, ni tenido importancia. Nadie se fijaría en mí. Por eso nunca tuvo sentido estar con Edward, sabía que tarde o temprano él se daría cuenta, que no era lo mejor para él... ni siquiera era algo "pasable". Suspiro.

- No tiene importancia - cambio de tema para desviar la conversación - Y de nuevo también, Ms. Extensiones rubias mira hacia aquí.

Me río ante su comentario de la rubia, que ya no cantaba, estaba en la barra sentada con algunos de los chicos que tocaban con ella.

- No son extensiones - digo mirando a la rubia.
- Y eso como lo sabes...??
- Por que he conocido a una chica que usaba extensiones...
- Vaaamooos - dice como exasperada - mirale ese pelo!! Además lo tiene todo quemado!
Me pongo a reir, aún sin probar el wisky, la verdad.. no deseaba beber ante Bella...
- Tú eres mejor que ella. - suelto de pronto, ella comienza a toser de nuevo cuando la sorprendo con el comentario mientras tomaba un sorbo del nuevo zumo.
- Mentira! - dice riendo ruborizada.
- No, no es una mentira. - apago el cigarrillo. La miro serio, quiero que sepa que no bromeo, que no es nadie. Que llama la atención, que por algo su amigo estaba enamorado de ella, que es linda, que simplemente no es nadie!

Lo miro levantando una ceja, pero se pone serio. No voy a sonrojarme porque no creo en lo que dice, pero es obvio que me agrada que me digan esas cosas.

- Parece que mi amigo gay se ha echado atrás.... - señalo su vaso.

- Quizás si tú también tomases algo...

Pongo cara de escapada de psiquiátrico. ¿Cómo iba a beber yo? Seguro me afectaba demasiado. Ni siquiera lo hacía en Phoenix, cuando salía de vez en cuando con mis amigos.

- Mejor que no... aunque así me aclaras, que no justamente sólo te hacías "el hombre", no que lo fueras - me burlo, solamente para entretenernos.

Tuerce la boca y rasga los ojos sonriendo, tras eso toma el vaso y comienza a beberlo todo de un trago, dejándolo vacío. Pone el vaso en la mesa, y estoy esperando que ponga cara de "demasiado fuerte" (típica frente arrugada, labios curvados y nariz encogida), pero en lugar de eso sonríe y pide otra copa.

- Por lo que veo... ¿esto no es nuevo para ti? - pregunto - ¿Por qué no me cuentas como era tu vida en Canadá?

- Por que no la recuerdo..
- No te creo..
- Digamos que es o fue bastante movida..
- Aaanda cuentame!
- Te cuento todo si me acompañas con una copa.. - digo acercandome mirandola provocativamente.
- No Martin.
- Si piensas que quiero emborracharte y que con eso creo que caerás en mis brazos.. No es así. - La miro, quiero que me acompañe con algo, no que se emborrache, - Puedo hacerlo con otros metodos... - digo bromeando.

- Me parece que el alcohol empieza a afectarte a la cabeza... - digo sonriendo y terminándome mi zumo.

- Pues a la cabeza no sé, pero a la barriga... - dice haciendo un mal gesto.

- ¿Te duele?

- Un poco... es que esa comida que haces...

- ¬¬ Pues para dolerte bien que estás chistoso y haces bromas....

- ¿No sabes que nunca debe perder el humor? - suelta una carcajada, y al hacerlo después se pone serio y es agarra a la barriga.

- Será mejor que nos vayamos - digo levantándome.

Martin se levanta también y vamos hacia la barra para pagar. Quiero invitarle pero no me deja, saca un par de billetes y mete los míos de nuevo en mi bolso.

- Que no tenga niñera que me haga la cama no significa que no pueda pagar unas bebidas...

- Cuando tú tomes algo fuerte te dejaré invitar - responde pícaro.

- Osea nunca... - me río y salimos del pub.