Casa de los Swan

- Oye, si vas a quedarte un tiempo - hago un pequeño silencio, espero que no haya cambiado de opinión - Tendremos que establecer algunas normas...

- Está bien, no voy a volver a mirarte mientras te cambias - bromea un poco, y siento que mientras los hace, no se siente tan mal.

- Eso ya no era negociable... me refiero que tendrás que ayudarme un poco con la casa, ¿no? - hablo medio en serio, medio para hacerlo rabiar.

- Para para para, yo no sé hacer nada de eso, pero si quieres te doy mi apoyo moral mientras limpias.

- De eso nada, ayudarás. Piénsalo, serías algo tipo.... ceniciento - me río mientras paso el estropajo con jabón, haciendo una pequeña burbuja.

Martin aprovecha para soplarla y me explota en la cara, salpicándome jabón. Levanto la mano con el estropajo y lo sacudo, salpicándole de jabón. Ambos comenzamos a reír, hasta que nos damos cuenta de que Charlie está de pie en la cocina.

- Chicos, yo mejor me voy a dormir.

- Claro papá - digo cerrando un ojo, se me ha metido jabón.

- Oye Martin... - Charlie habla de nuevo antes de subir, ambos nos callamos esperando qué dirá - ¿apagas tú ese trasto? - dice haciendo un amago de sonrisa y señalando la Xbox.

- Claro, en seguida lo hago. Buenas noches - responde Martin.

Charlie sube las escaleras, mientras yo aún froto el ojo izquierdo.

- Parece que ya le caes bien - bromeo.

- Me lo gané con la Xbox.. siempre supe que lo lograría con eso... - Sonrío abiertamente.

- Verdad? - pregunta medio dudando, sigue frotandose el ojo.

- Totalmente mentira.. puedo hacer que me acepte sin la Xbox..

- Ah si? Y con qué?..

- Con mi atractivo obvio..
Me tira la esponja en la camiseta, y abre la llave.

- Dejame a mi...

- Auu.. - se queja..

- Te duele?

- Más me molesta...
Pongo mi mano bajo el agua y la lleno con agua.

- Pone la cabeza hacia atrás..
La pone hacia atrás y desde mi mano dejo que caigan un par de gotas de agua en su ojo.

- Por qué siempre te pasan cosas raras...?

- Ya está mejor - dice poniendo la cabeza recta de nuevo. - Por que soy rara.
Comienza a pestañear como adaptando el ojo de nuevo, tomo su cara con un mano y me acerco para mirar si está rojo.

- Si, eres muy rara.. - digo mirando el ojo, ella sigue pestañeando.

- Por qué.. crees que soy rara..?

- Por que.. - abre los ojos y la miro, a centímetros de su boca, de su rostro.. - entre raros se entienden...
Me alejo de tierra en sus ojos, me siento aturdido de su cercania.

Echa agua en mi ojo, y se queda demasiado cerca. Hay veces que no sé si lo hace por molestar o por conseguir ver mi cara sonrojada.

- Eres imposible... - susurro mientras me alejo de la cocina.

- ¿Qué he hecho ahora? - pregunta sin entender.

- Nada... sacaré la ropa de cama - digo sonriendo.

Busco las sábanas de nuevo y las pongo a un lado del sofá, todas las noches el mismo ritual, para que Martin pueda dormir. A veces lamentaba que no tuviese una cama para él, pero la casa era demasiado pequeña.

Veo cómo mira las sábanas como si fueran su enemigo. Quizás tenga tanto miedo a las noches como yo.

- Es temprano aún... no hay prisa para irse a dormir - no sé que otra cosa puedo hacer por él.

No quiero dormir aunque anhele con toda mi alma que este día termine.. No quiero verla en sueños, por que ya la veo suficiente sin dormir...
Tomo mi móvil de donde mismo lo dejé en la mañana. Marco el número. Miro a Bella y muevo la cabeza negando de que es a Marie a quien llamo.

- Nora.. - digo antes de que ella diga el apellido del "Hola"
- Martinsito!!
- Como estás? Me echas mucho de menos?
- Obvio que si!! Como no lo voy a echar de menos?! Como está?
- Excelente! - digo mirando a Bella.
- Me alegro.. Perdone que le pregunte Señorito..
- Dime Nora..
- Hasta cuando se quedará por allá.. Su padre preguntó por usted.. ya sabe..
- Lo preguntas por que él preguntó o por que tú quieres saber..?
- Bueno..
- Sabes que me importa más lo que pienses tú que mi padre. - dije duramente.
Siento un suspiro del otro lado..
- Volveré.. bueno no lo sé.. Quiero estar aqui.. un tiempo indefinido - miro a Bella..
- Es por la chica..?
Miro a Bella como se da la vuelta y decide salir de escena..
- No crees que estás preguntando mucho? - digo medio riendome - En cierta parte es por Marie, la otra parte es por otra persona..
Bella se para, sin voltear a mirarme.
- Juegas a dos bandos?!! Le he dicho que tenía que comportarse!!
Me pongo a reir, Nora sigue creyendo que soy lo peor del mundo..
- Estás loca Nora! Sabes que me sé comportar.. - digo irónicamente - Es por la hija de tu familiar, de Charlie.
Bella voltea y me mira con una sonrisa en la cara.
Siento un silencio en la otra linea.
- Es por eso que te llamo, me quedo aquí por un tiempo indefinido, llamame de vez en cuando o pagarás tú la factura de mi móvil!??
Siento como se ríe, se despide de mi con el mismo resumen de todo lo que no debo hacer..

Dejo el móvil y miro a Bella..

- Salgamos? Necesito tomar un poco de aire. - murmuro.

- Salgamos? Necesito tomar un poco de aire.

- Claro - digo sonriendo, cojo la chaqueta del perchero y me la pongo.

Fuera la noche está un poco fresca, pero se está bien. Comenzamos a pasear por la calle de mi casa.

- Gracias... - digo medio en voz baja, pero él me escucha.

- ¿Gracias por qué? - pregunta mirándome.

- Bueno, escuché lo que dijiste con Nora... que te quedarás un tiempo. Quiero decir, no es que sea por mí claro que no - empiezo a atropellarme con mis palabras, no quiero que piense que soy una creída ni mucho menos - pero me alegra que te quedes, me hará bien tu compañía.

- Por eso lo hago, quizás a mí también me venga bien, además que aún no sé qué pasará con lo de Marie... - baja un poco la mirada.

Voy a decirle algo, pero mi pie se resbala en una piel de plátano y pierno el equilibrio, moviéndome de lado y abalanzándome sobre Martin y sujetándome a él.

- Empezaré a creer que haces ésto sólo por tocarme - dije soltando una carcajada.

- Te aseguro que no estaba tratando de hacerte reír, por desgracia.

- Si algún día te regalo algo, ya sé qué será - sigue riendo, lo miro preguntando - Un casco y rodilleras.

Lo golpeo en el brazo y lo suelto de nuevo.

- Oye Bella... ¿y aquí en Forks no hay discotecas? - pregunta cambiando de tema.

- Mmm... bueno, creo que sí hay un par, aunque nunca he ido.

- Vaya, no te gustan las fiestas? - pregunta mirándome, asegurándose de que soy un bicho raro.

- Bueno, no tengo nada en contra de las fiestas... pero bailo fatal.

Se me ocurre la idea de llevarla a algún sitio mientras enciendo un cigarro y saco un chicle de menta, le ofresco uno a ella y lo recibe sonriendo..

- También bailo fatal... - digo mirandola.

- Y..?

- Y que podríamos ir a bailar..

- Nononononono - dice rapidamente.

- Entonces vamos a un lugar en donde haya buena música, y nos podamos tomar algo...

- Yo no bebo..

- Eres una bruja con sangre antijuventud! - reclamo botando el humo.
Se ríe y no puedo evitar reirme también.

- Y tú un.. - se quedo pensando.

- Ja! Gané, - digo mirandola como se frustra.. - Anda vamos! te prometo que no caerás en medio de la pista de baile..

Me mira con cara de odio.

Pienso lo que dice. Pero me niego ir a una discoteca o algo de eso, no va conmigo, y lo sé aunque nunca haya entrado. Me paro en la calle y me giro hacia él.

- Martin en serio, no creo que sea buena idea. De verdad, no me gustan esos sitios, ni tampoco bebo.

Mira hacia el cielo oscuro un momento, y cuando vuelve a mirar hacia mí sus ojos están húmedos, como si contuviese las lágrimas.

- Por favor, Bella - y a través de esos ojos verdes vidriosos no puedo negarle nada, porque seguramente se siente demasiado mal y sólo quiere un poco de ruído para desconcentrarse.

- Supongo que... no pasará nada por un rato, podré sobrevivir - digo resoplando.

Se acerca a mí y me levanta en el aire dándome una vuelta, contento.

- Gracias!! Lo necesito - dice bajándome, y supongo que admirando mi odioso color rosado-mejilla.

- Ehh si... - camino un poco, llevo mi mano hasta la frente, nerviosa - Pero no crees, que para ir a sitios así las chicas deberían vestirse más... arregladas? - señalo mi ropa, jeans, converse y camiseta negra.

- ¿Acaso a ti te importa? - pregunta sonriendo.

- Lo cierto es que no - afirmo sincera.

Resoplo de nuevo y nos encaminamos hacia la "zona de discotecas". Más que discoteca, lo llevaré a un pub que no había que pagar entrada, y no era tan alocado. Iríamos al Pub Daniels.

- Calla. Todo saldrá bien. - le digo sonriendo.

Trato de pensar en cosas estúpidas como conejitos para que Edward no me lea la mente. Hicimos una carrera hasta la casa de Bella pero sin nada a cambio. Nos empujamos varias veces y nos reiamos como dos niños pequeños. Él llegó milésimas de segundos después de mi.

- Sabes que eres un pequeño monstruito ?

- Lo sé. - le dije con una sonrisa de oreja a oreja.

Ambos nos reimos pero en silencio, para que no nos oieran en la casa.

- Estás listo ?

Asintió con la cabeza.

Miramos por la ventana de Bella y no había nadie. Como era eso posible ? Miramos en la de Charlie y estaba dormiendo como un bebé.

- Entraremos por la puerta, resulta más fácil.

- Pero está cerrada Edward.

- Ven.

No me hizo caso y se dirigió hasta la puerta de la entrada y lo seguí. Levantó la pequeña alfombra y debajo había una llave. Me quedé mirándolo con cara de ¬¬.

- Cómo supiste eso ? - le dije con cara de incomprehensión.

- En las peliculas siempre es asi. - soltó una pequeña risita, cogió la llave, la introduzco en la cerradura y giro muy despacio, para no hacer ruido.

Enseguida reconocí un olor diferente, pero no era el de Charlie y mucho menos el de Bella. Oooh como olvidar el olor de Bella ? Edward me mandó una mirada asesina.

- Lo siento. - le dijé murmurando muy bajito.

La noche ha refrescado un poco, aunque tampoco llevamos demasiado allí. Martin sigue con sus bromas, aunque a ratos coloca el brazo en el estómago. Parece dolerle de verdad.

- Al final no tuve que cargar contigo - dije llegando ya a mi casa.

- Ah no te preocupes, puedo fingir que estoy borracho para darte el gusto - dice metiéndose en el papel.

- No hace falta - saco la llave para abrir.

- Ohhh Bbbeeeeelllaaaaa, que bieeen lo hemos passsaaado - Martin empieza a colgarse de mí y hablar alargando las sílabas, como si estuviera ebrio.

Abro como puedo la puerta, entre risas y la pesadez del cuerpo de Martin, que hace demasiado bien ese papel. Enciendo la luz, y lo que ven mis ojos me hiela por completo. Noto cómo se me caen las llaves al suelo, pero no soy consciente de nada más. Me pierdo en sus ojos dorados. [off: es edward, no me la coleis!]

El sonido de las llaves al caer me hace volver al planeta tierra, un chico de ojos dorados junto a una chica del mismo color de ojos estaban al lado del sofá.
Me pongo rapidamente al lado de Bella y toco su hombro, miro su rostro y parece una estatua, sus ojos van hacia el chico, que contenía una mirada muy parecida al de ella.

El miedo que sentí al entrar a la casa y ver a dos desconocidos, se desvaneció cuando entendí que ese chico es el que hace que Bella llore, es el que creyó ver en el bar....
Un fuerte dolor vuelve a aparecer en mi estomago, pero me contengo, aprieto mi apoyo en el hombro de Bella mandandole fuerza.

Alice ha ido al piso de arriba, no deja mas que pensar en pajaritos preñados y me pregunto que cosa esta tramando. Se que piensa en tonterías para mantener la mente fuera de lugar....

Me limito a caminar por la habitación sin mucho sentido.. observo una maleta vacía en el pasillo y lleva consigo el mismo nuevo olor que ahora invade la casa Swan. Y sin querer la mente me va hacia donde menos quiero... ¿ese alguien nuevo sera especial en la vida de Bella? ¿Quien es?.. No reconozco el olor, aunque esta claro que es de un hombre..

Rozo con un dedo todo lo que puedo.. todo lo que me recuerda a los momentos vividos en este lugar, que a pesar que no fueron muchos, significaron y significan mas que demasiado...

Me topo con un taco de hojas en blanco... justo al lado un bolígrafo. Ambos como queriendo darme una señal. Los cojo y voy hasta la mesa de la cocina. Tomo asiento y comienzo a escribir...

No se muy bien que hago aquí ... - lo tacho - o si, te echo de menos.- vuelvo a tacharlo, casi afinco el boli como si pudiera traspasar la hoja... - veras Bella... no puedo dejar de quererte, esto....

Una llave se introduce en la puerta principal. Arrugo la hoja y la aprieto entre mis manos. Dejo el boligrafo sobre la mesa y voy hasta la sala..... la manilla se gira, Alice baja del tirón y se pone a mi lado. Me mira con cara de pena. Y leo en su mente que no era eso lo que había estado escondiendo. No tenia idea que Bella llegaría...

- Lo siento... - murmura con pena.

- Me debes una..

La mira de reojo y me quedo quieto, totalmente paralizado... solo espero verla una vez mas, y perderme en la profundidad del mar de sus ojos.

Siento cómo mi corazón se para,e instantes después, comienza a latir con fuerza. Sus ojos dorados me miran, y siento perderme en ellos. Dejo de ser consciente de todo lo de más, de Martin, de Alice, de que estoy en mi casa, de que puede que esté soñando. Seguramente me haya emborrachado con Martin y ahora estoy delirando, pero no me importa.

Entre amarillo y marrón caramelo, su mirada me derrite. Siento que puedo leer en ella, casi hasta puedo sentir que me quiere, o eso es lo que quiero creer. Su pelo aparentemente desaliñado, las manos en los bolsillos, la comisura de los labios curvada hacia abajo, el ceño fruncido, cierto gesto de dolor... Edward, mi Edward, está delante de mí, y mis sentidos no dan abasto para captar cada parte de él, su olor, su rostro, su piel pálida.

Y por un momento, corro y deshago la distancia que nos separa. Me lanzo a sus brazos, lo abrazo con fuerza y rompo a llorar. Sus gélidas manos rodean mi espalda, y hundo mi cabeza en su pecho. "Te he echado de menos, tanto que ni te imamginas, no te vayas por favor..." mi mente repite una y otra vez. Pero su contacto basta para calmarme, de momento...

Un apretón en el hombro me hace volver a la realidad. Es Martin, consciente de lo que ocurre, se mantiene a la espera apoyándome. Sigo en la puerta, no me he movido, aunque es lo único que deseo, que sueño estando despierta. Pero sus ojos sí están allí, es real, Edward ha vuelto.

En esos escasos segundos que transcurren, trato de hacerme a la idea, que si ha vuelto, no es por mí, que me ha dejado muy claro que no me quiere, que no le importo, que posiblemmente ya haya otra... Y vuelve a dolerme el corazón, sabiendo que de un momento a otro hablará y el dolor se hará más real, porque estará aquí y no será para mí.

- Bella! - Alice da el primer paso, rompe el hielo y se lanza a abrazarme, apretándome con fuerza - Tenía muchas ganas de verte... - mira de reojo a Martin.

La abrazo, también la he echado de menos, no sé qué ha hecho estos meses. Pero mi mirada no se desvía de la de Edward, trato de transmitirle miles de preguntas.

- Alice... - es lo único que soy capaz de decirle, mientras me deshago de su abazo, y dejo mi mano sujeta a la suya - Que haceis... aquí? - mi voz se quiebra un poco al hablar.

Edward se quedó abajo y yo me subí directamente al piso de arriba. No paraba de pensar en cosas estúpidas para que Edward no supiera lo que iba a hacer. Fui directamente a la habitación de Bella. Entré y cerré la puerta. Dejé mi bolso sobre la cama. Miro a mi alrededor. Mi objetivo : el armario. Lo abrí. La mayoría de la ropa eran pantalones vaqueros y camisetas. Y la ropa interior eran todo bragas. Acaso esta chica no tenía ni un tanga ? xD Para eso estoy yo. :) Cogí todas sur bragas y las puse encima de la cama. Abrí el bolso. "Pajaritoooos, árboles, flores,..." No paraba de pensar en eso, Edward no se enteraría. Cogí los tangas y los coloqué en el armario, dónde antes habían estado sus bragas. No te queda otra, Isabella. Ya que no te vuelves femenina por ti misma, aqui estoy yo. También le traje alguna ropa como faldas, camisetas escotadas, vestidos y tacones. Metí las bragas en el bolso y lo cerré con el candado que traje de mi casa. Busqué en su escritorio bolígrafo y papel, me senté en la silla y me puse a escribir.

Querida Bella,
Le di una ojeada a tu armario... ME DECEPCIONAS ! Yo pensando te volverías algo más femenina, pero lo único que veo son vaqueros y camisetas con apenas escote. -.- Te dejé un regalito, mira que ropa interior más guay te compré ! :D Está chula, a que si ? :D Espero que te guste. Bueno, en serio, tus bragas están en un bolso, cerrado CON CANDADO y escondido en algún lugar de tu casa. No lo encontrarás. También te dejé algo de ropa, obviamente no te escondí la tuya, no soy tan mala. Asi que si quieres que te las devuelva, usarás la ropa nueva que te compré. Si no, estarás condenada a usar tangas, que te gusten o no. Aunque no me vas a ver, te estaré vigilando.
Un enoooooooorme abrazo.
Alice. ^^

Doblé el papel por la mitad y se lo dejé en el armario. Cogí el bolso y lo escondí en un lugar donde no lo encontraría jamás.
De repente, oigo una llave introducirse en la puerta de la entrada. Bajo corriendo y me pongo al lado de Edward. Le dije un "lo siento" por no haber visto la llegada de Bella. Esto si que no lo habiamos previsto.
Bella entra acompañada de un chico. Era a su olor que olía la casa ! Quién sería ? Ella se quedó paralizada, mirando a Edward. Después de unos laaaaargos segundos, me atreví a romper el silencio, no aguantaba más.

- Bella ! - la abrazé, la había extrañado muchísimo - tenía muchas ganas de verte.

- Alice... Qué haceis... aqui ?

Golpe bajo. La verdad, no sabía que responderle.

Mi cuerpo esta aquí, estoy aquí, pero mi mente no, mucho menos mis ojos... se encuentran perdidos en los suyos. Tratando de descifrar todo lo que quieren decir.

Y me muero de ganas por abrazarla, por sentir su cálido tacto, por inhalar de su delicioso aroma, por sentirla mía, segura, a salvo. Pero algo me detiene, no se muy bien que. El chico a su lado la toca en el hombro y me confundo.. es ese el aroma nuevo de toda la casa. Es él quien ahora esta con Bella. Su rostro lo dice todo... y aun mas su mente. "Edward.. si, él es quien le rompió el corazón. Bella resiste, se fuerte..

Es como si un cuchillo sacara trocitos de hielo de mi corazón e hiciera con ellos lo que se le venga en gana. Supongo que todo me lo he ganado... que al haberla dejado sola tanto tiempo traería sus consecuencias. Ha vuelto a ser feliz, tal y como se lo pedí...

Trago saliva y deshago el nudo que se había formado en mi garganta. Apenas soy consciente de lo que ha dicho..

Miro a Bella de reojo, bajo la vista hasta mirar la mano de ella y la de Alice entrelazadas...

- ¿Que haceis... aquí? - su voz se quiebra un poco al hablar.

Mi hermana no responde, se queda muda y me mira con disimulo. Miro a Martín, así es que se llama y luego a Bella. Vuelvo a clavar mis ojos en los suyos.. vuelvo a perderme... vuelvo a sentir esperanza, aunque sea vana.

- De visita... - respondo con cuanta indiferencia me hes posible. Deseo una vez mas poder leer sus pensamientos. Saber que piensa. Saber que siente porque este aquí.. saber si es feliz a su lado. Saber si ya no quiere verme nunca mas. Saberlo todo....

- Si si - Alice sonríe, como aliviando el ambiente. - vinimos a visitarte Bella - le da un apretón de mano - ¿a poco no te da mucho gusto vernos?

Me quedo desconcertada, nada tiene sentido... ¿de visita?

- Si claro, supongo... - mi respuesta es vaga, aún no me puedo creer que esté aquí.

Y aunque me duela más, aunque sé que acabaré peor, quizás necesitemos hablar a solas. Martin parece ajeno a todo, sabe que es Edward, o eso creo, pero no puede llegar a imaginarse todo lo que es.

- Bueno, siento no haberos presentado... éste es Martin - lo señalo - Ellos son Alice y Edward - los tres se saludan, aunque cada cuál está más desconcertado.

Yo sólo quiero saber por qué ha venido.... espero que no venga a decirme que no me quiere en persona, eso no creo que pudiese soportarlo...

- ¿Alice por qué no sales a dar un paseo con Martin? La noche está bonita fuera... - espero que capte la indirecta.

En seguida asiente y sonríe.

- Ven que te enseñaré los pajaritos - Martin la mira desconcertado, igual piensa que es una psicópata.

- ¿Estarás bien? - me voltea y me mira a los ojos, sé que si le digo que no se quedará conmigo, pero tengo que afrontarlo.

- Sí, no te preocupes... - hago un amago de sonrisa para que salga tranquilo.

Ambos salen por la puerta principal, Edward y yo nos quedamos a solas, y siento que me quiero morir. Ojalá todo fuera más fácil, ojalá nada me hubiera cambiado, no me despreciase, ojalá...

Ladeo un poco la mirada, ahora solos, me siento incapaz de aguantar sus ojos, se me hace demasiado difícil, recuerdo aún sus últimas palabras de desamor...

- Ahora puedes decirme la verdad... ¿por qué habeis venido? Tú me... bueno. No esperaba verte...

En mi interior se desata una lucha. En si hablar con la verdad o seguir con las mentiras. Como cuando le dije que no la quería. Que se olvidara de mi.. que estaba feliz en Volterra, lejos de ella.

Todo esta en silencio y todo se vuelve incomodo. Retracto mis ganas de querer abrazarla ahora mismo, porque seguro eso es lo que ella menos quiere. Seguro quiere que desaparezca....

¿Pero que puedo perder?... ¿que mas puedo perder cuando lo he perdido todo?. Nada, porque nada me queda sin su amor. Y si un día pretendí olvidarla, protegerla estando lejos se que me engañe. Que me hice creer cosas que no son, cosas que nunca serán. Porque cerca o lejos Bella estará en peligro, es una condena que tengo que vivirla hasta el día que mi eternidad se acabe. Es el precio a pagar por haberla metido en mi camino...



- Tampoco yo.. - digo un minutos después en silencio. - esperaba verte. - termino la frase.

- ¿Que hacéis aquí? - vuelve a preguntar. Su ceño se frunce y se cruza de brazos.

- Solo quería saber que estas bien... y veo que si.

Claro, he estado bien, genial. Como si no te recordara cada segundo de mi vida. Como si no soñara contigo a diario. Como si tu imagen no apareciese todas las noches en mi mente, antes de dormir. Como si no fueses el único, que he amado...

- Déjame decirte que has perdido visión, entonces... - susurro mirando al suelo, ni se imagina cuánto hay de verdad en eso, aunque la frase resulte graciosa. Y me confundo cada vez más

Presiono mi frente con los dedos. No consigo entender. Si no me quiere, ¿por qué viene a verme? Y creo que encuentro la clave... Alice. Seguro habrá tenido alguna visión, de los Vulturis, de Demetri seguro. No sé lo que ha visto, y qué le ha contado... pero tengo que tranquilizarlo en eso.

- Yo bueno... - no puedo decirle que estoy bien, yo no sé mentir, trago saliva - Edward, si Alice ha tenido visiones, si vio a Demetri o cualquier cosa de Volterra, yo no... no deberías sentirte obligado a venir a comprobar... Creo que puedo apañármelas sola, no creo que él...

Cierro la boca en seguida. Quizás no haya visto nada de Demetri, y estoy hablando más de la cuenta. Pero igualmente, se supone que no le importo.

¿Poder con todo? que gran blasfemia. Un día creí que asi seria, que ella podría con todo. Pero no... porque no tiene ni la mas mínima idea del peligro en el que ha estado, y todo por mi culpa... por tenerla conmigo, por dejarla sola. Por todo.

- Se que ha pasado con Demetri.. - o eso creo. Se que ha estado aquí, fue esa la razón que me impulso a estar donde estoy. Pero esta claro que en el fondo de todo esto se encontraban las inmensas ganas de volver a Forks, de volver a verlas.. solo que trataba de suprimirlas. - ¿a que ha venido? ¿que dijo?, ¿te hizo algo?..

Aunque puedo ver que esta perfecta. Tan perfecta como siempre.

Por unos instantes dudo. Si le cuento la verdad, querrá hacer algo, se meterá en problemas, si es que aún no los tiene. Puede que interceda por mí ante los Vulturis... no no, Bella, se acabó. No le importas, nadie va a defenderte. Aún así, prefiero no arriesgar.

- Nada... estaba de paso sólo, estaban en la ciudad de al lado y quería ver a tu familia... - digo moviéndome hacia el sofá, colocando uno de los cojines.

- No sabes hacerlo... - susurra acercándose un poco.

- ¿El qué?

- No sabes mentir. Dime qué te dijo Demetri - pregunta, un poco preocupado.

- Sólo eso... en serio, sólo quería conocerme - sé que me estoy ganando el Oscar a la peor actriz, pero no sé hacerlo mejor.

Y de pronto en un segundo está a mi lado, sostiene mi mano en el aire, con la que arreglaba los cojines.

- Dime la verdad, Bella - susurra cerca de mí, pero me he perdido en su contacto.

Siento su mano fría sobre mi piel, y siento que quiero morirme allí mismo. Suelto un jadeo extraño, y gruesas lágrimas caen al suelo. Ni siquiera siguen un camino por mis mejillas, directamente caen, como gotas de lluvia al piso. Comienzo a sollozar. No puedo hacerlo, sentirlo tan cerca sólo me hace recordar lo que he tenido, lo que ya no es mío, porque nunca lo fue.

Su reacción me confunde, me irrita pero mas que nada me hace daño. Si esta tan feliz como creo ¿por que llora?...

Como respuesta suelto su mano. Quizás la he incomodado, quizás no le ha gustado que la haya tocado. Doy un paso atrás, frunzo el ceño, estoy demasiado confundido. Quiero envolverla en mis brazos y calmarla, pero me vuelvo a retractar. A pesar de todo se que miente, lo se claramente. Porque la conozco, como a nadie..

Ella seca sus lagrimas y toma una bocanada de aire, lo bota y suelta un suspiro... y en cuanto lo hace yo inhalo profundo, para llevármelo todo. Aunque este lejos, ahora tengo su aliento y su aroma en mi.

- De todas formas podría enterarme.. - rompo el silencio que se había formado.

- No tendrías como.... - espeta.

- Por supuesto que si Bella. Nada es imposible.. - aunque si, dejar de amarte es imposible - sabes perfectamente que puedo. Así que suéltalo, se que mientes..

Trato de aguantarme el llanto, sólo empeorará las cosas, no pretendo darle pena, sólo... me duele comprobar como todo mi mundo se ha desvanecido. Me permito el lujo, por unos instantes, de mirarlo a los ojos. Trato de encontrar en ellos lo que sea, que me aferre a él, que me haga despertar de esta pesadilla, que mantenga vivo mi anhelo, que él me ame... trato... pero no lo encuentro. Un abrazo, un beso, una caricia... no había rastro de lo que tuvimos, aquello quedaba tan lejos, que incluso parecía fruto de mi imaginación, de mis mejores sueños...

- Demetri... vino a conocerme, él bueno... - siento que me ruborizo al recordar cómo me besó a la fuerza, y yo lo confundí con Edward... me alegra por una vez que no lea mis pensamientos.

- Bella no le des más vueltas... suéltalo ya.

- Quieren verme convertida, los Vulturis... que si tú no lo hacías, ellos sí... puede que él mismo... - miro de reojo y veo cómo aprieta los puños - Parecía muy seguro, pero no tuve miedo - miento - dijo que tú estabas bien, y bueno.. trató de mostrarme cómo sería una vida con ellos.

Cada cosa que dice hace que la furia aumente. Aprieto los puños, la ira me carcome y quisiera tener ahora mismo a Demetri enfrente y tirarlo de la cabeza. Pero se que no puedo.. que no debo. Que si hiciera algo así las cosas se pondrían peor.

- Nunca harán algo así.. - murmuro aun con la mandíbula tensa, con el maxilar inferior chocando con el superior.

- Lo veía muy convencido..

- Bella - suelto el aire que he estado conteniendo. La ira se apodera de mi cada vez mas - no dejare que nada malo te pase. Nunca...

No se si he hablado mas de la cuenta, pero ya lo he dicho. Esta claro, nunca dejaría que algo así ocurriera. Jamas.

Recuerdo lo que Demetri había dicho.

-Sabes que Edward no cumplió las normas, sabes que tenía un plazo y ahora que no está... no queremos que el plazo no se cumpla. Eso... conllevaría... consecuencias.

Traga saliva, tiene miedo y no es para menos. Puedo ser amable pero también la puedo desangrar en menos de lo que ella tardaría en dar una bocanada de aire. Pero no quiero matarla quiero hacerla dudar, que desconfié de Edward y que luego el lo vea en mi mente. Que sepa que ella accedería a que la convirtiera... pero primero tengo que asustarla un poco... sólo un poco.

-¿Que clase de consecuencias?-Pregunta tal vez envalentada. Me situó detrás de ella muy rápido, se gira asustada, pero yo estoy sentado sobre la encimera y sonrío divertido.

- No creo que sea agradable de escuchar Isabella... Tal vez... no se tal vez podría haber otras soluciones si Edward no accediera...

- Edward no... no creo que puedas hacer eso, Demetri fue muy claro... no deberías meterte.

- ¿Cómo que no debería meterme? -dice un poco alterado - Si estás en esta situación es por mi culpa!

Autoinculpándose, una y otra vez. Condenada a que sintiera lástima por mí, que cargase una vida humana en su conciencia.

- No es tu culpa... además Demetri no parecía tan malo - recordaba cómo me consoló, las cosas que me contó.

- ¿Estás diciendo que quieres ser una de ellos?

- No... le dije que nunca me iría con ellos, nunca dejaría que otro me... - convirtiese, pienso, pero ahora nadie va a convertirme, y menos él...

Y me siento extrañamente atada. Porque hay mil cosas que quiero preguntarle, que quiero saber, porque sigo esperando que algo ocurra, cambie. Que el universo de un golpe de suerte y me lo devuelva, aunque sé que no lo merezco.

Ni siquiera soy capaz de hacerme a la idea. Porque algo así nunca, jamas podría pasar. Por nada del mundo.. seria como la peor desgracia.

- Eso no pasara. - respondo a lo que no ha terminado de decir. Aunque mas bien es algo que me digo a mi mismo. No pasara.

- No deberías estar tan seguro..

La rabia aumenta. No se porque quiere formar parte de este mundo, y eso me asfixia, me enoja, me irrita...

Doy un paso al frente, quedamos un poco mas cerca. Aprieto los dientes y vuelvo a tensar la mandíbula..

- ¿Por que te empeñas tanto en querer ser como yo? -

- ¿Y por qué te molesta tanto? - respondo con rabia, sé que de un momento a otro las palabras brotaran como una fuente por mi garganta y saldrán disparadas salpicándolo todo.

- ¡Porque tú no puedes ser lo que yo soy!

- ¡No hace falta que me recuerdes que no me quieres! - le grito sollozando, y sé que no es más que el principio.

No quiere que sea como él, porque no me ama, nunca me vería como una igual a su lado. Y yo tenía claro que sólo me haría vampira para estar con él, de otro modo no tiene sentido.

- Quizás no deberías haber venido... - suelto sin pensar, aunque me duela, prefiero mil veces ver su cara aunque tenga que sufrir.

Y me quedo pensando en una frase de una canción... si verte me da la muerte, y no verte me da la vida, prefiero morir y verte, que no verte y tener vida....

Su voz me saca de mis pensamientos de nuevo.

- Ya veo, que estás muy bien acompañada - y mi poca cordura quiere ver en esa frase un poco de celos, pero no debo darle importancia, pienso.

- Martin es como el hijo de una pariente de Charlie... le pidió como favor si se podía quedar una temporada aquí, conoce a gente en La Push... - callo sin decir nada más - No es que te esté dando explicaciones, sé que tú no... bueno, sólo creí conveniente decírtelo.